El misterio del rio paluxi ¿Humanos conviviendo con dinosaurios? ¿Existió una raza humana hace 65 millones de años?. Algunos descubrimientos arqueológicos apuntan a que esto haya sido posible.
Un desbordamiento del rió Paluxi, en las proximidades de Glen Rose, en Texas, (EEUU), acaecido en 1908, dejó al descubierto una serie de huellas de terópodos, un tipo de dinosaurio carnívoro que se desplazaba sobre sus extremidades traseras. Los indios que habitaban aquella zona las conocían como «huellas de pavo gigantes».
1931 en los EE UU surge una guerra entre creacionistas y evolucionistas. Los evolucionistas aceptaban las teorías de la evolución de Darwin, teoría que indica que todos los seres vivos evolucionamos desde un pasado muy remoto, a organismos más superiores, por la continua adaptación al medio.
Los creacionistas sin embargo, mantienen que la Tierra fue creada hace 6.000 años y que todos los seres vivos son obra de Dios, en la fecha de 4.400 años a. C.
En medio de esta batalla ideológica aparece el misterio del rio Paluxi. En realidad el descubrimiento fue realizado en 1908, pero tardó dos décadas en popularizarse. Allí se encontraron huellas de dinosaurios de hace 150 millones de años.
Junto a las huellas de dinosaurios aparecían huellas humanas, ambas formadas a la vez. ¿Cómo es posible?.
Según la teoría de Darwin los dinosaurios desaparecieron de la Tierra hace más de 60 millones de años. El hombre habría surgido en nuestro planeta hace sólo algo más de 5 millones de años.
Esto alentó a los creacionistas, que veían apoyada su tesis de que todos los animales aparecieron a la vez en la Tierra y que Darwin estaba equivocado.
Finalmente la teoría científica «se impuso» a la creacionista, sin embargo el misterio del rio paluxi continua aún sin solución.
Un estudio de 1990 llega de nuevo a la conclusión, de que las pisadas que aparecen son humanas.
Las huellas son clasificadas como oopart. Es decir, suceso inexplicable a nivel temporal. Que contradice la historia tal y como se acepta hoy en día.
Existen bajo mí entender, sólo dos posibles teorías que podrían explicar estas huellas.
1º El tiempo es un concepto físico, que según nuestros conocimientos actuales, podría ser manipulado.
Si así fuera, desde nuestro futuro podríamos construir una máquina del tiempo, visitar el pasado y dejar unas huellas junto a la de los dinosaurios.
2º El pasado de la Tierra, supone un tiempo tan grande, que sería suficiente para haber acogido otras civilizaciones de «hombres», de las que no han quedado apenas rastros (oopart).
un tipico oopart, parecen huellas de zapatos, bueno en el post de Arqueología Prohibida: Descubrimientos Incómodos para la Ciencia tratan sobre eso.
Huellas del río Paluxy:
En el lecho del río Paluxy, Glen Rose Texas (EE.UU.) se encontraron huellas fósiles (icnitas) bípedas, de un gran tamaño, con impresiones metatarsales elongadas. Puesto que aparecen en rocas de unos 100 millones de años de antigüedad, y a que tienen 50 cm de longitud, estas icnitas han sido interpretadas por los creacionistas como huellas humanas de los Gigantes de la Biblia (Gén 6,4; Núm 13,33; Dt 9,2; Jos 12,4; Sab 14,6; Bar 3,26ss), debido a su forma alargada y a la apariencia semejante a la de un talón de la impresión metatarsal. Según Bowden (1977) fueron rechazadas como tales por Ronald T. Bird (1939), su descubridor, por prejuicio y cita una película titulada “Footprints in Stone” en la que se observarían “varias largas pistas de dinosaurios, hombres y gigantes entrecruzado el área”, además del clásico testimonio, en cualquier texto creacionista, de la visita de un grupo de geólogos que cuando vieron las huellas: “Su perplejidad y total incredulidad eran evidentes, en tanto que sus comentarios eran vacilantes y no querían comprometerse. Aquí había una prueba para toda persona sin prejuicios de que los hombres y dinosaurios eran contemporáneos. Pero estos experimentados geólogos reaccionaron de la forma más evasiva posible, no debido a que la evidencia que habían examinado de primera ,mano fuera inadecuada, sino simplemente debido a sus preconcepciones. Haber aceptado esta evidencia hubiera quebrantado totalmente la credulidad de la penosamente erigida columna geológica que ha sido el dogma de fe para los expertos de muchas generaciones”, obviamente con intención de sembrar duda sobre la Teoría Evolutiva, el valor de la Columna Geológica y la Escala de Tiempo Geológico. Cualquier similitud entre el “testimonio” de Bowden y algún otro de un texto sobre los OVNIS, el piegrande o los Fantasmas, es pura coincidencia, ¿no es cierto?…
Glen Kuban (1989) mostró que fueron producidas por dinosaurios carnívoros que dejaron una gran impresión metatarsal, incluso algunas tenían claramente 3 dedos, ya que la progresión plantígrada también se producía en estos animales. Justamente, uno de los mejores ejemplos de icnitas de brontosaurios proviene del Dinosaur State Park, a lo largo del río Paluxy, hacia el techo de la parte inferior de la Formación Glen Rose del Cretácico de Texas, contando con aproximadamente 20 pistas de saurópodos caminando en la misma dirección a intervalos espaciados regularmente, que nunca se cruzan entre sí, y seguido por al menos 3 terópodos (carnosaurios); se sabe que los carnosaurios pasaron después, ya que sus huellas sobrepasan las de los brontosaurios. Después del trabajo de Kuban, muchos creacionistas retiraron sus argumentos basados en la evidencia icnológica, como por ejemplo Jim Gibson (1998) del Instituto de Investigación en Geociencia de los Adventistas del 7º Día, que se pregunta “¿Se encuentran huellas humanas junto a las de dinosaurios?” y se responde “No. Hubo un caso donde se pretendía que se habían encontrado juntas en el lecho del río Paluxy en Texas, pero la creencia en este descubrimiento ha sido abandonada por todos los creacionistas entrenados en la ciencia. Las huellas de dinosaurios son genuinas, pero no así las huellas humanas”, en lo que Lockley (1991) denomina: “una clara victoria de la Ciencia sobre el Mito”, pero aún es sostenida por Santiago Escuain (2007) del SEDIN (Servicio Evangélico de Documentación e información) como una “evidencia” de que Dinosaurios y Hombres convivieron.
CONCLUSIÓN:
Icnitas de dinosaurios y humanas en el Río Paluxy, Glen Rose, Texas, EE.UU (100 millones de años) descubiertas por Ronald T. Bird (1939); la gran mayoría son huellas fósiles (icnitas) bípedas, de un gran tamaño, con impresiones metatarsales elongadas, fueron rechazadas como evidencia de la “Convivencia de Hombres y Dinosaurios”, por Ronald T. Bird (1939) su descubridor, y que Glen Kuban (1989) mostró que fueron producidas por dinosaurios carnívoros que dejaron una gran impresión metatarsal, incluso algunas tenían claramente 3 dedos. Bowden (1977) sigue sosteniendo esta “evidencia” pero Jim Gibson (1998) ya no.