Una de las multiples provisiones del Tratado Anti-Falsificación ACTA es que las autoridades federales norte-americanas están capacitadas para actuar en suelo de los países firmantes.
En la práctica y a lo bruto, significa que, en los países que aprueben ACTA, las autoridades americanas tienen vía libre para ‘invitar’ a la creación y modificación de las leyes locales.
Bueno, de hecho la tienen aún cuando no existe ningún tratado, como se demostró con la Disposición Segunda, conocida como la Ley Sinde.
Uno podría pensar que mientras no esté aprobado dicho tratado, se está a salvo de las garras de los muchos departamentos federales como el de Justicia o el de Immigración y Aduanas.
No es el caso de aquellos pendientes de una solicitud de extradición por administrar una página web de enlaces, como Richard O’Dwyer.
El caso es que en el Reino Unido, administrar una página de enlaces no es delito, según una sentencia judicial del mes de Febrero, por lo que a O’Dwyer se le retiene por algo que es presuntamente legal en su país.
La base legal en la que se pretenden justificar las acciones del departamento de Immigración estado-unidense es que se trata de un dominio .com, y el registro de éstos dominios, junto con los .net, son monopolio exclusivo de Verisign, una empresa con sede en Virginia.
Si, existen múltiples empresas de registro de dominios, pero éstas no hacen más que comprar licencias a mayoristas como Verisign para luego ‘revenderlas’ en forma de tudominio.com
Y es así como aparece (en este caso aparece literalmente de la nada) el enlace necesario, según el cual un ciudadano de cualquier país del mundo puede ser juzgado en los Estados Unidos por “infracción de copyright”, aún cuando su país de origen no sea firmante del ACTA, no haya cometido ningún delito en su país y los servidores no estén situados en los Estados Unidos: registrar un dominio mediante una empresa estadounidense.
Erik Barnett, uno de los altos cargos del departamento de Immigración y Aduanas, realiza los conocidos malabarismos para afirmar esas justificaciones:
Por definición, toda la infracción de copyright y de marca es transnacional. La cantidad de robo de propiedad intelectual domestica es muy pequeña.
Barnett también usó uno de los ejemplos típicos asociados a la ‘infracción de copyright’, el del narcotráfico:
La mayoría del tráfico de drogas se realiza mediante intermediarios – raramente se le da el dinero a la misma persona que entrega la droga. Creo que la pregunta es, ¿es cualquiera de éstas personas implicadas menos culpable?
De éste modo, el Gobierno Federal de los Estados Unidos encabezado por el Premio Nobel de la Paz ( y salvador del mundo), Barack Obama, mediante su brazo de Immigración y Aduanas, reclama la soberanía sobre todos los dominios de Internet .com y .net registrados mediante empresas norte-americanas… de momento…
No hace mucho comentábamos cual es la función real de la ICANN, así como las maniobras del organismo para ‘facilitar’ la retirada y secuestro de los dominios .net (por mucho que secuestrar dominios no sea una medida efectiva, pero bueno…) …
Cuando todo falla, siempre queda hacer una pirueta legal. El ACTA es una mera excusa.
Vía | The Guardian