Hoy en ufopolis vamos a estudiar un caso relacionado con el fenómeno de los deslizamientos del tiempo, ese que coloca a una persona en otro tiempo de repente haciéndole perder o ganar horas de su vida. En el tema de los “time slips” vemos cómo la gente es desposeída de su tiempo con una facilidad pasmosa, pero… ¿qué ocurriría si se fuese perfectamente consciente de cómo el tiempo se hace doble sobre tu persona? El siguiente incidente está protagonizado por un hombre norteamericano que se llama Renton y que acude a finales de los 80 en solitario a ver una película de acción. Aparca su coche a las cinco menos cuarto de la tarde, se mete una gran carrera hasta las taquillas, compra una entrada y se mete al cine.
La película le encanta y se queda a ver hasta los créditos finales. Después de terminar se encienden las luces y cuando sale por la puerta del cine observa dos escenas a la vez, en uno de los incidentes más curiosos que existen en la casuística de viajes en el tiempo: el testigo se ve a sí mismo que está andando hasta la puerta exterior del cine y a la vez observa cómo camina hacia el servicio. Es una visión múltiple en donde puede ver ambas acciones en su cerebro. Esto ni le incomoda ni le da miedo. Solo le produce una gran curiosidad. Es como si se hubiese desdoblado en posibilidades y pudiese ver las dos al mismo tiempo desde su mente. Algo asombroso.
Quizá es un efecto de haber estado sentado demasiado tiempo, piensa, algo similar a cuando nos quedamos en una butaca de un avión demasiado tiempo. La inusual experiencia doble de Renton acaba abruptamente y de pronto su visión doble se convierte en una sola viendo únicamente la salida del teatro. Nadie por los alrededores, y eso que la sala tenía bastante gente. Extrañado acude al coche, se mete y observa el reloj de la guantera. Las cinco y tres minutos. Imposible. Deben ser las seis y media como muy pronto. Renton comprueba su reloj y ahí marca las seis y media. La peli no ha sido muy larga. El reloj del coche está mal. Habrá que revisarlo. Este protagonista arranca y conduce hasta casa. El camino son diez minutos.
Cuando llega, observa que todos los relojes de la vivienda marcan las cinco y cuarto y lo que es peor: su reloj digital también marca las cinco horas y quince minutos, como si se hubiese corregido en directo. La experiencia es tan extraña que destaca entre muchas otras ya que parece que estamos ante una anomalía que es capaz de crear un doppleganger en el testigo, es decir un doble.
Si os ha gustado la entrada os invitamos a ver otro caso de deslizamientos del tiempo ocurrido en España en un avión de la compañía aviaco, un auténtico misterio aún no resuelto. Esperamos que sea de su agrado.
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Fuente: http://paranormal.about.com/