«Europa también carga con la responsabilidad de detener el tráfico de órganos a nivel mundial”, dijo Frederike Ambagtsheer, investigador de la Universidad Hospital Erasmus MC en Rotterdam
La Gran Época
–LA HAYA, Países Bajos— Doctores, profesionales de la ley y de cuerpos policiales se juntaron en las oficinas centrales de Europol en La Haya el 21 de noviembre para discutir el tráfico de humanos para sustracción de órganos (THBOR por sus siglas en inglés). THBOR se refiere a cuando un paciente viaja a otro país y recibe un órgano resultado de la coerción o el uso de fuerza.
“Realizamos una encuesta sobre profesionales de trasplante de órganos en los Países Bajos y casi la mitad de los doctores han tratado a pacientes que fueron al extranjero y en la mayoría de los casos sospecharon queel riñón fue comprado ilegalmente en Pakistán, Irán y China”, dijo Frederike Ambagtsheer, investigador de la Universidad Hospital Erasmus MC en Rotterdam.
“Nuestra conclusión es que Europa también carga con la responsabilidad de detener el tráfico de órganos a nivel mundial”, dijo.
Ambagtshee es parte del proyecto Tráfico de Órganos Humanos para Trasplante (HOTT por sus siglas en inglés), un proyecto de investigación iniciado hace dos años con fondos de la Comisión Europea.
Hasta el momento, el trabajo de los investigadores de HOTT ha sido revisar publicaciones sobre tráfico de órganos y casos publicitados de redes de tráfico de órganos que fueron investigadas por la policía. Están también entrevistando a pacientes europeos que han viajado al exterior por trasplantes y están trabajando en generar conciencia sobre el asunto.
Al menos 25 de los 28 estados miembros de la Unión Europea han adoptado leyes nacionales sobre el tráfico de personas luego de que la UE pasó la legislación en 2011 delineando el criterio y castigos por tráfico de humanos.
“Esta es una ley contra el tráfico para toda forma de explotación”, dijo Myria Vassiliadou, coordinadora antitráfico de la UE, aclarando que la directiva incluye el tráfico para sustracción de órganos.
Destinos para los trasplantes
Uno de los países identificados por el proyecto HOTT como destino de pacientes europeos para conseguir un trasplante, fue China.
China realiza 10.000 trasplantes de órganos por año según el ex ministro de salud chino, Huang Jiefu —el segundo en el mundo luego de EE.UU.
Sin embargo, a diferencia de EE.UU., los órganos de China no son quitados de donantes voluntarios.
China dice que usa una combinación de prisioneros condenados a muerte (el número exacto se mantiene bajo secreto de estado), y donaciones. Sin embargo, se está haciendo más ampliamente conocida la evidencia acumulada de que China usa principalmente prisioneros de conciencia, y en mayor parte de practicantes de la práctica espiritual Falun Gong, la cual ha estado perseguida en China desde 1999.
El Parlamento Europeo pasó una resolución sobre la sustracción forzada de órganos en China en diciembre de 2013.
En ella declara que hay “informes creíbles y persistentes de una sustracción sin consentimiento, sistemática y organizada por el estado, sobre prisioneros de conciencia en la República Popular de China, los que incluye un gran número de practicantes de Falun Gong encarcelados por sus creencias religiosas, como también miembros de otros grupos religiosos y minorías étnicas”.
Otros países donde los pacientes van para trasplantes de órganos incluyen Pakistán, India y Colombia. No obstante, en ninguno de estos lugares se lucran con los órganos en la escala en que se hace en China y con apoyo institucional. De hecho, es ilegal bajo leyes internacionales pagar por cualquier órgano, una ley que intenta proteger al pobre de ser explotado por sus órganos.
Detener el crimen
El primer paso para combatir este crimen, según los organizadores del simposio, es generar conciencia en Europa.
“E identificar el problema, en una forma multidisciplinaria, porque muchos doctores no son realmente conscientes de los asuntos sobre el tráfico de órganos”, dijo Corinne Dettmeijer-Vermeulen, la Reportera Nacional Holandesa sobre Tráfico en Seres Humanos y Violencia Sexual.
Una forma de combatir el turismo ilegal de trasplante es establecer registros nacionales de pacientes que han recibido trasplantes de órganos dentro de la UE. Esto haría más fácil identificar aquellos que han viajado al extranjero por un órgano, y quienes habrían obtenido uno ilegalmente.
Los doctores pueden también proveer información sobre trasplantes que sus pacientes hicieron en otros países mientras mantienen la identidad de ellos anónima. Esto ayudaría a enjuiciar a los que comercian y lucran de THBOR sin involucrar a los pacientes.
“Ellos deberían informar al hospital o clínica o a la ciudad, al país o al doctor dónde fue el paciente y recibió el trasplante ilegal para que la policía pueda investigar a los facilitadores del trasplante”, dijo Ambagtsheer.
En cuanto a cómo pueden ayudar a los profesionales médicos las autoridades del orden público, Alex Capron, un profesor de leyes, políticas, y éticas médicas en la Universidad de Southern California, sugiere que deberían proveer educación legal sobre THBOR y sobre qué constituye un delito a los ojos de la ley.
“Los profesionales del trasplante necesitan que los fiscales les hablen en sus reuniones sobre la importancia de la ley y por qué existe, para evitar la explotación de la gente”, dijo Capron.
El proyecto HOTT terminará en 2016 pero los coordinadores esperan poner las recomendaciones hechas en el simposio en práctica mucho antes de esa fecha.
La Gran Época
No hay un tráfico más criminal que el de órganos humanos.
Y si no lo legalizamos, lo permitimos o damos las condiciones para que se produzca.