Michael Hayden es un general retirado de cuatro estrellas de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. Además de esto, y de su apariencia (una vez sin uniforme) de venerable vecino que te ayuda con la cortadora de césped, fue el jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la CIA bajo el mandato de Bush hijo, y parte del mandato de Obama.
Durante su mandato como director de la NSA se llevaron a cabo las escuchas ilegales a los propios ciudadanos americanos, y la creación de una base de datos de llamadas de teléfono domésticas: quién llamó a quién y cuando.
Luego, Bush le designó director de la CIA, y Hayden continuó su cruzada para aumentar la vigilancia doméstica sobre los ciudadanos de los Estados Unidos, bajo la excusa del terrorismo global.
Luego fue sustituido por Leon Panetta, y se fue al sector privado, concretamente a la empresa de Michael Chertoff, que había sido el segundo Secretario de Seguridad Nacional entre 2005 y 2009 también bajo los mandatos de Bush y Obama.
Chertoff es co-autor de la US Patriot Act, responsable del muro de más de 1000 kilómetros en la frontera gringo-mexicana y dirige Chertoff Group, una consultora de seguridad que, entre otras, asesora a la empresa Rapiscan, los fabricantes de los escaners de cuerpo entero o porno-matones, que, casualmente, su POTUS exportó allende los océanos del mundo.
Ah, y también trabaja para una empresa a la que el Gobierno progresista y de izquierdas de España le pagó 3 millones de euros para desarrollar un sistema para monitorizar a los internautas y periodistas.
El General Hyden hizo muy bien su trabajo, y lo sigue haciendo. El viernes pasado asistió a al Foro de Seguridad Aspen para dar una ponencia. En ella dejó entrever lo que está por venir en el siguiente paso del plan de la ciber-paranoia.
Hyden aseguró que el Departamento de Defensa debería permitir, en un futuro no demasiado lejano, crear un sistema de mercenarios digitales, en lo que sería una versión digital de la tristemente conocida empresa privada Blackwater, contratista de Defensa para pacificar Irak.
Involucrar al sector privado puede ser una de las mejores nuevas ideas en términos de como debemos actuar en éste nuevo ciber-escenario. Si tiramos hacia atrás en la historia, siempre hubo tiempos en los que el sector privado se encargaba de la seguridad. Podríamos llegar a un punto en el que la defensa se definiría de forma más activa y agresiva aún para el sector privado, y lo que se permite hacer ahí es algo que nunca dejaríamos hacer al sector privado en un espacio físico normal… Déjenme lanzarles una idea para una pegatina de parachoques. ¿Qué les parecería un Blackwater digital?
Hayden también añadió que, ya se han privatizado ciertos aspectos en la defensa del país, y que a veces el sector privado se expande para cubrir las deficiencias del público. Dijo que él, precisamente, no era partidario de hacerlo, pero que va a tener que pasar, y pronto.
Y se quedó tan ancho.
¿Adivinan quien va a organizar a los mercenarios digitales encargados de pacificar Internet?
Vía | Rawstory