En medio de la fiebre generada por el primer eclipse lunar del año, la NASA se olvidó de avisar sobre un asteroide que se acercaba peligrosamente a la Tierra.
El 2009 DD45 pasó a sólo 78.500 kilómetros de nuestro planeta, y pudo haber arrasado con un poblado completo, ya que su diámetro de 47 metros era muy similar al que cayó hace algún tiempo en Siberia; y destruyó más de 2.000 metros cuadrados de zona boscosa.
«Ningún objeto de ese tamaño o mayor ha sido observado nunca tan cerca de la Tierra«, dijo Rob McNaught, científico del observatorio australiano de Siding Spring.
Lo aún más grave del asunto, es que nadie en la NASA se dio por enterado de la proximidad del cuerpo espacial, sino hasta dos días antes de su paso por la Tierra. El punto más cercano a su trayecto fue el océano pacífico, a la altura de Tahití.