Amar en Libertad

¿Somos libres?

¿Sabemos amar en libertad?

¿Podemos poner nuestra mente a disposición de nuestra alma y entregarnos por completo a vivir el amor?

Entregarnos a sentir con absoluta intensidad toda la infinita capacidad de amar que tiene nuestro corazón…

Entregarnos a experimentar la plenitud del alma con cada sentimiento de amor que genera y con cada partícula de amor que entrega…

El amor puede generarnos una gran disyuntiva, un habitual conflicto entre la mente y el corazón, entre nuestra personalidad y nuestra alma…mente-corazon

Un conflicto que ha de determinar cada uno de nuestros actos e incluso ha de marcar nuestro rumbo y nuestro destino…

Mi mente eligió durante años imponerse dejando relegada la tenue voz del alma porque creí que era más fácil cerrar el corazón y no exponerme…

Y mi corazón paciente, espero; prudente y respetuoso de mis decisiones…

Mi corazón colmado de amor, esperando su oportunidad de dar…

Mi corazón, anhelando y aspirando a la libertad para poder entregar todo ese infinito e inconmensurable amor que es capaz de generar…

¿Cuantas veces silenciamos el corazón?

¿Cuánto amor no nos permitimos entregar y cuanto amor tememos sentir?

¿Cuán grande es el miedo que tenemos a amar?

Terminamos convirtiendo al amor en una moneda más, controlada y dominada por la capacidad de negociación de nuestras mentes y  ególatras personalidades…

Relegamos nuestros verdaderos sentimientos y limitamos nuestra genuina capacidad de amar a simples ocasionesexcepcionales, cuando en realidad, son los pequeños destellos del sacrificio del alma intentando dar batalla a una dominante mente arraigada a su especulativo razonamiento…

¿Por qué queremos ignorar la voz del alma?

¿Por  miedo..?  ¿Rencor..? ¿Dolor..?

Miedo a ser lastimados…

Rencor y dolor arraigados de las experiencias no comprendidas del  pasado…

Temor…

Sutil pero poderoso temor a que nuestro amor no sea correspondido…  

Estas son las causas por las que nos encerramos y nos privamos de vivir una vida en presencia del amor que cada uno de nosotros sea capaz de generar y construir…

Por miedo, rencor, dolor o temor; a veces; ni siquiera lo intentamos…

Somos presos de nuestras propias inseguridades y todo el amor que emana nuestro corazón y que colma de felicidad nuestra alma, se estanca hasta cristalizarse en nuestro interior…

Terminamos construyendo una cárcel psíquica de nuestros propios sentimientos y con el tiempo nos volvemos incapaces de expresar la más mínima demostración de cariño porque todo nuestro interior está contaminado de ese miedo…

Un miedo arraigado y enquistado en nuestra mente porque no supimos como comprender, perdonar y trascender lo vivido para seguir adelante, ya liberados de aquellas emociones que fuimos experimentando en el pasado…

Nuestra incapacidad de amar está totalmente vinculada con nuestra falta de libertad…

Si nuestros actos y decisiones continúan siendo limitados y estructurados por nuestra mente, continuaremos acallando nuestro corazón, sometiendo su expresión a una existencia opaca y fría…

Desde este lugar, sólo experimentaremos una libertad reducida a la nada misma…

¿Pero qué pasaría si comprendiéramos el verdadero significado de la libertad..?

¿Y si comprendiéramos el verdadero significado de amar…?

Amar en libertad…

Libres para dar amor sin restricciones o especulaciones de la mente…

Libres para sentir en paz cada sentimiento generado por nuestro corazón…

Libres para entregarnos a la vida y permitirle a nuestra alma vivenciar cada sentimiento…

Libres para amar al otro con el respeto y la integridad que merece…

¿Pero es posible hablar de amor si somos incapaces de darlo y tememos experimentarlo?

corazon congeladoCuando negamos el amor, estamos negando una parte de nosotros…

Nos convertimos en individuos incompletos ya que todos los seres humanos fuimos creados con la misma infinita e inagotable capacidad de amar…

Cuando nos negamos al amor, nos volvemos seres vacíos y carentes de vida, transitando una triste y oscura existencia…

