En el post anterior decía que sólo quedaba internet como medio independiente de expresión, quizás exageré un poco, es posible que ya no quede ninguno verdaderamente libre.
El dominio de la organización que ha levantado la tapa del poder ya no existe: WikiLeaks.org fuera de servicio
WikiLeaks.org ha muerto. WikiLeaks resiste aquí http://46.59.1.2/. Ayer rumores de detención y Amazón colaborando. Hoy lo han dejado sin dominio. Pero “Suiza” es neutral: wikileaks.ch
Esta noche (hora española) su proveedor de nombres de dominio suprimía el servicio a la denominación wikileaks.org. Una traba más en la cacería humana, política y digital contra la organización que está destapando la verdadera cara del poder.
EveryDNS indicó que canceló el “contrato” por miedo a convertirse en “objetivo de múltiples ataques distribuidos de denegación de servicio. El proveedor estadounidense dijo en un comunicado que los ataques habían amenazado la estabilidad de su infraestructura.
Por su parte, Amazon ha negado también, sin mucho convencimiento, que su decisión de retirar el soporte técnico a la página de Internet de WikiLeaks, que ha publicado información clasificada sensible del Gobierno de Estados Unidos, haya sido resultado de la presión de las autoridades norteamericanas. (Risas variables).
Pero una delegación del inquietante jefe del Comité de Seguridad Nacional de la cámara alta de Estados Unidos, Joe Lieberman, había interrogado el pasado martes a Amazon sobre su relación con WikiLeaks y pidió al resto de compañías que brindan servicios de alojamiento de datos que boicoteasen la web.
La contestación de Assange a Amazon, según sigue, vía twitter:
“Si Amazon está tan incómoda con la Primera Enmienda [de la Constitución de EEUU que defiende la libertad de prensa, expresión y religión, así como el derecho de reunión] deberían dejar el negocio de vender libros.
Julian Assange, primeras declaraciones: «he recibido amenazas de muerte»
Las amenazas contra nuestras vidas son asunto de dominio público, aunque estamos adoptando las precauciones apropiadas hasta el grado en que somos capaces cuando se trata de lidiar con una superpotencia
Julian Assange ha realizado hoy unas declaraciones al diario británico The Guardian donde ha dejado constancia de la presión a la que está sometido tras las recientes filtraciones de WikiLeaks:
Soy ciudadano australiano y echo muchísimo de menos mi país. Sin embargo, durante las últimas semanas, la primera ministra australiana, Julia Gillard, y el fiscal general, Robert McClelland, han dejado claro no sólo que mi regreso es imposible, sino que están trabajando de forma activa para ayudar al gobierno de EEUU en sus ataques contra mí mismo y contra nuestra gente
Todo esto en medio de la tormenta y cuando según las más recientes informaciones, Julian puede ser arrestado en las próximas horas por las autoridades británicas. Aún así también ha añadido:
La historia ganará. El mundo va a ser elevado a un lugar mejor. ¿Sobreviviremos? Depende de vosotros
Actualización. Julian Assange ha tocado otros temas durante la entrevista. Algunos de ellos polémicos, como su papel como cara visible de Wikileaks. Esto es un extracto del resto de la entrevista:
– Sobre si se considera periodista o no:
(…) No es necesario debatir si soy periodista (…). Aunque sigo escribiendo, mi rol es, sobre todo, el de un editor jefe que organiza y dirige a otros periodistas (…).
– Sobre los documentos que fueron publicados en los primeros años de Wikileaks:
(…)Muchos de ellos están todavía en mirror.wikileaks.info y el resto volverán tan pronto como encontremos el tiempo de solucionar los problemas técnicos(…).
– Sobre su papel como cara visible de Wikileaks:
Es una pregunta interesante. Al principio, intenté que la organización no tuviera cara, porque quise que los egos no jugaran ningún papel en nuestras actividades. Esto es una continuación de la tradición de aquellos matemáticos puros anónimos que escribieron bajo el pesudónimo colectivo Bourbaki. Sin embarg, esto llevó rápidamente a una curiosidad sobre quiénes éramos y algunos individuos afirmaron representarnos. Al final, alguien tiene que dar la cara al público y sólo un líder que está dispuesto a ser públicamente valiente puede sugerir con sinceridad que las fuentes asumen riesgos por un bien superior. En ese proceso, me he convertido en el pararrayos. Recibo ataques que no merezco en cada aspecto de mi vida, pero también recibo un reconocimiento que no merezco como una especie de fuerza equilibrante.
– Sobre el conflicto con Amazon:
Desde 2007 hemos estado colocando de manera deliverada algunos de nuestros servidores en lugares en los que sospechamos que existe un déficit de libertad de expresión para así separar lo retórico de la realidad. Amazon era uno de esos lugares.
Tú también puedes ser el seguro de vida de Julian Assange
Esta misma tarde, Julian Assange lo contaba: sí, ha recibido amenazas de muerte; sí, estamos tomando medidas de seguridad. Pero con una apostilla: dentro de lo que puede uno hacer para defenderse de la prinicipal potencia mundial (y sus aliados). Uno de esos escudos lo puedes portar tú también y ayudar en la defensa de quien se está convirtiendo en un icono (y también en una diana). Igual que Wikileaks es un lugar comunitario para destapar documentos comprometedores, Julian Assange ha ideado un sistema de defensa que apela del mismo modo a ese sentido de comunidad.
¿Cómo? Muy sencillo: el seguro de vida de Assange parece ser un archivo encriptado, de nombre Insurance.aes256 y que cualquiera puede descargar y compartir a través de redes P2P. Se rumorea que en su interior puede haber importante información que saldría a la luz si le pasa algo a Assange o a Wikileaks. Hay quien duda de que eso sea cierto y nadie desde Wikileaks ha dicho nunca qué esconde este archivo. La única referencia que hemos encontrado es esta respuesta a una pregunta que le hace la periodista Amy Goodman sobre el tema:
Bueno, creo que es mejor que no hablemos sobre eso. Pero, ya sabes, en una situación similar uno puede imaginar que quizás merezca la pena que importantes partes de la historia no desaparezcan.
La verdad es que más que un seguro de vida, parece un legado. Y no podemos evitar preguntarnos qué hay en él.