Llenar el depósito de gasolina, comer un tazón de cereales, encender la luz o incluso cambiar de canal con el mando a distancia, prácticamente todas y cada una de las actividades que realizamos a diario —y su coste— están influidas por las decisiones que los ejecutivos de Glencore toman en su cuartel general, situado en la pequeña ciudad suiza de Baar.Esta compañía, desconocida para la mayoría de los mortales, controla el mercado mundial de materias primas y ha conseguido pasar desapercibida para el ciudadano medio gracias a una política de confidencialidad propia de las mejores películas de espías. Ni siquiera las grandes publicaciones del sector financiero, como Forbes o Fortune, tienen información suficiente sobre los negocios de la compañía fundada por Mark Rich en 1974 como para incluirla en sus listas.
Hasta ahora ha sido más conveniente para el negocio no ser una compañía conocida. La privacidad y la discreción es un factor muy importante para ser exitoso en el negocio de las materias primas», aseguraba Rich recientemente en el semanario suizo Die Weltwoche, en la que ha sido su primera entrevista en dos décadas. La ausencia de comparecencias públicas no es algo sorprendente en una empresa en la que sus trabajadores son, como los ha definido la agencia de noticias Reuters, «una raza especial a medio camino entre robots y los seguidores de una secta, con una dedicación y un compromiso inquebrantables».
Hasta ahora ha sido más conveniente para el negocio no ser una compañía conocida. La privacidad y la discreción es un factor muy importante para ser exitoso en el negocio de las materias primas», aseguraba Rich recientemente en el semanario suizo Die Weltwoche, en la que ha sido su primera entrevista en dos décadas. La ausencia de comparecencias públicas no es algo sorprendente en una empresa en la que sus trabajadores son, como los ha definido la agencia de noticias Reuters, «una raza especial a medio camino entre robots y los seguidores de una secta, con una dedicación y un compromiso inquebrantables».
Según lo poco que se conoce de esta empresa, con un volumen de negocio anual de 145.000 millones de dólares Glencore se situaría en el selecto grupo de las 20 compañías más influyentes y ricas del mundo, por delante de firmas financieras como VISA, petroleras como Cocono Philips y gigantes de la electrónica de consumo como Samsung o Sony.Pero en los despachos de Baar no se conforman con eso. La compañía suiza saldrá ha sacado a la venta un 20% de sus acciones —por valor de 12.100 millones de dólares— en las bolsas de Londres y Hong Kong. Con esta operación, la guardia pretoriana de apenas un centenar de altos ejecutivos situados entorno al director operativo de la compañía, el sudafricano Ivan Glasenber, y entre los que se encuentra el español Daniel Maté, pretende ampliar la distancia que le separa de sus principales competidores, Trafigura, Vitol y Cagill.Rodeada de misterio
Actualmente, Glencore ya controlan una gran porción de los mercados de materias primas tan importantes como el aluminio, el cobre, el plomo, el zinc, el carbón e incluso los cereales y tiene intereses en más de 40 países. Además, la compañía es capaz de comercializar el 3% del petróleo que se consume en el mundo. Todo un hito con bastante misterio, sobre todo si se tiene en cuenta que la compañía suiza no tiene pozos ni reservas propias.Sin embargo, en la multinacional no son ajenos a la polémica. Las sospechas de operaciones poco transparentes siempre ha acompañado a Glencore, casi desde su nacimiento. La comercializadora de materias primas se vio envuelta en una gran durante la crisis del crudo y los rehenes de finales de los 70 y principios de los 80. Su fundador se hizo de oro comprando a los iraníes y vendiéndoselo a sus rivales, Estados Unidos e Israel.
La jugada no le salió del todo redonda: Washington condenó a Marc Rich por evasión de impuestos y por hacer negocios con naciones enemigas. Desde entonces vive en el exilio, a pesar de obtener el perdón por parte de la Administración Clinton a mediados los 90, gracias a la intermediación del rey de España, país del que Rich es también ciudadano.
No se como puede seguir estañando que haya multinacionales de este calibre y que la regulación internacional para ellos no valga, es increíble que sean impunes a leyes y gobiernos. Las empresas privadas transnacionales con el poder que ostentan y la influencia que pueden tener sobre la sociedad en general, teóricamente «fuera» del circuito de investigaciones. Alguien está chupando mucho dinero en esta ecuación y lo peor de todo nadie sabe quien está detrás de todo esto, o igual si? ¿Quien podría estar detrás de todo esto? ¿ Sospecháis de alguien? Empieza por Roths y acaba por child.
Interesante artículo sobre quien es Socio de Marc Rich y sus vínculos con el Mossad: Aquí.
http://mundoconmisojos.blogspot.com/2011/05/glencore-el-gigante-que-controla-tu.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+blogspot%2FDVlQG+%28el+mundo+a+traves+de+mis+ojos%29&utm_content=Google+Reader
Como se las arreglan los españoles para estar metidos en todos los tinglaos de corrupción?
será que la Ley no funciona?
será que la corrupción es un factor más en el ADN de la raza?