Los últimos datos divulgados por el Gobierno español muestran las devastadoras consecuencias que la reforma laboral de Mariano Rajoy ha tenido para los trabajadores.
Desde que fue aprobada en febrero de 2012 hasta el pasado mes de mayo, se pusieron en marcha nada menos que 66.272 expedientes de regulación de empleo (ERE). Esta cifra casi duplica la de los dos años anteriores.
El resultado de la reforma laboral es aún más calamitoso si se atiende al número de afectados por los ERE: 877.411 en los veintisiete meses transcurridos desde su entrada en vigor hasta mayo de 2014.
Durante ese tiempo, se vieron inmersos en algun tipo de expediente de regulación de empleo más de mil trabajadores diarios. Las empresas que aprovecharon las amplias facilidades concedidas por el Gobierno de Rajoy para despedir trabajadores fueron 50.762, frente a las 43.132 de los tres primeros años de la crisis.
Siguen los despidos
Uno de los hipotéticos objetivos de la reforma laboral, que era frenar los despidos colectivos en beneficio de las suspensiones temporales de contrato y la reducción de jornada, no se ha conseguido. Aunque el recurso a estas dos últimas opciones ha aumentado, los ERE continúan siendo una vía habitual para eliminar definitivamente empleo. Desde febrero de 2012, en concreto, se han llevado por delante 158.774 puestos de trabajo, con una media anual muy superior a la correspondiente al periodo 2009-2011.
Los empleos perdidos para siempre como consecuencia de un ERE y los que han quedado en suspenso temporalmente suman 698.284, sólo desde la entrada en vigor de la reforma laboral. A esa cifra hay que añadir 179.127 reducciones de jornada, que conllevan un indeseado deterioro de las condiciones laborales, al menos cuando no son voluntarias y los trabajadores tienen que aceptarlas como mal menor. La crisis ha empujado a esta situación a un total de 236.651 personas, sin contar las que han llegado a ella al margen de un ERE.
Sin acuerdo
Otro efecto de la reforma laboral que muestran los datos oficiales divulgados esta misma semana por el Gobierno es el empeoramiento en las relaciones entre empresarios y sindicatos como consecuencia de los procesos de reducción de personal. Del conjunto de despidos colectivos habidos entre febrero de 2012 y el pasado mes de mayo, un 23% se cerraron sin acuerdo, mientras la media de los tres primeros años de la crisis fue del 12% y antes de que ésta empezara había conformidad en nueve de cada diez casos.
La limpia de las empresas en sus plantillas al calor de la reforma laboral ha sido tan rápida y tan intensa que ya poco margen les queda, como ponen de manifiesto los últimos datos divulgados por el Gobierno. De ahí que, entre enero y mayo de este año, el número de ERE se redujera a la mitad respecto a los cinco primeros meses de 2013. Aún así, perdieron su empleo mediante ese procedimiento 16.634 trabajadores, otros 43.739 vieron suspendidos sus contratos temporalmente y 16.925 sufrieron una reducción de jornada.
Vicente Clavero / Público
http://www.librered.net/?p=34504
Como no espabilen…..
¡Y siguen esperando que venga un partido político a salvarnos de esta mafia!.
¡Que absurdo!
Que no vendrá nadie a sacarnos las castañas del fuego.
Que somos nosotros los que tenemos que sacarlas,
esa es y será la ley desde que el mundo es y será mundo.