Para ser un año nuevo, teóricamente lleno de posibilidades y esperanzas, 2016 se presenta a escala internacional con un preocupante superávit de preocupaciones e incertidumbres. Hacemos un repaso a las tendencias, decisiones y pulsos que pueden determinar la actualidad internacional a lo largo del próximo año.Por primera vez en las últimas décadas, según ha explicado el Financial Times, todos y cada uno de los grandes centros de poder en el mundo comparten un sentimiento de malestar, pesimismo, falta de confianza y declive.
Todo ello alimentado por una combinación de creciente resentimiento contra las élites, la ansiedad generada por las desigualdades económicas y la rabia que produce la corrupción política.
1. La geografía variable del ISIS
Si el ISIS tiene tres caras -guerra convencional, terrorismo y califato virtual- solamente en una de ellas está empezando a sufrir algunos retrocesos.
Durante la recta final del 2015, la que pasa por ser la organización terrorista más exitosa de la historia se ha embarcado en una ofensiva de atentados por todo el mundo hasta llegar a París, con más de un millar de víctimas mortales.
En el frente de Internet, enquistado dentro de toda la subcultura del salafismo online, el ISIS sigue siendo una fuerza con demostrada capacidad de captación e imposible de erradicar.
Solamente en el capítulo de guerra convencional, tras haber sido capaz de dominar grandes extensiones de territorio en Irak y Siria, es donde el califato ha empezado a sufrir derrotas sustanciales. Este año ha terminado con la pérdida de Ramadi, la ciudad más poblada en el oeste de Irak.
Una derrota que se suma a otras sufridas por ISIS a lo largo de los últimos meses, hasta el punto de que las milicias del integrismo suní han perdido un 40 por ciento de todo el territorio iraquí que fueron capaces de conquistar en 2014. Aunque todavía controlan posiciones tan importantes como Mosul y Faluya, junto a su centro de operaciones en la ciudad siria de Raqqa.
Para 2016, el autoproclamado califa Abu Bakr al Bagdadi,ha prometido más sangre a pesar de sus crecientes dificultades de financiación y reclutamiento, con amenazas incluso para Israel. Su gran problema es que, a pesar de ser un formidable oportunista, ha acumulado demasiados enemigos y su estrategia de avance continuo puede estar agotándose.
2.- La guerra de Siria
Cuesta pensar que lo peor de la guerra de Siria -con sus 300.000 muertos y 4 millones de refugiados- esté todavía por llegar. Sin embargo, el quinto aniversario de ese conflicto se aproxima con muy limitadas esperanzas de conseguir un punto y final.
En 2015, algunas victorias limitadas se han logrado contra el autodenominado Estado Islámico, especialmente por parte de milicias kurdas con el respaldo aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos.
Sin embargo, el conflicto existencial entre el gobierno Bachar al Asad y sus opositores prosigue, multiplicando tensiones en la región. Turquía y Rusia se encuentran abiertamente enfrentadas, mientras Irán y Arabia Saudí siguen apostando por bandos contrarios.
Desde el verano, el régimen de Damasco se ha visto reforzado con la implicación militar de Rusia. En estas circunstancias, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha conseguido aprobar en diciembre por primera vez una hoja de ruta para una solución negociada.
El proceso debería empezar a principios de enero con un acuerdo de alto el fuego. En un primer plazo de seis meses de negociaciones, debería formarse un gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos. En un segundo plazo de 18 meses, Siria tendría que formular una nueva constitución democrática y celebrar elecciones.
Para hacer posible la unanimidad del Consejo de Seguridad, se ha optado por no debatir si el régimen de Bachar al Asad forma parte del problema o de la solución.
3.- En busca del 45 presidente
El mayor espectáculo electoral del mundo -las presidenciales de Estados Unidos- comenzarán el próximo 1 de febrero con los «caucuses» de Iowa, seguidos una semana después por las primarias de New Hampshire.
Esta primera vuelta, con ayuda del voto popular, producirá los dos principales candidatos que se disputarán la Casa Blanca el 8 de noviembre de 2016.
En las filas del Partido Demócrata, la opción de Hillary Clinton empieza a presentarse como algo inevitable a pesar de que su mayor lastre político sea ella misma.
En el bando del Partido Republicano, el pulso librado desde hace medio año ha terminado por degenerar en lo más parecido a un «reality show».
