eG8: una cena a 100.000 euros el menú (la carta, sale por 500.000)

Nick Sarko quiere recuperar la grandeur de Francia. Si no fuera así, costaría un poco comprender los movimientos de los ultimos días.

El último ha sido la presentación de la actual ministra de economía francesa para Directora Gerente del FMI, pero el martes, Sarko marcó el jaque a Internet.

Sarko entraba en el encuentro montado por él, escortado por el maletín nuclear, a hablar de peligros, pornografía infantil y terrorismo internacional. Mientras tanto, su amigo Bernier ‘aseguraba’ las fronteras físicas. Y por último la Comisión Europea lanzó una vez más su propuesta de convertir a las operadoras de teléfono en la policía de la red.

Si algo nos dice todo esto, es que Sarko tiene ganas de gresca, que ya está en campaña y que aprovecha su presidencia del G8 al máximo. Si no no se explica que haya organizado un sarao tremendo, la asistencia al cual cuesta entre 100.000 y 500.000 euros.

Cien mil euros que han pagado todas y cada una de las empresas ‘patrocinadoras’ del eG8 para poder subirse a ese escenario tan grande y tan distanciado del público, escenificando aún más la separación de políticos con ciudadanos por un lado, y de las ideas que tienen las empresas al respecto de Internet.

Con las excusas de siempre, que el intercambio de archivos p2p es robar, los patrocinadores del eG8 se permitieron lanzar perlas del tamaño de pelotas de Nivea, como las que nos lanzaban en la playa.

Una de ellas vino de parte del señor Jim Gianopulos, co-director de FOX Filmed Entertainment, que se permitió responder a Jéremié Zimmerman, de La Quadrature du Net, con el malabarismo de mezclar la producción de zapatos con la producción de películas:

El hecho de comprar ciertos productos como ropa o zapatos, no te proporciona el derecho a robar otras prendas de ropa u otros zapatos.

Otra vez se les nota el plumero a los señores de la industria. ¿Por qué siempre sacan la excusa de la propiedad intelectual cuando están hablando de la propiedad industrial?

En la página web de la Comisión Europea, concretamente en la sección de Le Comissaire Barnier, se les volvía a escapar. Ahora se muestra una foto de bombillas, pero hace pocos días aparecía una foto con artículos ‘falsificados’ como bolsos y ropa de marca. ¿Qué tiene que ver la falsificación de ropa de marca con la propiedad intelectual? Nada.

Pero la intervención de Gianopulos es aún más lamentable, ya que la inmensa mayoría de películas que aparecen en las redes de intercambio p2p son ficheros que dejan bien claro que “son propiedad de ‘inserte aquí su productora preferida’”.

Si esto no es un hecho, como no se cansa de repetir Gianopulos, que la ‘piratería’ la realizan los mismos trabajadores de la industria del ocio, que baje Murdoch y lo vea. Antes de tachar a sus clientes de delincuentes, ladrones, piratas, proxenetas o terroristas, más le valdría al señor Gianopulos saber de qué habla.

El eG8 ha sido organizado por la empresa Publicis, cuyo responsable ya advierte que lo quiere hacer de forma anual, creando así una especie de Consejo Asesor en temas relacionados con la red para el G8, que empezó ayer jueves.

El eG8 tiene toda la pinta de ser una nueva emisión de teletienda, en que las apariciones principales se sortearán, con un precio de salida de, pongamos, 100.000 euros. Una vez satisfecha la cantidad, las empresas tendrán derecho a unos cuantos minutos de escenario para soltar su discurso comercial, y luego podran mantener entrevistas con los líderes políticos de los siete países más desarrollados y Rusia.

A los usuarios finales de la red, nos queda solamente un papel en esta obra de teatro: el de pagar y asentir, dándole las gracias al amigo Sarko, a su señora y a los Líderes del Mundo Libre, por dejarnos participar de oyentes, pero con cuidado.

Si nos extralimitamos en nuestras funciones, nos cae una de ordago. Aún no se sabe si será multa y desconexión, o si finalmente será usando el Método Sinde. Lo que es seguro es que nosotros seguiremos pagando la fiesta.

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