Los medicamentos que se utilizan para tratar el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) podrían aumentar el riesgo de efectos secundarios psicóticos en los niños y jóvenes pacientes que los consumen. Así lo asegura un estudio científico que se ha publicado hace unos días.
Dichos posibles daños se producen sobre todo cuando uno de los progenitores de los niños medicados tiene antecedentes de una enfermedad mental grave. Los autores del estudio dijeron que el diseño de la investigación no les permitió probar unarelación causal, sino solo hallar una asociación entre los medicamentos estimulantes y los síntomas psicóticos. Hubiera sido interesante pues diseñar mejor el trabajo científico.
El estudio del que tratamos utilizó a 141 niños y adultos jóvenes de 6 a 21 años de edad.Casi dos terceras partes de aquellos a quienes se recetaron fármacos estimulantes tuvieron un efecto secundario psicótico. Esos efectos secundarios incluían alucinaciones, delirios, escuchar voces y/o problemas de percepción.
En el grupo de chicos que no tomaron los medicamentos, los efectos psicóticos, fueron notificados en sólo una cuarta parte de los niños.
El autor principal del trabajo, el psiquiatraRudolf Uher -de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Nueva Escocia- dice que esos medicamentos pueden ser extremadamente útiles, incluso en niños con antecedentes familiares de enfermedad mental. Y añade que las conclusiones del estudio “no quieren decir para nada que debamos dejar de usar estimulantes”.
Según Uher, hace mucho que los médicos saben que estos fármacos pueden provocar alucinaciones y otros síntomas psicóticos:
[Pero] lo sorprendente es la cantidad. Nadie sospechaba que estos efectos secundarios pudieran ser tan comunes”.
Lo sabrán los médicos pero para mí que esto no se avisa con el suficiente rigor a tenor de las cifras de diagnóstico del síndrome y consumo de este tipo de medicamentos: El TDAH afecta a entre un 5 y un 10% de los niños en edad escolar de Estados Unidos y los estimulantes se consideran el tratamiento de primera línea para la afección.
Alrededor del 17% de los niños (entre ellos la mitad de los que tenían un diagnóstico de TDAH) recibieron recetas de ese tipo de fármacos comoRitalin (metilfenidato), Vyvanse (lisdexanfetamina) o Dexedrine (dextroanfetamina).
Lo que no me deja tranquilo es que para saber quienes eran los niños con padres con problemas mentales analizaron a los padres y esto dicen que encontraron:
Parece que los síntomas psicóticos relacionados con los estimulantes asociados con el tratamiento estimulante son más comunes, más complejos y más abarcadores en los hijos de padres con trastornos del estado de ánimo, en comparación con los niños cuyos padres no tienen una enfermedad mental activa”, comentó.
Madre mía, pues hoy tengo el estado de ánimo… y enfermedad mental activa… parece que se da por hecho que todos estamos enfermos de la mente sólo que una parte de la población no lo manifiesta.
Al final lo importante es que se encontró que la frecuencia con que los estimulantes se asociaban con eventos psicóticos era mucho más alta de lo que investigaciones anteriores habían indicado. El hallazgo llevó a los investigadores a sugerir que el riesgo de efectos secundarios psicóticos NO debe continuar considerándose raro en esos niños.
El equilibrio entre el riesgo y el beneficio de esos tratamientos puede que no sea tan claro.