Durante esta temporada, un nutrido elenco de aspirantes a la nominación republicana se ha enzarzado en una competencia en la que ya no triunfa la imagen sobre la sustancia sino directamente lo más «friki».
El gran triunfador de la actual edición de «Gran Hermano-GOP» es Donald Trump con un demostrado virtuosismo no solo a la hora del auto-bombo sino también para rentabilizar enfados, frustraciones y miedos. Toda su grosería es percibida como un signo de autenticidad y liderazgo.
4.- Brasil, dudas olímpicas
En agosto, Brasil protagonizará un carnaval deportivo con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Se supone que es el momento ideal para brillar ante el mundo pero todo hace indicar que el 2016 seguirá siendo un año muy complicado para los brasileños.
El emergente gigante latinoamericano se enfrenta a un sistema político cuestionado por su propia corrupción, una economía en profundo retroceso y una frustrada clase media que espera mucho más que alardes olímpicos.
El nuevo año debilitante para Brasil comienza con la presidenta Dilma Rousseff luchando contra un juicio político, un proceso de «impeachment» iniciado en diciembre y que se demorará durante meses.
Aunque su cese no es inevitable gracias a la victoria lograda por la presidenta en la Corte Suprema, Rousseff ya ha pagado un enorme precio en términos de credibilidad para gobernar los tres años que le quedan de su segundo mandato.
La epidemia de parálisis política impide que Brasil enfrente sus crecientes problemas fiscales y estructurales. Con el agravante de haber fichado un nuevo ministro de Finanzas, Nelson Barbosa, que milita en el bando antiausteridad y en el que no confían los mercados para que Brasil salga de su peor recesión desde los años treinta.
5.- El adiós de Obama
Para ser un presidente de Estados Unidos en la recta final de su segundo mandato, Barack Obama ha conseguido demostrar que existen tantas limitaciones como oportunidades para los llamados «patos cojos» de la Casa Blanca.
A pesar de tener un Congreso dominado por los republicanos y una evidente fecha de caducidad, Obama ha sido capaz de dominar buena parte del debate político.
Desde Cuba a Irán, pasando por la lucha contra el cambio climático, el libre comercio o la reforma del código penal, el presidente ha llevado hasta ahora la voz cantante en Washington.
Aunque tras los atentados del 13-N en París se han multiplicado las cuestiones sobre su gestión contra el Estado Islámico, especialmente sobre su estrategia limitada a bombardeos sin implicación de tropas del Pentágono.
Recientes encuestas indican que hasta un 75 por ciento de americanos no están satisfechos con la forma en que su país está siendo gobernando, incluido el precio que la clase media ha tenido que pagar por salir de la mayor crisis desde la Gran Recesión. Para el 12 enero, Obama tiene previsto pronunciar su último discurso sobre el estado de la Unión.
Y para este año final, ha indicado que su prioridad -además de conseguir que le suceda un demócrata en la Casa Blanca- será abordar uno de esos problemas imposibles de Estados Unidos: el control de armas.
Obama ya ha reconocido que no podrá cumplir con una retirada militar total de Afganistán y pendiente queda la promesa de cerrar Guantánamo
6.- Brexit o Bremain
Tras la inesperada victoria conservadora en las elecciones parlamentarias de primavera, la gran cuestión que centra el debate político en Westminster es la promesa de someter a consulta popular la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea.
El compromiso asumido por el primer ministro David Cameron es que ese referéndum se produzca antes de que termine 2017 pero todo hace indicar que el voto se realizará durante el 2016.
Según The Economist, al menos tres factores aconsejan dilucidar este dilema cuanto antes: el líder de los «tories» todavía goza de una cierta luna de miel política; sería mejor hacerlo antes del congreso del Partido Conservador previsto para el próximo mes de octubre; y 2017 con elecciones en Francia y Alemania no es un buen año para encontrar árnica en Bruselas.
Incluso con concesiones por parte del resto de sus socios europeos, la consulta británica promete ser de infarto. Esta vez, las fuerzas favorables al «brexit» están bien organizados y suficientemente financiadas, cuentan con el respaldo de grandes periódicos y el beneficio de la coyuntura internacional.
La economía británica produce bastante más crecimiento y oportunidades que la eurozona. Y a eso hay que sumar el miedo a que Gran Bretaña esté perdiendo el control de sus fronteras ante una avalancha de inmigrantes y refugiados.
