Una de las modas del momento es el ‘crowdsourcing’, concepto por el cual, dicho así a lo bruto, los usuarios de un determinado sistema, son los que le aportan datos.
Los sistemas van desde financiar proyectos (crowdfunding) a redactar constituciones como en Islandia, o a vigilar las calles, y ahora Internet. Y de vigilar Internet va la campaña “Vigilantes de la red“, lanzada por el Ministerio de Interior.
La intención es que nosotros, los ciudadanos, identifiquemos los delitos que se lleven a cabo por la red y, mediante un plugin, mandemos un aviso a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Aunque desde el Ministerio aseguran que la delac… perdón, el aviso se realiza “de forma anónima“, uno no puede si no recordar el mantra repetido por el actual ministro, y todos sus colegas del mundo ‘civilizado’. Aquello que dice que “hay que acabar con el anonimato en Internet“.
En fin, que la campaña de los neo Vigilantes viene lanzada por el ministro que asegura que la culpa del Terrorismo Internacional la tiene la propia red, así que estaría bien ir pensando sobre ello.
Como bien dicen desde el Ministerio, “hacer frente al cibercrimen es una de las tareas de la Guardia Civil“, personas profesionales y capacitadas para luchar contra el crimen. Los ciudadanos de a pie no tienen por qué realizar dichas tareas. Es más, no deben realizar estas tareas.
Externalizar la identificación de delitos lleva a un aumento terrible de ‘falsos positivos’, y en el plano ‘físico’ fuera de la red, ha llevado a la detención de personas que transitaban por la calle con su reproductor MP3, porque alguien ‘vio a un sospechoso caminando por la calle con algo parecido a una pistola‘.
Que no nos engañen. Ésta no es una campaña de ‘responsabilidad social corporativa‘ de la Guardia Civil. La ley y el orden los deben vigilar y aplicar los profesionales designados para ello. Cualquier otro uso es una perversión de los conceptos, y es muy peligroso. En la práctica, y como concepto.
Los ciudadanos no debemos vigilar a los criminales, si no a nuestros representantes. Y debemos hacerlo antes sea declarado una actividad ‘terrorista’, aunque ciertas actividades recientes no es que ayuden demasiado precisamente.