Cinco días después de que sonaran las alarmas que advertían de una posible fuga de radiación en la Planta Piloto de Aislamiento de Desechos (WIPP, por sus siglas en inglés), ubicada cerca de la comunidad de Carlsbad, en el sureste de Nuevo México, EE. UU., el Departamento de Energía (DOE) estadounidense ha alertado que ha encontrado rastros de radiación en la superficie.
Especialistas que monitorean el único depósito subterráneo de desperdicios nucleares de Estados Unidos alertaron este miércoles que han encontrado rastros de radiación en la superficie, aproximadamente un kilómetro al noroeste de la instalación.
El Centro de Investigación y Monitoreo Ambiental de Carlsbad, una división de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Estatal de Nuevo México, ha informado de que las pruebas realizadas este día registraron pequeñas cantidades de americio y plutonio en un filtro de aire de una estación de muestreo.
“Los niveles detectados durante este periodo de tiempo son más altos que los niveles normales de fondo de radiactividad de los elementos transuránicos que comúnmente se encuentran en esta estación de muestreo”, ha precisado Russell Hardy, director del Centro.
Asimismo, ha explicado que el registro de estos niveles parece indicar una pequeña liberación de partículas radiactivas en los breves momentos que siguieron al evento de radiación, y cuando el sistema de ventilación del WIPP cambió al modo de filtración.
El WIPP es administrado por el Departamento de Energía (DOE) de Estados Unidos. La dependencia informó que aun no se autoriza a sus empleados bajar a las instalaciones subterráneas desde la fuga del pasado 14 de febrero.
A principios de este mes en curso un incendio se desató en un vehículo subterráneo que llevaba sal química a la planta, que se utiliza para la eliminación de residuos radiactivos derivados de la fabricación de armas nucleares. Sin embargo, los investigadores han descartado que los dos eventos estén relacionados.
WIPP es el primer y único repositorio geológico de residuos nucleares a gran profundidad del país, y donde se depositan desechos contaminados con plutonio procedentes del Laboratorio Nacional de Los Álamos y otros proyectos nucleares federales.