por Aaron Dykes
21 Agosto 2015
del sitio Web TruthStreamMedia
traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles
Despertando a la cínica verdad respecto a las corruptas relaciones, de rascarse la espalda y puertas giratorias entre la FDA (y otros organismos) y las grandes empresas farmacéuticas y grandes Industrias de la Agricultura ha sido difícil enfrentar, ya que el problema es tan penetrante como para afectar la vida de casi todos en este país, y más allá de todo el mundo.
Como tal, sentí la necesidad de responder al artículo de Jon Rappoport, «Un Mensaje a los Libertarios Acerca de la FDA,» porque es un tema en el que también yo he pensado a menudo.
¿Es en el interés de una sociedad libre que desea un gobierno limitado y máximos derechos para tener un perro guardián duro que pueda proteger a las personas?
Después de todo, incluso el ciudadano promedio está probablemente familiarizado con los errores mortales y fechorías de las industrias de alimentos y medicamentos…
la gente no quiere farmacéuticos peligrosos prescritos a ellos porque no se hicieron pruebas adecuadas
la gente no quiere su comida contaminada con salmonela o por e- Coli
muchas personas no quieren que se permita en absoluto los OGM, y con absoluta seguridad quieren una etiqueta en los paquetes de alimentos con el fin de saber cuáles alimentos los contienen
Pero si estas son obligaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la agencia federal ha fracasado una y otra y otra vez, mientras ha estado protegiendo a aquellos que han hecho mal y permitiéndoles hacer más y mejores negocios.
Los detalles son parte de una larga y continua saga, pero para empezar, las relaciones que se superponen entre la industria de la FDA y las grandes empresas farmacéuticas buscan algo como esto:
Gobierno Federal Farmacéuticas
¿Entonces qué se puede hacer al respecto?
¿Cuál es la solución al dilema?
Como resultado, la protección de la libertad individual debe ser la primera prioridad… hasta que se respeten esos derechos, el problema nunca puede mejorar.
Jon Rappoport escribe regularmente con grandes puntos, y es un elemento básico de confianza del buen comentario sobre este loco, jodido mundo.
Pero aquí, él corta directamente a la persecución en una importante pregunta:
Dado que los criminales están a cargo, que el zorro cuida el gallinero, y que los poderes fácticos están muy bien con los zorros comiendo pollos,
¿Cómo podemos evitarlo?
¿Regularlo?
¿Protegernos en su contra?
En una sociedad medio-cuerda, las grandes compañías farmacéuticas hubieran sido procesadas hasta el cielo hace mucho tiempo.
Habrían sido revocados sus cartas para hacer negocios en cualquier estado. Sus directores generales, ejecutivos y científicos hubieran sido puestos tras las rejas de por vida. Incluso un gobierno federal limitado habría hecho eso.
Aquí es donde yo estoy de acuerdo con los libertarios: la gente tiene derecho y la libertad de rechazar la medicación, en cualquier circunstancia, incluso cuando los expertos afirman que la muerte será el resultado inevitable. Y la gente tiene derecho a ingerir cualquier compuesto que decidan que les pueda ayudar a ellos.
Si eso fuera la base para el sistema, entonces el gobierno no podía abrumar a la población con las normas sobre las vacunas obligatorias (va esto también) y las drogas.
El argumento libertario extremo para la no- regulación del gobierno (a través de la FDA) no va a suceder, aunque fuera mejor; tampoco puede la FDA reformarse para hacer su trabajo (mejorarlo o hacerlo) para proteger de las personas de las drogas peligrosas y tratamientos de las grandes farmacéuticas.
Triste pero cierto. Absolutamente y inquebrantablemente cierto.
Sería bueno si el poder de las grandes farmacéuticas fuese comprobado, y los problemas fueran detenidos antes de que puedan hacer daño. Sería oh-tan-bueno si la FDA realmente cuidase el beneficio de las personas, en lugar de ayudar a las industrias de alimentos y medicamentos a ser más poderosas.
Pero simplemente no va a suceder. Verdaderamente lamentable. Pero lo siento, simplemente no va a suceder.
No sólo no es realista – puede ser inherentemente imposible de lograr.
Cada vez más el gobierno – incluyendo un sistema de salud universal Obamacare – y más «regulación» (mire lo bien que la EPA lo está haciendo últimamente), sólo está agravando estos problemas y haciendo peor la corrupción y la pérdida de la libertad (y nadie es capaz de ponerse saludable mientras tanto).
En caso de que usted no lo haya notado, todos los planes nacionales de salud social, en cualquiera de los países que han sidoestablecidos, son el camino a la perdición, porque pueden ser manipulados para obligar a los ciudadanos a aceptar tratamientos médicos tóxicos designados.
La libertad de la negativa es la única protección cuando los jefes del crimen gobiernan ambas agencias gubernamentales (como la FDA) y las compañías farmacéuticas.
Tratar de reformar las Farmacéuticas o el gobierno es un caso perdido.
Manteniendo el derecho de rechazar es la libertad más importante en materia de salud médica.
Es el paso básico y más fundamentalmente importante.
Cualquier sociedad libre del futuro, no importa cómo decida abrazar la tecnología y facilitar áreas enormes y masas de personas, le debe, en su núcleo, el respeto a las libertades fundamentales de los individuos.
Cualquier sociedad libre del futuro debe comenzar con la Declaración de Derechos – y reconocer la libertad médica como parte de esos derechos esenciales (bajo una correcta interpretación del espíritu de estos derechos, incluida la libertad médica, pero desafortunadamente no citada explícitamente).
La libertad Médica significa el derecho a elegir lo que va a poner en su cuerpo, y el derecho a no ser obligado a tomar drogas o medicamentos, incluso si otras personas creen que va a salvar vidas.
Las vacunas obligatorias para escolares, obligados tratamientos de quimioterapia para los adolescentes independientes y niños amish – en contra de la voluntad del niño y/o los padres – es absolutamente equivocado, y sólo anuncia la llegada de una mayor tiranía contra todos nuestros derechos a la salud.
El Dr. Benjamín Rush, un padre fundador influyente y médico pero menos conocido, vio esta cuestión con claridad también.
Rush, que correspondió con el presidente George Washington y muchos otros fundadores del día, escribió cartas de advertencia de que la libertad médica debía ser protegida por la Constitución… o de lo contrario, la tiranía era básicamente inevitable.
Él dijo:
«A menos que pongamos la libertad médica en la Constitución, llegará el momento en que la medicina va a organizarse en una dictadura encubierta para restringir el arte de curar a una clase de hombres y negar la igualdad de privilegios a otros; la Constitución de la República debe hacer un privilegio especial de las libertades médicas, así como la libertad religiosa».
Este sentimiento es de suma importancia, y desesperadamente necesita ser revisado. Obligar la medicina no es, obviamente, una señal de una sociedad sana y libre…
Y el ‘derecho de rechazar’ medico es una anulación individual que puede ofrecer un poderoso golpe al poder corrupto por parte del sistema.
Biblioteca Pleyades
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