UGT manipula a los trabajadores de RTVE a base de miedo escénico y actitudes antidemocráticas

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Habrá nuevo referéndum en el ente RTVE el 27 de noviembre para ratificar o no el preacuerdo de convenio colectivo suscrito por UGT, USO y el sindicato amarillo SI con la dirección de la corporación pública. CC.OO. se desmarcó de la firma del texto provisional por no garantizarse el empleo, ni la viabilidad de futuro y consolidarse en el articulado los recortes actuales de modo implícito sin posibilidad de marcha atrás. Una primera consulta a los trabajadores celebrada el pasado 23 de octubre, con una participación excepcional superior al 75 por ciento de la plantilla, dijo no al convenio referido.

A pesar del resultado, en una pirueta inverosímil, antidemocrática y manipuladora liderada por UGT, que ostenta la presidencia del Comité Intercentros, y avalada bajo cuerda con entusiasmo indisimulado por el presidente de RTVE Echenique y su equipo, los dirigentes ugetistas más los representantes de USO y los corporativistas de SI forzaron un segundo referéndum para voltear el resultado limpio y transparente contrario a sus tesis e intereses particulares. CC.OO. se ha mantenido firme en su postura de abrir nuevas negociaciones con el ente público para mejorar ostensiblemente el texto antes mencionado, al tiempo que instaba un programa de movilizaciones apoyado en el sentir mayoritario de los trabajadores que rechazaron con su propio sufragio el preacuerdo de convenio colectivo objeto de la consulta.

Las últimas semanas, UGT se ha empleado a fondo contra CC.OO. mediante comunicados mendaces y difamatorios y a través de sesiones puntuales asamblearias unilaterales donde sus representantes se han volcado en una actitud catastrofista si no se suscribía el texto revocado por la mayoría de los trabajadores. Las fuentes contactadas, trabajadores de RTVE, incluso afiliados a UGT, hablan sin tapujos de una campaña perfectamente orquestada y distorsionadora de la realidad que pretende difundir el miedo a discreción entre los componentes de la plantilla con el propósito de modificar de modo antidemocrático y manipulador una decisión ya votada y adoptada con legitimidad incuestionable.

El nuevo referéndum propuesto por el Comité Intercentros contempla dos alternativas: votar sí al convenio y una segunda opción capciosa, decantarse por la aplicación normativa laboral del sector de audiovisuales y realizar movilizaciones posteriormente. Todo destila un aroma inconfundible a pucherazo técnico y contubernio entre bambalinas entre UGT y el PP, una coalición antinatural que deja a los trabajadores desamparados y confundidos, a merced de un presente incierto y un oscuro futuro. El paso automático al convenio subsidiario de  audiovisuales es la piedra de toque falaz del engaño con el que se quiere comprar el voto de los trabajadores, pues esa posibilidad tiene cauces legales que cumplir antes de llevarse a efecto, esgrimiéndose como simple amenaza para asustar a los miembros de la plantilla más influenciables, volubles o desinformados.

Lo que UGT persigue, en definitiva, es vaciar de contenido las auténticas reivindicaciones de los trabajadores y detener en seco las movilizaciones que pudieran darse en breve, vendiendo un acuerdo regresivo como el único acuerdo posible. La opinión de los trabajadores no parece importarle demasiado, por esa razón plantea otra consulta, aderezada con dosis adecuadas de pánico y un escenario manipulado de tsnami inminente, hasta quebrar de forma chapucera, tergiversadora y sin argumentos democráticos que aportar la voluntad mayoritaria de la plantilla.

UGT no desea luchar, sino hincar la testuz ante un pliego de condiciones impuesto por el PP. ¿Qué sacan a cambio los sindicatos proclives al sí al convenio, incluso desvalorizando la opinión mayoritaria expresada de manera democrática e inapelable por los trabajadores de RTVE? ¿Por qué ese esfuerzo denodado en saltarse a la torera un referéndum legal y legítimo? Objetivamente, las decisiones nerviosas de UGT y sus compañeros amarillistas buscan romper la unidad de la plantilla, cogiendo las sobras mínimas que ofreció Echenique en la mesa negociadora como el mejor plato posible. El conformismo ambiguo o calculado de UGT arroja serias dudas acerca de su conducta sindical en la defensa real de los intereses de los trabajadores. ¿Cuántos referendos serán necesarios para que UGT y el PP impongan sus preferencias?

Todo parece apuntar a que la centenaria UGT, filial estratégica del PSOE, es un puntal insustituible del bipartidismo de toma y daca estética configurado en los años de la transición. RTVE es un órgano fundamental del sistema, de ahí quizá que UGT esté pensando más en términos políticos alentados en la sombra por intereses del PSOE que como agente sindical al servicio de la clase trabajadora. Las incógnitas sobre el tapete se resolverán en poco tiempo. Ahora tienen la palabra los trabajadores de RTVE, eso sí, bajo presión y un miedo escénico inusitado gracias a los movimientos manipuladores de UGT y sus compañeros de viaje, USO y SI. Huele a pasado, a Felipe González y su lema manipulador “de entrada, no a la OTAN”. UGT parece decir algo similar subrepticiamente en estos momentos, “convenio sí o el caos”. El miedo puede obrar milagros a favor de UGT y sus requiebros ideológicos evidentes y en contra de los trabajadores de RTVE. Aunque nunca se sabe, porque a veces la verdad y sensatez no se dejan contaminar con tanta facilidad. La plantilla de RTVE ya expresó nítidamente su madurez, dignidad y valentía votando no al pacto entre UGT y el PP de Echenique. Lo que sea, será sonado, marcando un punto de inflexión en el devenir inmediato de RTVE. Manipulación o dignidad, he ahí el dilema en cuestión. 

Como colofón podría añadirse que el segundo referéndum convocado en fraude de ley hurta a los trabajadores la alternativa de pronunciarse de una forma clara y sin ambages por el no al convenio, precisamente la propuesta que resultó ganadora en la primera edición de la consulta vinculante. La derrota de la coalición UGT-USO-SI que postulaba el voto positivo, el 70 por ciento del Comité Intercentros, fue desautorizada en las urnas por la mayoría de los trabajadores de RTVE. Ya se han hecho oír numerosas voces que exigen la dimisión de los representantes del sí al texto rechazado. La respuesta de éstos ha sido enrocarse en sus posiciones y forzar una nueva consulta manipulando a su conveniencia las alternativas de sufragio para dirigir el voto a de los trabajadores a sus alforjas sindicales. ¿Van a permitir este golpe antidemocrático los trabajadores del ente público

http://www.diario-octubre.com/2013/11/23/ugt-manipula-los-trabajadores-de-rtve-base-de-miedo-escenico-y-actitudes-antidemocraticas/

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