La tensión en el Mar de China puede acabar con una paz de 25 años en Asia

HONG KONG (CNN) — El Mar de China, un espacio de 1.3 millones de millas cuadradas (3,438 metros cuadrados) del océano Pacífico entre China y varias naciones del sureste Asiático, está dotado de cientos de islas inhabitadas y arrecifes de coral que son hogar de vida marina.

También debajo de sus olas están potenciales reservas gigantes de gas natural y petróleo. Un chino estimó que existen hasta 213,000 millones de barriles de petróleo en el Mar de China, que si es cierto, lo haría la reserva más grande de petróleo afuera de Arabia Saudita, de acuerdo con la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.

Ese prospecto ha llevado a discusiones entre China, Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei y Taiwán. Una serie de incidentes entre embarcaciones chinas y vietnamitas en el mar ha aumentado la disputa entre los vecinos comunistas, creando relaciones de compañerismo extrañas, ya que Hanoi busca estrechar lazos militares con sus enemigos históricos en Washington.

El Mar de China se ha convertido en una caja de petri de posibles cambios geopolíticos en el paisaje, dicen analistas, cuando China que está creciendo se enfrente al poder económico y militar establecido de Estados Unidos.

«El cómo se resuelvan estas disputas nos dirán cómo se desarrollará la política en Asia por los próximos 20 a 30 años», dijo Mark Valencia, un miembro en el Programa de Investigación Nacional en Asia sobre la disputa del Mar de China. «Este será un plano».

¿Por qué pasa ahora?

Las apuestas que están en juego en el Mar de China no son nuevas. Las reivindicaciones territoriales de las islas datan de décadas, sino es que de siglos atrás, de acuerdo con algunas de la naciones que compiten por la apropiación del mar.

La disputa se hizo notar en junio cuando oficiales de defensa de 28 naciones en el Pacífico asiático se reunieron en el hotel Shangri-La en Singapur. China, por primera vez, envió a su más alto mando a la reunión anual, el general Liang Guanglie, quien habló acerca de la naturaleza pacífica de China y su enfoque sobre el desarrollo cooperativo y de seguridad en la región.

Esta oferta de paz fue vista con escepticismo, dijo Alan Dupont, un analista de seguridad regional que estuvo en la reunión. «La sala estaba llena, y hubo muchas preguntas hostiles dirigidas a China de participantes de Asia y Estados Unidos», dijo Dupont, director del Centro de Estudios de Seguridad Internacionales en la Universidad de Sydney.

Muchas de las preguntas parecen reflejar un temor a la creciente asertividad de China en las aguas en disputa. A finales de mayo, el Ministerio vietnamita de Defensa informó que una lancha patrullera china cortó un cable sumergido de un barco de investigación de petróleo y gas operados por PetroVietnam, la empresa estatal de energía. Un incidente similar ocurrió el 9 de junio -sólo cuatro días después del mensaje de Liang- cuando una lancha patrullera china cortó los cables de un barco vietnamita que hacía estudios sísmicos en su costa sur, informó el ministerio de Relaciones Exteriores de Vietnam. Beijing insiste en que los barcos vietnamitas habían estado vigilando ilegalmente las aguas chinas y acosando a embarcaciones pesqueras chinas.

Vietnam no es la única nación peleando con las lanchas patrulleras chinas. Filipinas, en la frontera oeste con el Mar de China, también reportó que barcos chinos cortaron los cables de un barco de investigación y amenazó con embestir sus barcos en marzo, de acuerdo con el ministerio de relaciones exteriores de Manila.

China alega que ambas naciones estaban explorando en aguas en disputa. China dice que no tiene la culpa. «Si usted quiere saber por qué hay tensión en el Mar de China, creo que tiene que ir y preguntarle al país o países que han hecho todas las provocaciones», dijo Lei Cui, viceministro chino del Ministerio de Relaciones Exteriores, a CNN en una rara entrevista.

¿Cuánto petróleo y gas hay debajo del mar?

China alega que podría haber suficiente petróleo y gas para hacerle competencia a las reservas de Arabia Saudita, pero esos alegatos todavía no se comprueban, de acuerdo con un reporte de la Administración Información de Energía de Estados Unidos. Aún así, hay pozos probados en el Mar de China para tentar a las naciones, lo que explicaría los incidentes recientes con las naves de investigación de gas y petróleo.

