Este nuevo análisis lo ha realizado el equipo de Mikio Morii, del Instituto RIKEN en Japón, y Nobuyuki Kawai, del Instituto Tecnológico de Tokio, en la misma nación.
La llamativa emisión de rayos X fue captada por el observatorio MAXI el 11 de noviembre de 2011 (11-11-11, para los amantes de las curiosidades matemáticas en el calendario), catalogándose con el nombre de MAXI J0158-744, y corresponde a una explosión, en forma de nova, desencadenada en un sistema binario de una enana blanca y una estrella gigante azul.
El observatorio MAXI, gestionado por la Agencia de Exploración Aeroespacial del Japón (JAXA), está instalado en el exterior del módulo Kibo, de la Estación Espacial Internacional.
Una enana blanca es una estrella que ha perdido la capacidad de sostener la fusión nuclear, lo que significa que ya no puede generar su propia energía. Cuanto más grande sea la enana blanca, mayor es la fuerza de la gravedad, lo que, en las circunstancias adecuadas, la convierte en una candidata muy probable a ser nova. La gravedad de la enana blanca le permite succionar materia de fuentes cercanas, incluyendo estrellas muy próximas, por ejemplo el otro miembro en un sistema estelar binario. Esta absorción de materia provoca un lógico aumento de masa en la enana blanca. Este aumento de masa puede propiciar una explosión termonuclear, visible como el estallido al que los astrónomos llaman nova.
El análisis de los datos reunidos por el observatorio MAXI y por otros apoya la idea de que la enana blanca en la que se desencadenó la explosión en forma de nova que se ha analizado, es pequeña y pesada, lo que significa que la gravedad en la superficie es fuerte. Debido a la fuerte gravedad, sólo se requiere una pequeña cantidad de materia tomada de su compañera estelar para que en la enana blanca se alcance una densidad y una temperatura propicias para activar la reacción nuclear que da origen a la explosión, manifestada como una nova.
Las novas como la analizada en el nuevo estudio son similares a una bomba de fusión nuclear, y su estudio ayuda a los investigadores a entender mejor la física subyacente en esas explosiones. La enana blanca se encuentra en la cercana galaxia conocida como Pequeña Nube de Magallanes, situada solo a unos 200.000 años-luz de distancia.
Cuando se genera una nova, la cantidad de masa perdida por la enana blanca varía. En el caso de la nova estudiada, la masa perdida parece que fue poca.
Copyright © 1996-2014 Amazings® / NCYT® | (Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com). Todos los derechos reservados.
Depósito Legal B-47398-2009, ISSN 2013-6714 – Amazings y NCYT son marcas registradas. Noticiasdelaciencia.com y Amazings.com son las webs oficiales de Amazings.
Todos los textos y gráficos son propiedad de sus autores. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin consentimiento previo por escrito.
Excepto cuando se indique lo contrario, la traducción, la adaptación y la elaboración de texto adicional de este artículo han sido realizadas por el equipo de Amazings® / NCYT®.