La disputa comercial que enfrenta a uruguayos y argentinos podría llegar a la Organización Mundial del Comercio (OMC). En una comparecencia ante el Congreso, el canciller de Uruguay, Luis Almagro, advirtió que su país se siente víctima de una “agresión directa” por parte de Buenos Aires.
A finales del pasado año, el gobierno de Cristina Kirchner decidió impedir el transbordo de mercaderías argentinasen puertos uruguayos por no tener un acuerdo marítimo con Uruguay. La medida produjo de inmediato una caída de 43,8% en el trasbordo de mercaderías en Montevideo en relación con el trimestre previo, según datos del Centro de Navegación.
La decisión argentina cayó muy mal en Uruguay, tanto que Almagro ha debido explicar la Comisión Permanente del Parlamento qué medidas tomaría el Gobierno al respecto.
Según contaron luego los legisladores presentes, el ministro dijo que continuarán las “negociaciones bilaterales”. Pero si el diálogo con Buenos Aires fracasa, el presidente José Mujica ”analizará” presentar una denuncia ante la OMC.
Legisladores de la oposición acusaron al gobierno uruguayo de actuar “con ingenuidad” en el tema y reclamaron una postura “mas firme”. En su defensa, Almagro dijo que el Gobierno “no retrocedió ni un tranco de pollo” en la defensa de los intereses del país.
Además, relacionó la medida argentina con la autorización que dio a mediados del pasado año el presidente Mujica para que la planta de celulosa de la empresa finlandesa UPM (ex-Botnia) aumentara su producción en 100.000 toneladas anuales, lo que generó malestar y protestas de las autoridades de Buenos Aires.
A principios de febrero, Mujica mantuvo un encuentro con su par argentina en La Habana, en el marco de la cumbre de la Celac. Aunque luego celebró que la relación con su vecino ”se está recomponiendo”, advirtió luego, en su estilo particular, que había que esperar a “cocinar los chicharrones para ver los resultados”