- La comisión tenía concertadas de antemano entrevistas con el gobernador saharaui en la zona, organizaciones civiles saharauis y miembros de la MINURSO
- “Llevaremos a la ONU nuestras protestas y tenemos previsto ponernos en contacto con el ministerio de Asuntos Exteriores, ya que no existía ningún motivo para impedirnos la entrada”, asegura el activista de CEAS-Sáhara
La delegación oficial de la Federación de Asociaciones de Defensa y Promoción de Derechos Humanos. CEAS-SÁHARA
La comisión, que viajaba en un vuelo de la compañía Binter, llegó al aeropuerto de El Aaiún a las 13.30 horas. Una vez que todos los pasajeros abandonaron el avión, los cinco miembros de la delegación permanecieron “retenidos”. “Nos pidieron el pasaporte, algo que no es muy habitual pero no nos negamos para evitar fricciones, al final se presentó una autoridad marroquí que dijo ser el alcalde de El Aaiún y nos leyó un comunicado en el que se nos impedía la entrada”, declara Jiménez.
La federación realiza “un trabajo de observación de derechos humanos“, recalca el activista. La comisión tenía concertadas de antemano entrevistas con el gobernador saharaui en la zona, organizaciones civiles saharauis y miembros de la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO).
Las autoridades marroquíes acusaron a los observadores de “ser partidarios de la otra parte”, describe Jiménez. “Les preguntamos ¿quién es esa parte?, y tratamos de explicarles que nuestros interés recae sobre todo el pueblo saharaui”, señala. A pesar de no existir “motivos ni argumentos que justificaran nuestro rechazo”, la delegación no consiguió entrar en territorio marroquí. La federación explica que ni el Gobierno español ni el Ejecutivo marroquí se han manifestado ante lo ocurrido. “Llevaremos a la ONU nuestras protestas y tenemos previsto ponernos en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores, ya que no existía ningún motivo para impedirnos la entrada”, asegura el activista de CEAS-Sáhara.
Los acontecimientos de la mañana de este viernes “demuestran que se está actuando con absoluto capricho y por encima de cualquier ley“, denuncia Jiménez. No es la primera vez que Marruecos impide la entrada de observadores internacionales. “Entrar en el Sáhara es una lotería: a veces entras y a veces no”, subraya.
La delegación estaba formada por Nuria Díaz, representante de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Sarai Martín, de la organización Mundubat, José Taboada y Santiago Jiménez, activistas de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS) y Carmelo Faleh, secretario general de la Asociación Española para el Desarrollo y la Aplicación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.