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El presidente de EEUU, Barack Obama, se dirigió al Congreso en el discurso “Sobre la situación del país” correspondiente a este año. Por sexta vez en su presidencia describió la posición de Norteamérica en el mundo y habló de lo que le falta para ser todavía mejor. También Obama señaló lo que piensa hacer para volver a hacer realidad el “sueño americano”.
La Casa Blanca insinuó insistentemente antes de la alocución que este mensaje reanimaría toda la presidencia de Obama. La valoración del premio Nobel de la Paz ha caído hasta niveles comparables con el de su predecesor, el republicano Bush Junior. Más bajo que eso solo logró llegar Richard Nixon.
Las malas lenguas dicen que se podía saber todo lo que dijo el cuadragésimo cuarto presidente en su “discurso reanimador” conociendo su mensaje a la nación anterior. Porque casi todas las incumplidas iniciativas legislativas de política interior se trasladaron del discurso anterior a este, incluso algunas son más antiguas. Los periódicos muestran extractos de los mensajes de Obama de los años 2010 y 2012 en confirmación de todo esto. Por la parte de política exterior, de un discurso de una hora quedó en solo cinco minutos. Habló tan poco que, incluso, nadie lo comenta.
Obama prometió a Norteamérica un “año de acción”, incluso amenazó a los republicanos que se adelantará al Congreso y no lo tomará en cuenta si éste mantiene su posición de sabotearle sus iniciativas legislativas. “Yo no esperaré más por los republicanos en los asuntos que atañen al mejoramiento de la situación económica del país”, dijo.
–América no está quieta sin moverse, yo tampoco pienso quedarme en el mismo lugar. Por eso, si yo puedo en algún lugar o en algún momento dar pasos hacia la ampliación de las posibilidades para un número mayor de familias norteamericanas sin adoptar nuevas leyes, entonces lo haré.
No hay nada nuevo en esta declaración. Casi palabra por palabra Obama dijo lo mismo en la alocución del año 2012: “Con el Congreso o sin él, tomaré las medidas para ayudar al crecimiento de la economía”.
El presidente, efectivamente, puede introducir cambios en el nivel de los salarios, en los métodos de preparación profesional, en programas de ayudas sociales y similares por la vía de “decretos ejecutivos”. Pero esto solo tendrá influencia para los funcionarios federales, es decir, unas pocas miles de personas. Al mismo tiempo que los necesitados en EEUU son decenas de millones.
Obama le prometió a América viajar a Sochi a las Olimpiadas de invierno y “mucho oro”:
–La próxima semana veremos la confirmación de los ideales (al parecer, de los derechos humanos y la democracia, Nota de la Redacción) cuando la selección de EEUU desfile con los colores rojo, blanco y azul en el estadio olímpico y regrese a casa con las medallas de oro. Ningún país del mundo ha logrado lo que hemos sido capaces de hacer nosotros. Por cada problema del mundo se dirigen a nosotros no solo por las dimensiones de nuestra economía y nuestra potencia militar, sino por nuestras ideas, las que nosotros defendemos y por los esfuerzos que hacemos para su divulgación.
Finalmente, Obama prometió cerrar la cárcel que está en la base de Guantánamo. Esto es una promesa desde su campaña electoral en el año 2008.
Oyendo a Obama el mundo debe convencerse de la idea de que precisamente gracias a la diplomacia norteamericana y su firme posición fue posible comenzar las negociaciones para la normalización en Siria, comenzar la liquidación de las armas químicas sirias, acordar sobre la suspensión del programa nuclear iraní. Asegurar esto, diciéndolo comedidamente, no es muy modesto que digamos. Por cuanto, incluso según reconocen los periódicos norteamericanos, ni la conferencia Ginebra 2, ni el comienzo del cierre del “expediente nuclear” iraní, ni el control sobre las armas sirias de destrucción masiva hubieran sido posible sin las propuestas y el “trabajo sucio” de Rusia. La reforma del programa de seguimiento global no sería una realidad (incluso de forma limitada) sin las revelaciones de Edward Snowden. Así que los méritos de la administración de Obama son completamente virtuales.
Obama prometió arreglar el “problema nuclear” de Irán, apoyar la democracia en Ucrania y apoyar a la oposición siria moderada. Prometió reformar la Agencia Nacional de Seguridad (ANS) y fortalecer su alianza con Europa:
–Nuestra alianza con Europa sigue siendo la más sólida de todas las que ha conocido el mundo. Desde Túnez hasta Birmania apoyamos a aquellos que están preparados para hacer el duro trabajo de construir una democracia. En Ucrania estamos a favor del derecho de expresar en libertad y pacíficamente su opinión y de tener una voz para determinar el futuro del país.
Hay que reconocer que sobre el tema ucraniano cambió el tono y ahora su administración ya no apoya incondicionalmente a la oposición.
No hay ninguna otra intervención presidencial de la Casa Blanca que se redacta, pule, revisa y ensaya con tanto cuidado como el mensaje presidencial anual. Si la presidencia se basara en el carisma y el arte de la oratoria, pues se podría estar más que tranquilo con respecto a Obama. Desde el punto de vista del pathos y la ejecución oratoria sería directamente un ejemplo a seguir. Si, por supuesto, no tomamos en cuenta a los hechos y esas “pequeñeces” como son las promesas incumplidas.
La valoración de Obama oscila al día de hoy entre el 36 % y el 45 %, lo cual está muy lejos del nivel de aceptación del 83 % que gozaba en el año 2008. En la lista de presidentes de EEUU de todos los años postbélicos (realizados habitualmente por el servicio de Gallup) Obama está casi al mismo nivel que Bush Junior. Su trabajo es aprobado solo por el 28 % de la población, Bush Junior tenía un 27 %. Kennedy sigue siendo el primero (74 %), después Ronald Reagan (61 %), Bill Clinton (55 %) y Dwight Eisenhower (49 %).
La presidencia de Obama puede ser salvada por los mismos republicanos del Congreso. En noviembre, en EEUU se celebrarán las elecciones de todo el Congreso y de la tercera parte del Senado. A favor de la reelección de sus diputados solo está el 17 % de los electores. Este nivel de descontento con los parlamentarios norteamericanos no se conoce en toda en su historia.
En el año 2008 Obama tuvo la suerte de que su predecesor fue el republicano George Bush Junior y un competidor anciano inelegible, el senador John McCain. En el año 2012 tuvo la suerte de que su contrincante fuera el republicano millonario Mitt Romney. A los norteamericanos se les hacía difícil elegir a la Casa Blanca a un multimillonario en medio de las consecuencias de la dura crisis financiera de los años 2007 al 2008. ¿Cuánto tiempo podrá Obama escapar de sus propios problemas solo con el poco aprecio de los norteamericanos al Congreso?
ovm/kg
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
http://spanish.ruvr.ru/2014_01_29/EEUU-Obama-politica-poder/