El petróleo saudí es una herramienta de lucha entre Moscú y Washington por el mercado de hidrocarburos chino, dijo a la agencia Sputnik el investigador asociado del Instituto de Oriente Medio de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái, Niu Song.
«Entre Rusia y Arabia Saudí no cesan las guerras petroleras, especialmente en el mercado chino, y en esta lucha Arabia Saudí goza del apoyo de EEUU; la estrategia petrolera saudí se ha convertido en un elemento de la guerra fría petrolera ruso-estadounidense», opinó el analista al comentar la reciente decisión de Riad de elevar en un 60 por ciento el precio del crudo para los países asiáticos a partir de febrero de 2016.
Niu subrayó que la subida de los precios afecta a Rusia que junto con Oriente Próximo es uno de los principales suministradores de China, un gran importador de crudo.
«La decisión de Arabia Saudí de elevar los precios manteniendo el nivel de extracción ha afectado mucho a Rusia, que también aumenta su extracción para hacerse con una mayor parte del mercado (asiático)», explicó el experto.Expresó además que Riad y los países asiáticos, sus clientes principales, podrán llegar a un compromiso, ya que estos países otorgan la mayor importancia al mantenimiento del volumen de los suministros petroleros.
«La disposición de Arabia Saudí a no reducir la extracción atenúa de cierta manera el efecto negativo del aumento de los precios», indicó.
Niu agregó que la revisión de los precios para los consumidores asiáticos contribuye a incrementar el presupuesto saudí, afectado por distintos factores internos y externos.
«El retroceso continuo de los precios petroleros ha conllevado un serio déficit en el presupuesto de Arabia Saudí, sobre todo estos últimos años, cuando las autoridades del país intentan mantener la estabilidad social y resistir a la influencia de la primavera árabe con inyecciones financieras», detalló.
Entre otros factores mencionó también la lucha de Riad contra los rebeldes hutíes en Yemen, sus tentativas de debilitar al grupo terrorista Estado Islámico (Daesh en árabe, proscrito en Rusia y varios otros países) y su rivalidad de larga data con Irán.