Bueno no hay que decir el «símbolo» que es nada más entrar al FMI subirse el sueldo un «11«%, es como hacer un anuncio público de a quien sirve.
La nueva directora del FMI cobrará un salario anual de 323.485 euros más un suplemento de 57.912 euros que no tendrá que justificar como lo usa. En contrapartida, se le exige unos estándares de “conducta y ética”
Fuente Economía Digital:
En contrapartida, en el nombramiento de Lagarde se ha incluido una cláusula que Strauss-Khan no tenía: cumplir con estándares “de conducta y ética” coherentes con valores de “integridad, imparcialidad y discreción”. Concretamente, el Fondo advierte que la nueva dirigente “se esforzará en evitar cualquier muestra de incorrección en su conducta”. Además, le recuerda que tiene “un deber exclusivo de lealtad” y tendrá que evitar conflictos relacionados con su figura. Podrá conservar su afiliación a la Union pour un Mouvement Populaire (UPM) pero se le ha vetado la participación en cualquier actividad partidista política.
Por otra parte, el FMI deja claro que Lagarde siempre viajará en primera clase y tendrá un período vacacional “razonable”. También dispondrá de tres días libres al año por asuntos personales, entre ellos se destaca la posibilidad de usarlos para hacer una mudanza.
Gastos del cónyuge
En los términos del nombramiento de la nueva directiva, la institución indica que el Fondo reembolsará los gastos que realice en el desempeño de su nueva función. Un privilegio que también tiene los 24 directores ejecutivos de la institución, así como los gastos que estén justificados y no se recojan en las dietas. Entre otros, los correspondientes a los desplazamientos en los que también se incluya el cónyuge del directivo, tanto por las juntas que se celebren fuera de Washington como cualquier otro acto que “sea del interés del Fondo”.
A la retribución de Lagarde se le aplicará anualmente la subida del IPC en Washington. Además, tendrá derecho a una pensión vitalicia y a un fondo de pensiones, que variará en función de la duración de su mandato.
En total, unas condiciones mucho mejores que las que tenía hasta la fecha como ministra de Finanzas del Gobierno francés. Según recoge la prensa gala, cobraba anualmente 161.652 euros (como el resto de los ministros) más una retribución de 4.095 euros mensuales por haber sido concejal en el Ayuntamiento de París.
Sin novedad en el frente. ¿Habrá alguien tan ingenuo o ignorante que opine que el artículo es una «rareza», que ya no existen ni la ética, ni la estética, ni el sentido común?