«Un cuervo, el animal más poderoso en los mitos haida, se encontraba vagando por la playa, cuando escuchó un ruido en el interior de una almeja. Cuando se acercó, descubrió que estaba llena de diminutas criaturas, asustadas por el cuervo y por el enorme mundo exterior. El cuervo con la lengua, que le había metido y sacado de tantos problemas, halagó y engatusó a las pequeñas criaturas a salir y a jugar en su maravilloso y resplandeciente nuevo mundo» Traducción no literal de un texto de Bill Reid, artista haida (Cita extraída de mi propia tesis doctoral).
Los cuervos forman parte de la historia de la humanidad, pero, al contrario que otros animales, estos no han vivido bajo nuestra cultura, sino en paralelo. Los seres humanos nos hemos sentido fascinados y aterrados a partes iguales con su presencia. A un lado del mundo las poblaciones indígenas haida (Norteamérica) los creían responsables de la existencia del ser humano, mientras que al otro lado los temíamos, pues en Europa se les asociaba con los cadáveres y la carroña.
Con el paso del tiempo, y el avance de la ciencia, hemos descubierto que los cuervos merecen nuestra fascinación. No solo se han adaptado a la perfección a nuestra alteración del entorno (en Tokio son considerados una plaga), sino que han demostrado ser capaces de comportamientos previamente propios de la mitología: juegan a provocar a otros animales, se divierten y se alimentan en grupo, usan herramientas, parece ser que se desparasitan usando hormigas e ¡incluso parecen tener cierto miedo a la muerte!
Las habilidades cognitivas de los cuervos (junto con los loros en general) llevaron en el 2005 a los expertos a replantearse si estábamos entendiendo mal el cerebro de las aves. La conclusión era bien clara, habíamos subestimado terriblemente sus capacidades.
Hoy quiero plantearos un reto, a modo de juego, quiero que os enfrentéis a un cuervo.
Este vídeo pertenece a un trabajo, publicado a principios de año, que ha supuesto otra agradable sorpresa. Los cuervos del estudio dieron con la solución espontáneamente. Antes de seguir leyendo, ved el vídeo y decidme si habéis averiguado por qué el cuervo elige una u otra tarjeta.
En caso de que no hayáis dado con la respuesta, os doy una primera pista: la figura central tiene un rol diferente al resto, no tapa alimento alguno, tiene un papel importante. Tenéis otra oportunidad.
¿No? De acuerdo, segunda pista: Tiene que ver con la igualdad entre distintos elementos.
Muchos habréis comprendido rápidamente de qué se trata (otros quizás aún lo estéis pensando). El cuervo está eligiendo la ficha que es igual o diferente a la central, depende de si sus componentes sean iguales o diferentes entre sí. Si la ficha central posee dos figuras iguales, la respuesta correcta será aquella con dos figuras iguales.
Durante la fase inicial del experimento se enseñó a los cuervos a elegir tarjetas iguales en una característica (color, forma, o número de elementos), y se les premiaba con comida. En la segunda fase las tarjetas ya no eran completamente iguales, y con ella llegó la sorpresa, los cuervos comenzaron a elegir las tarjetas que mantenían una relación no evidente entre sí, realizando un razonamiento analógico.
Este tipo de experimento pone de relieve una de tantas características que, como tantas, hasta hace muy poco tiempo se creían únicamente humanas, después fue probada también en primates no-humanos (babuinos). Como suele ocurrir en la ciencia, a medida que se expande nuestro conocimiento, nuestro tamaño se reduce. Si no has entendido lo que hacía el cuervo hasta que lo has leído, no te preocupes, los propios autores recuerdan que el razonamiento de los cuervos no fue totalmente espontáneo, pues ya habían sido entrenados para reconocer igualdades sencillas (Digamos que contaban con las dos pistas que yo he dado). Pero también hay que recordar que las igualdades difíciles, las que requieren un razonamiento de orden superior, los cuervos se las sacaron de la manga cuando nadie lo esperaba.
Las aves no poseen una corteza prefrontal como nosotros, pues su cerebro es muy diferente. Cualquier comportamiento tan complejo (presumiblemente inexistente en su antepasado común con nosotros) nos lleva a pensar en convergencias evolutivas. De alguna forma su nidopaliumha tenido una historia evolutiva paralela a nuestra corteza prefrontal. Alejados de nosotros, pero moviéndose en paralelo a lo largo del tiempo.
Larga vida al cuervo que trajo al mundo a la humanidad.
Referencias y más información
Anna Smirnova, Zoya Zorina, Tanya Obozova, Edward Wasserman.Crows Spontaneously Exhibit Analogical Reasoning.Current Biology, 2014 DOI:10.1016/j.cub.2014.11.063
Corvid Cognition: Something to Crow About? Current Biology (link)
http://es.sott.net/article/42782-Eres-mas-listo-que-un-cuervo-Demuestralo