(CNN) — El miércoles pasado, la NASA anunció un ambicioso programa de lanzamientos cuyo objetivo es poner nuevos ojos sobre la Tierra y su atmósfera durante este año.
Un total de cinco misiones —tres satélites y dos instrumentos que recibirá la Estación Espacial Internacional— están programados para entrar en órbita entre febrero y noviembre, informó la agencia espacial estadounidense. Medirán los niveles de dióxido de carbono en el aire, de agua en el suelo, la lluvia, las capas de nubes y los vientos del océano; de esta manera, brindarán datos que podrán “ser utilizados inmediatamente” y que ayudarán a mejorar tanto los pronósticos del tiempo a corto plazo, como las proyecciones del clima a largo plazo, indicó Michael Freilich, el director de la División de Ciencia de la Tierra de la NASA.
“Este formidable conjunto de cinco nuevos instrumentos y misiones que serán lanzados este año, realmente revitalizarán nuestro sistema de observación y lo ampliarán”, dijo Freilich.
Los lanzamientos ocurren dos años después de que la Academia Nacional de las Ciencias advirtiera que la presión respecto al presupuesto, los retrasos en el programa y los fracasos de lanzamiento habían dejado a los científicos ante un “rápido descenso” en las observaciones de la Tierra a medida que la flota de satélites de Estados Unidos quedaba obsoleta. La NASA había calificado a ese informe de ser “demasiado pesimista”.
El miércoles, Freilich dijo que otras seis misiones estaban listas para ser lanzadas antes terminar la década, entre ellas satélites que ayudan a medir las dinámicas de las capas polares de hielo y miden el uso que los humanos le dan al agua en las zonas acuíferas.
El primero de los lanzamientos planeados para este año será el del Observatorio de Medición de la Precipitación Global, fijado para el 27 de febrero. El lanzamiento del satélite tendrá lugar en Japón, en una labor conjunta con la agencia espacial de dicho país, informó la NASA.
El lanzamiento de un segundo satélite, el Observatorio Orbital de Carbono 2, está programado para julio, desde la base de la fuerza aérea Vandenberg, en California. Su misión es monitorear los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, los cuales ocasionan un aumento en las temperaturas en todo el mundo; se trata de un concepto polémico en términos de política, pero es uno que la mayoría de científicos aceptan como un hecho. La primera misión del OOC cayó al mar en 2009 tras no lograr entrar en órbita.
Y en noviembre, la NASA espera lanzar su satélite de Humedad Activa Pasiva del Suelo, diseñado para hacer mapas en alta resolución del agua que se encuentra en el suelo. Eso puede ayudar a monitorear sequías y a mejorar la productividad de las tierras agrícolas, afirma la agencia.
Mientras tanto, las dos misiones que se dirigen al espacio serán transportadas por el contratista espacial privado Space X, que empezó a realizar misiones comerciales de carga en 2013.
El ISS-RapidScat, el cual registrará los vientos de los océanos (información importante para los pronósticos marinos, el monitoreo de huracanes y la investigación climática) será lanzado en una misión deSpaceX el 6 de junio. El lanzamiento del Sistema de Transporte de la Nube de Aerosol, equipado con instrumentos de onda de láser para rastrear pequeñas partículas en la atmósfera, está programado para el 12 de septiembre.
La reciente decisión de la administración de Obama de apoyar a la estación espacial hasta 2024 ha tenido una “poderosa influencia que abrirá posibilidades”, expresó Julie Robinson, la principal científica de la NASA para ISS. La decisión añade cuatro años al tiempo de vida planificado de la estación; este es un paso importante porque el desarrollo de un nuevo instrumento puede tomar hasta tres años, dijo.
A diferencia de otros satélites para el estudio científico de la Tierra, la estación pasa sobre distintos puntos del planeta en diferentes momentos con cada órbita. Pero a la par de carecer de esa coherencia, también se encuentra hasta 400 kilómetros más cerca del planeta, dijo Robinson.
“Cuando estás un poco más cerca, puedes ver las cosas más a detalle”, dijo.