La reorganización de los órganos del cerebro y los sentidos podría haber sido la clave para el éxito evolutivo de los vertebrados, uno de los grandes enigmas de la biología evolutiva, según el documento elaborado por un equipo internacional de investigadores, publicado en Nature.
El estudio afirma haber resuelto este enigma científico estudiando el cerebro de unos peces fósiles sin mandíbulas, de hace 400 millones de años, un intermedio evolutivo entre los vertebrados que no tenían y los que tenían mandíbulas (animales con espina dorsal, como los humanos).
Los paleontólogos y físicos de la Universidad de Bristol (Reino Unido), el Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP, China), el Museo Nacional de Historia Natural (París, Francia) y el Instituto Paul Scherrer (Suiza), han colaborado para estudiar la estructura de la cabeza de un primitivo fósil de pez sin mandíbula, llamado galeaspida.
Para no romper el fósil, prefierieron usar rayos X de alta energía en el Swiss Light Source de Suiza, donde se revela la forma de los órganos del cerebro y de los sentidos del animal.
El autor principal, Gai Zhi-kun, de la Universidad de Bristol y del IVPP de China, dijo: «Hemos sido capaces de ver las rutas de todas las venas, nervios y arterias que han dejado su huella en estos increíbles fósiles. Estos peces tenían un cerebro casi como el de los tiburones de hoy, pero sin mandíbulas, claro».
El origen de una boca llena de mandíbulas y dientes es uno de los pasos más grandes de nuestra historia evolutiva, aunque los fósiles no habían proporcionado ideas, hasta ahora.
Zhi-kun continuó: «Hemos podido demostrar que el cerebro de los vertebrados se reorganizó antes del origen evolutivo de las mandíbulas.»
El profesor Philip Donoghue, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, comentaba al respecto: «En la embriología de los vertebrados actuales, las mandíbulas se desarrollan a partir de células madre que migran hacia delante, desde la parte posterior del cerebro, y baja entre las fosas nasales para desarrollarse. Esto no sucede en los vertebrados sin mandíbula, debido a que sólo tienen un órgano nasal que, simplemente, se interpone en el camino. »
El profesor Min Zhu, de IVPP, añadía: «Esta es la primera evidencia real de los pasos que llevaron al origen evolutivo de los vertebrados con mandíbulas, y el fósil nos proporciona una prueba sólida como una roca.»
Según el profesor Philippe Janvier, del Museo Nacional de Historia Natural de París, «esta investigación se ha visto retrasada durante décadas, esperando una tecnología que nos permitiera ver el interior de los fósiles sin dañarlos. No podríamos haber hecho este trabajo sin esta descabellada colaboración entre paleontólogos y físicos.»
El profesor Marco Stampanoni, del Paul Scherrer Institut, que localizó la Swiss Light Source, dijo: «Hemos utilizado un acelerador de partículas, llamado sincrotrón, como fuente de rayos X, para realizar una microscopía en 3D no destructiva de la muestra. Esto nos ha permitido diseñar por ordenador un modelo perfecto de los fósiles que podíamos manejar en la forma que quisiéramos, pero sin dañar el fósil de ninguna manera. ¡Nunca habríamos obtenido el permiso para estudiar el fósil de culquier otro modo!»
- Referencia: EurekAlert.org, 17 agosto 2011, contacto: Caroline Clancy
- Fuente: Universidad de Bristol .
- Este trabajo ha sido financiado por la Royal Society, el Natural Environment Research Council, la Chinese Academy of Sciences, la Chinese Foundation of Natural Sciences, el EU Framework Programme 7 y el Paul Scherrer Institut.
- Imagen: Philippe Janvier, del Muséum National d’Histoire Naturelle Paris, France .