«Creo que la razón crítica ahora el incremento en la tensión porque aumenta la inseguridad sobre la energía en la región, particularmente en China», dijo Dupont.

Las naciones más pequeñas de la región sienten la presión para hacer valer sus reclamaciones por los derechos del petróleo y la pesca, o arriesgarse a perder frente a una China más asertiva, dijeron analistas.

«Hay un sentimiento en los estados costeros, como Vietnam y Filipinas, que necesitan utilizar la zona económica con urgencia, por lo que requieren atrapar más peces ahora, necesitan descubrir más petróleo ahora», dijo James Manicom, un experto en conflictos marítimos de la Escuela de Asuntos Internacionales Balsillie en Waterloo, Canadá.

¿Por qué tantas naciones reclaman las aguas?

En el corazón de ambas disputas hay un término de ley internacional marítima conocida como «Zona Económica Exclusiva», en donde las naciones se les permite derechos exclusivos de pesca y desarrollo de los recursos dentro de las 200 millas náuticas de las costas de un país. Esto ha creado un interés de las naciones por agarrar islas deshabitadas -a menudo poco más que atolones rocosos- para extender su zona.

China tiene la demanda más amplia, que abarca todas las islas Spratly en el sur del océano y las islas Paracel hacia el norte, en esencia la mayoría del Mar de China. Taiwán y Vietnam también reclaman la totalidad de los dos grupos de islas, mientras que Malasia, Brunei y Filipinas dicen que les pertenece parte de las islas Spratly.

«Me parece que los estados del este asiático, que actúan como si fueran dueño de ello, la posesión es nueve décimas de la ley», dijo Manicom.

Hay un montón de petróleo que se produce a lo largo de las zonas costeras indisputable del Mar de China. Brunei, Malasia y Vietnam son exportadores netos de petróleo, mientras que China también produce una buena parte de su crudo, en la costa desde el Mar del Sur de China, dijo Kang Wu, experto en energía del Centro Este-Oeste en Honolulu.

«Si ellos quieren desarrollar la producción y reducir el declive de los campos petroleros viejos, un cambio hacia aguas más profundas para la perforación se ha vuelto importante para todos los países involucrados», dijo Wu.

¿Cuál es el rol de Estados Unidos en todo esto?

Estados Unidos -que cuenta con un tratado de defensa con Filipinas- acordó ayudar a la modernización militar de Manila, durante una visita a Washington del secretario de Relaciones Exteriores, Albert del Rosario. «Aunque somos un país pequeño, estamos dispuestos a hacer lo necesario para hacer frente a cualquier acción agresiva en nuestro patio trasero», dijo Del Rosario en una conferencia de prensa con Hillary Clinton, la secretaria de Estado.

Estados Unidos se involucró en el conflicto marino hace un año cuando Clinton asistió a la reunión anual de defensa en Shangri-La, Singapur. Clinton sacudió a Beijing, cuando se ofreció a mediar en el conflicto y sugirió que una solución pacífica estaba en los intereses nacionales de Estados Unidos. En ese momento, el canciller chino, Yang Jiechi, calificó los comentarios de Clinton como «un ataque a China.»

Washington cambió de táctica el año pasado después de una reunión de defensa de alto nivel en la que Beijing le dijo a Estados Unidos que el Mar de China era una «de las principales preocupaciones de seguridad de China», dijo Dupont.

«Anteriormente, sólo el Tíbet, Xinjiang y Taiwán fueron mencionados como una ‘preocupación central de la seguridad'».

Beijing considera a Taiwán una provincia rebelde y las luchas con los movimientos separatistas en el Tíbet y Xinjiang, más lo que se menciona del Mar de China Meridional «realmente hicieron sonar campanas de alarma en Washington, y llevaron a Clinton a Singapur», dijo Dupont.

Las rutas de navegación del Mar de China se encuentran entre las más activas del mundo y una línea vital para el hambre creciente de China por materias primas como petróleo, gas natural y mineral de hierro.

Para protegerse de una China más asertiva, naciones del sudeste asiático están recurriendo a Washington. Vietnam y Estados Unidos han anunciado una nueva ronda de ejercicios militares conjuntos, y Estados Unidos celebró recientemente ejercicios conjuntos con Filipinas. «Ha habido compromisos rápidos de defensa (con Estados Unidos) en los últimos 12 meses», dijo Dupont. «Filipinas da la bienvenida a Estados Unidos de nuevo después de correrlos de sus bases navales hace unos años».