Así es como finalmente esa tristeza a la cual le teníamos tanto miedo…

Ese dolor del cual queríamos protegernos y por el cual nos negábamos a toda experiencia de amor, termina adueñándose de nuestra realidad y caemos en la misma oscuridad y sufrimiento que en vano, quisimos insaciablemente esquivar…

Somos nosotros mismos los que boicoteamos nuestra libertad y reducimos nuestra capacidad de amar…

Nos acostumbramos a vivir un amor limitado y reducido a los paradigmas de nuestra mente…

Nos habituamos a limitarnos por miedo a sufrir y hacemos del cada límite una lógica racional de seguridad que fomenta nuestra distancia con el alma y nos aleja de nuestra propia esencia…

Limitamos el amor que nos permitimos experimentar…

Limitamos lo que damos en medida a lo que recibimos…

Limitamos nuestros sueños…

Limitamos la voz del alma y la voluntad de nuestro corazón…

Limitamos nuestra vida fomentando la creación de una realidad sin magia, armonía y sin amor…

¿Pero por qué no podemos soñar con una realidad diferente?

¿Por qué no podemos creer que podemos cambiar de forma significativa y trascendente?

¿Por qué no soñar con un mundo donde el amor sea protagonista?

Un mundo donde nuestras almas vivan y experimenten la posibilidad de amar en plenitud y libertad…

Pongamos el corazón por delante…

Dejemos que cada palabra, gesto y acción exprese la voluntad de nuestro corazón y aprendamos con humildad a reconocer la voluntad del alma…

Vivamos de forma consciente una realidad distinta donde nuestro corazón sea quien guíe cada uno de nuestros pasos…

Pongamos el corazón por delante…

Dejemos que la vida colme de amor nuestra existencia…

Más allá de cualquier resultado, situación o experiencia, somos seres capaces de sembrar amor en cada acto de nuestra vida cotidiana, siempre que aceptemos el desafío de dar y amar el libertad, sin restricciones o especulaciones de nuestra mente…

Pongamos el corazón por delante…

Comprendamos que dar amor no es sólo a aquellos que también nos aman y aceptemos el desafío de dar amor a cada individuo con la entrega y la capacidad que nuestro corazón tiene, aprendiendo a trascender todo tipo de conflictos o diferencias con el otro…

Pongamos el corazón por delante y entreguémonos a amar íntegramente y en libertad…amlibertad para amar

Solo gracias a esta enseñanza comprendí mi necesidad interior de aprender a poner el corazón por delante de las estructuras de mi mente…

Quizás aún no dejé que mi corazón ame en plenitud y libertad pero me prometo no volver a silenciarlo, no volver a omitir su voz e ignorarlo por miedo a aquello que mi mente no pueda controlar…

Hoy comprendo que sólo con un corazón libre, puedo soñar e imaginar el mundo que anhelo habitar…

Un mundo nuevo, un nuevo existir…

Un mundo de amor…

Despertemos al amor y pongámonos a su servicio…

Tomemos conscientemente la decisión de amar con el único propósito de crear para nosotros un mundo de amor, dando inicio al cambio e inspirando a toda la humanidad con la esencia y la pureza de cada corazón dispuesto a amar…

Soñemos hoy con ese mundo y hagamos que sea una realidad mañana…amor en libertad

Amemos con total y absoluta entrega y seamos agradecidos de tener la posibilidad de amar…

Tomemos la decisión de bendecir nuestra vida dando amor…

Seamos la luz y el amor que el mundo necesita para llegar a construir esa nueva realidad, auspiciando un futuro marcado por el amor, la conciencia y la libertad…

Lic. Karina Zullo

Amar en Libertad…

2 comentarios en “Amar en Libertad

  1. El corazón no entiende de leyes. Hay más amor ilegal que lo contrario. Así que el amor no puede ser libre. Esa es la base de tantos dramas escritos, cantados y llorados hasta la muerte o el crimen pasional..

  2. «. . .ser feliz es una cuestión de coraje; nos han inculcado tanto miedo al fracaso que ni siquiera intentamos el triunfo. . .»

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