7- Europa
Superada la enorme distracción de Grecia, 2016 se presenta como un año clave para demostrar que la recuperación económica de la eurozona es sostenible y suficientemente robusta como para conjurar un panorama de deflación.
Ante el riesgo de ralentización y una mínima inflación, se espera que el Banco Central Europea mantenga su política de estímulo (QE) más allá de su final previsto para septiembre del 2016. Como noticia positiva, se espera que el año arranque con la confirmación estadística de que a finales del 2015 el PIB de la eurozona ha logrado superar los niveles de antes de la crisis.
Este antes y después también servirá para recordar que la economía de la Unión Europea ha necesitado más o menos ocho años para recuperarse frente a los cuatro años requeridos por Estados Unidos.
El nuevo año también tendría que servir para avanzar en un acuerdo de libre comercio trasatlántico (TTIP), negociaciones que se enfrentan al rechazo de toda clase de grupos de presión y las complicaciones del ciclo electoral en Estados Unidos.
8.- El año del mono en China
En febrero, los chinos alrededor del mundo celebrarán el año del mono. Se supone que los nacidos bajo su influencia son de ingenio rápido, aventureros, ambiciosos y listos.
Cualidades zodiacales que va a necesitar China en un año con multiplicadas dudas sobre la ralentización de su economía, que durante las últimas décadas ha conseguido sumar una triplicada tasa de crecimiento con respecto a Estados Unidos.
Sin embargo, desde el pasado verano, ese modelo de crecimiento parece estar agotándose. A pesar de todas esas incertidumbres, China sigue flexionando sus músculos y planteando un modelo internacional alternativo para preocupación de sus vecinos.
Fundamentalmente, el régimen de Pekín cree en un sistema en cuya creación no participó. El resultado es una peligrosa bipolaridad: los países de Asia nunca han estado tan vinculados económicamente con China y al mismo tiempo siguen esperando que Estados Unidos garantice su seguridad.
En este sentido, se espera que el 2016 sea un año especialmente complicado por todos los desacuerdos de soberanía que dividen el mar del Sur de China.
9.- Putin, el autócrata moderno
En septiembre, Rusia volverá a realizar la pirueta política de celebrar elecciones sin democracia. Vladímir Putin se ha consolidado como el arquetipo del autócrata moderno, que hace lo que quiere pero sin perder de vista a su opinión pública.
En este sentido, su popularidad alimentada con toda clase de propaganda podría llegar al límite en 2016. El esplendor económico ruso, basado en los altos precios de sus exportaciones energéticas y todo el crecimiento que no era posible bajo el comunismo, ha llegado a un abrupto final de recesión, sanciones, inflación del 15 por ciento y desconfianza que se transforma en fuga de capitales.
La guerra en Ucrania va camino en convertirse en uno de esos conflictos congelados que han proliferado dentro de la estrategia del Kremlin para recrear esferas de influencia propias de otra época. Y Siria es un pretexto para demostrar que Rusia es un poder global y que Putin es el macho-alfa de la geoestrategia.
La cada vez más delicada situación de Putin anticipa toda clase de problemáticos escenarios, sobre todo si el líder ruso recurre a sus atajos habituales que incluyen más populismo, más fuerza militar y más represión.
10.- Aniversarios y citas
En enero de 2015, Wikipedia celebra su 15 cumpleaños y en marzo se cumplirá una década desde la publicación del primer mensaje en Twitter. Entre las grandes aportaciones germanas al mundo, en primavera se recordarán los quinientos años de tradición en materia de pureza cervecera, gracias a la Bavarian Reinheitsgebot.
Regulación promulgada por Guillermo IV por la que la cerveza de pura raza solo puede ser elaborada a partir de tres ingredientes: agua, cebada malteada y lúpulo.
En abril -larga vida a Su Majestad la Reina- Isabel II cumplirá noventa años. Los británicos también recordarán los 400 años de la muerte de William Shakespeare. El mes de abril será también muy relativo al cumplirse el centenario de la publicación en alemán del artículo de Albert Einstein titulado «Los fundamentos de la teoría general de la relatividad».
Durante el 2016, Holanda primero y Eslovaquia después presidirán la Unión Europea. La cumbre del G7 está prevista para mayo en Japón y la del G-20 está convocada para noviembre en China.
En julio será la conmemoración de la carnicería del Somme, una de las grandes batallas de la Primera Guerra Mundial. En octubre, se recordarán los 950 años de la batalla de Hastings y la conquista normanda de Inglaterra.