La espiritista de Puerto Rico Angie Gutiérrez explica por qué los seres fallecidos quieren contactarnos y cómo podemos protegernos del mal.
Para decir que nos quieren. Para terminar asuntos pendientes. Para guiarnos en nuestra misión en la vida. Estas son solo algunas de las razones por las que los espíritus de seres queridos fallecidos buscan comunicarse con nosotros.
Al menos así lo cree la médium Angie Gutiérrez, y tan convencida está de esta aseveración, que por eso ha dedicado gran parte de su vida a servir de enlace entre el mundo de los espíritus y el de los vivos.
“No es fácil aceptar la muerte y les da trabajo reconocer que ya no están en el plano terrenal”, explica la médium desde el espacio donde atiende a sus clientes en Río Piedras, y que denomina su rincón. “Hay veces que si en su vida material fueron personas difíciles, tercas, con vicios, con maldad, se les hace más difícil y esos son los espíritus que se dedican a hacerle daño a otros seres humanos”.
En cambio, aquellos que siguieron una vida recta les resulta más fácil asimilar su nuevo estado. Al fallecer, el alma decide si quiere “reencarnar, si quiere ir a donde te corresponde o hacer una labor buena. Entonces se convierten en guías”, revela.
Al adoptar esta encomienda, un guía se convierte en custodio de quien escoge. “Son seres que les corresponde la misión de ayudar a los humanos, prevenirlos de peligros y tratar de que caminen por el camino del bien hacia el Ser Supremo, que es Dios”, menciona.
Sobre quienes dudan de la veracidad de que los espíritus nos rodean, la médium responde que “como dice la ciencia, la materia no se destruye, la materia se transforma. Tú te transformas en un ser de materia a espíritu, y tú tienes que seguir evolucionando”. Cuando una persona fallece, “si decides ser guía o ayudar a otros seres humanos, pues sigues adelantando en los niveles que existen en el mundo espiritual hasta que llegues al plano mayor, que es cuando te unes a la fuerza única que es Dios”.
La espiritista prosigue explicando que cada persona tiene un cuadro espiritual en nuestro paso por la vida humana. Lo componen guías que pueden ser “de varios siglos, de varias culturas y de varias costumbres, de varios colores (razas), son desde niños hasta ancianos. Hay de diferentes edades”. Gutiérrez comparte que dentro de cada cuadro, “hay una serie de comisiones”, tales como las gitanas, las árabes y las indias. “Yo con la que más trabajo es con las africanas”, confiesa. Entre sus guías se incluye el espíritu de María Mercé, quien le dio la historia para la creación del cortometraje After Death, según asegura la médium. El filme formó parte de la cuarta edición del Puerto Rico Horror Film Fest (PRHFF), que se celebró del 17 al 23 de octubre en las salas de cine de San Patricio Plaza, en Guaynabo.
Pensaba que eran monstruos
Al hablar de sus orígenes en el espiritismo, la médium recuerda que “la primera vez que entré en trance con un espíritu yo tenía 14 años”. Sin embargo, desde niña tuvo apariciones y señales de seres fallecidos. “Me asustaba. Tenía que dormir con una lámpara ‘prendía’ porque para mí eran monstruos. Yo no entendía. No podía dormir de noche. Me pellizcaban, me jamaqueaban, porque ellos querían que yo los atendiera. Pero yo era muy pequeña. No los entendía. No era para hacerme daño”, puntualiza.
“Una vez yo me enfermé y un médico vino a verme. No se sabía por qué me daba fiebre. En un momento dado, miré a una esquina y vi a Cristo, y volví y parpadeé y vi la cruz. Después vi el paño que usan para identificarlo. Desde ese momento la capacidad mía empezó a dispararse y a crecer”.
Pero Gutiérrez los educa. “Es una enseñanza mutua. Ellos me enseñan y yo les enseño porque tampoco voy a estar cayendo en trance dondequiera, como a muchas personas les pasa, que se caen al piso y todo. A mí nunca me ha pasado. Yo les digo ‘voy a trabajar con ustedes pero es de esta manera’. Y nos hemos llevado de lo más bien”.
Entre sus capacidades mediúmnicas, Gutiérrez explica que “me presentan una película mental de lo que le pasa a la persona. Recibo las señales o el mensaje de mis guías explicándome lo que pasa con la persona”. También, puede caer en trance “y dejar que los seres hablen por mi boca”.
La médium señala que estamos rodeados de seres bondadosos que nos guían en la vida. Pero para quienes cuestionan si realmente la fuerza del mal es real, la espiritista tiene la respuesta. “¡Claro que existe!”, responde con sobresalto. “Un espíritu malo puede volver loco a una persona, enfermarla o matarla, y cuando van al médico, le dio un ataque cardíaco, porque esa es la forma más fácil de ellos destruir a la persona, explotarle el corazón”, asegura.
Pero podemos protegernos de manera muy sencilla. “La fuerza del ser negativo y de la brujería mala es el miedo y la poca fe”, advierte. “Si tú estás claro de que no te va a pasar nada malo, no te va a pasar”.
Además de servir de contacto entre el mundo de los vivos y el de los muertos, la médium comparte una inquietud espiritual. “Me gustaría que la gente no fuera tan difícil para creer que existen otras cosas más y que hay que orar mucho”, reflexiona pensativa. “Hay que dejar el egoísmo y hay que tener más fe en Dios, que es el número uno, y ser bueno con el prójimo”, establece. Y también, “enseñarle a los niños desde chiquititos la oración del Ángel de la guarda, porque la juventud no cree en nada”.
Fuente: primerahora.com