«Esto es una oportunidad para que Estados Unidos vuelva a Asia por la puerta grande», añadió Manicom.

¿Quién es el malo aquí?

La ofensiva del general Liang en Singapur a principios de junio -y en un viaje similar a las Filipinas después del incidente de marzo con un buque filipino- muestra la preocupación de Beijing acerca de las crecientes tensiones en la región, dicen los analistas. Sin embargo, varios advierten que culpar a China sería una mala interpretación de las fuerzas que actúan en el Mar de China.

«De lo que están hablando es de dar rienda suelta a sus barcos y aviones espía», dijo Valencia. «Desde la perspectiva China dicen ‘sí, tendrás derecho a la libertad de navegación, pero ¿eso significa que puedes meter un EP-3 (un avión de reconocimiento de la Marina de Estados Unidos) hasta la cocina cada vez que quieras?'».

En disputas recientes entre Vietnam y Filipinas «China dice que no fue el que dio el primer paso», dijo Wu. «China sostiene que esos otros países fueron más a fondo en las áreas disputadas. La reacción de China se cree que es más firme que en el pasado. Por un lado, una reacción más firme es diferente de una tímida reacción. Por otro lado, más firme no significa que China está a punto de hacerse cargo de las áreas en disputa por la fuerza».

«China ha hecho todo lo posible para mantener la estabilidad en la región, y siempre creemos que cualquier disputa, cualquier posible controversia sobre el territorio, sobre el agua en el Mar de China, debe ser resuelta mediante negociaciones bilaterales y del diálogo», dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Cui, a CNN.

«Todavía tenemos la misma postura», añadió.

Mientras que China aparentemente quiere limar las disputas territoriales de forma individual con cada país implicado, sus vecinos tiene otras ideas. «Las naciones del sudeste asiático están comenzando a reunirse y hablar sobre enfoques comunes hacia China, que es lo último que Beijing quiere», dijo Dupont.

La creciente brecha ha erosionado gran parte de la buena voluntad que China ha construido con sus vecinos como con todas las economías de la región que se beneficiaron de la subida de Beijing en el poder financiero, superando a Japón el año pasado como el segundo país más rico del mundo, dicen los analistas. «Ya sea bueno o malo, China parece el malo de la película», dijo Manicom. «Esa percepción es un problema».

¿Por qué aumentaron los riesgos?

El miedo en todas partes es que el tenor creciente del debate Mar de China, junto con el aumento de la participación militar de Estados Unidos, es la creación de una Guerra Fría en el siglo 21 en el sudeste de Asia. Tensiones en torno a una disputa similar perenne entre China y Japón con respecto a un grupo de islas en el Mar Oriental de China se desbordó el año pasado cuando Japón detuvo a la tripulación de un velero chino, lo que provocó manifestaciones nacionalistas en ambos países y una guerra de palabras al más alto nivel entre Tokio y Beijing.

Manifestaciones similares estallaron recientemente en Vietnam sobre las reivindicaciones territoriales en el Mar de China, y hackers de ambos lados han atacado sitios web del país contrario, publicando imágenes y mensajes nacionalistas, de acuerdo con reportes de la prensa china. El sábado, las autoridades vietnamitas y chinas se reunieron y prometieron una solución pacífica a la conflicto marino, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Sin embargo, los manifestantes se reunieron el domingo en la embajada de China en Hanoi por cuarta semana consecutiva de manifestaciones, de acuerdo con reportes de la prensa local.

Existe una preocupación creciente de que un sentimiento nacionalista podría obligar a las naciones a adoptar un tono más beligerante, tanto en el mar como en las negociaciones. «El gran temor no es que ninguno de los países quiera tener un conflicto; pero a medida que estas tensiones aumentan, los países son empujados a una posición doméstica que les lleva a tomar una línea más dura», dijo Dupont. «La gran preocupación es un error de cálculo, la incomprensión y la mala percepción».

«Acabamos de salir de, probablemente, los 25 años más tranquilo que Asia jamás ha visto nunca», añadió Dupont. «Estamos en un punto de inflexión aquí en este momento y los próximos 12 o 18 meses podrían ser muy importantes».

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