Por el Dr. Mercola
Más de la mitad de la población mundial es bilingüe o multilingüe, lo que significa que si solo habla un lenguaje, pertenece a la minoría. Ese no es el caso en Estados Unidos, donde cerca de 1 de cada 4 personas hablan un segundo idioma lo suficientemente bien como para sostener una conversación.1
Hay algunos beneficios obvios de ser bilingüe, como la capacidad de comunicarse con las personas de alrededor del mundo, ya sea para hacer negocios o con un objetivo social. En Estados Unidos, la mayor parte de las personas cree que es valioso aprender un segundo idioma, aunque no les parece necesariamente esencial.
Sin embargo, en otras áreas del mundo, es probable que se hablen muchos idiomas en una pequeña región geográfica. Y, aunque su vida doméstica no necesite otro idioma, en el mundo conectado digitalmente de la actualidad, su vida empresarial sí podría requerirlo.
Esto hace que el multilingüismo sea una habilidad muy valiosa. Por ejemplo, en Indonesia se hablan 722 idiomas, en India 445 y en Australia, más de 200.2 En algunas áreas, es posible que los niños hablen un idioma en casa y reciban su educación en otro.
Sin embargo, la adquisición de otros idiomas no solo es valiosa para la comunicación, sino que también le brinda beneficios a la salud.
Cómo Puede Beneficiarse su Cerebro al Ser Bilingüe
El lenguaje es una tarea desafiante para su cerebro y demanda incluso más recursos si es bilingüe.
Mientras que alguna vez se pensó que los niños que crecen con dos o más idiomas podrían estar en desventaja, resulta que este ejercicio mental tiene beneficios y podría ocasionar que su cerebro procese la información de forma más eficiente, incluso hasta una edad adulta.
Para empezar, los cerebros bilingües tienen más materia gris,3 que involucra a las neuronas que funcionan en la cognición y un mayor orden en los procesos cognitivos. Además, en comparación con las personas monolingües, las bilingües disfrutan de:4
- Mayores habilidades de control cognitivo
- Más flexibilidad mental
- Mejor manejo de las tareas que involucran cambios, inhibición y monitoreo de un conflicto
Estos beneficios se extienden a todas las edades, desde los niños, hasta los adultos. Los niños bilingües parecen tener ventajas en la memoria de trabajo visoespacial y verbal, en comparación con los niños monolingües.5
En la población de adultos mayores, ser bilingüe brinda incluso más ventajas. Las investigaciones sugieren que las personas bilingües de la tercera edad tienen mayor reserva cognitiva, «un mecanismo protector que podría hacer que su cerebro sea más capaz de enfrentar las patologías».6
Esta podría ser una razón por la que en las personas bilingües también retrasan el inicio del deterioro cognitivo (hasta 4.5 años), en comparación con las personas monolingües, incluso en la demencia, como el Alzheimer.7 En otras palabras, ser bilingüe parece ayudar a prevenir el deterioro cognitivo. De acuerdo con un estudio publicado en Neurología:8
“… [E]l bilingüismo de por vida otorga protección contra el inicio de la enfermedad del Alzheimer [EA]. No parece que el efecto se pueda atribuir a factores tan confusos como la educación, la categoría profesional o la inmigración.
El bilingüismo, por lo tanto, parece contribuir a la reserva cognitiva, que actúa para compensar los efectos de la neuropatología acumulada”.
Ser Bilingüe Podría Alterar las Estructuras Neurológicas en el Cerebro
Los cerebros bilingües muestran diferencias a los monolingües en términos de activación neuronal, así como en la estructura real. También hay diferencias entre los cerebros bilingües, lo que podría deberse a las diferentes experiencias de las personas.
Por ejemplo, las personas pueden aprender dos idiomas de nacimiento (bilingüismo simultáneo) o pueden aprender un segundo idioma más tarde (bilingüismo sucesivo). Incluso entonces, algunas personas cambian frecuentemente de uno a otro idioma y son competentes en ambos, mientras que en otras, un idioma es dominante.
Entre las personas bilingües que tienen una competencia más alta en un segundo idioma y que lo adquirieron de forma más temprana, es mayor el volumen de la materia gris de la corteza parietal inferior izquierda. Se cree que esto representa un papel en la facilidad con la que el individuo equilibra sus dos idiomas.
El volumen de la materia blanca también cambia en los niños y adultos mayores bilingües. Esto sugiere que ser bilingüe «no solo cambia la forma en la que las estructuras neurológicas procesan la información, sino que también podrían alterar las estructuras mismas».9
Esto es de acuerdo con un reporte de la Dra. Viorica Marian, directora del departamento de Ciencias y Trastornos de la Comunicación, de la Universidad Northwestern y su colega Anthony Shook.10 El reporte continuó:
“Los beneficios cognitivos y neurológicos del bilingüismo se extienden casi desde la niñez, hasta la tercera edad, ya que el cerebro procesa más eficientemente la información y previene el deterioro cognitivo.
Además, la atención y los beneficios durante el envejecimiento… no son exclusivos de las personas que crecieron bilingües; también se han observado en las personas que aprenden un segundo idioma más adelante en su vida.
El control cognitivo enriquecido que llega con la experiencia bilingüe representa solo una de las ventajas que disfrutan las personas que hablan dos idiomas.
A pesar de ciertas limitaciones lingüísticas que han sido observadas en las personas bilingües (por ejemplo, mayor dificultad para nombrar las cosas), el bilingüismo ha sido relacionado con una mayor conciencia metalingüística (la capacidad de reconocer el lenguaje como un sistema que puede manipularse y explorarse), así como mejor memoria, habilidades visoespaciales, e incluso, creatividad.
Como Adulto, Todavía Puede Aprender un Idioma Nuevo
A menudo se asume que aprender un segundo idioma en la infancia es más fácil que hacerlo como adulto, pero esto no es necesariamente cierto. De hecho, algunas investigaciones lingüísticas sugieren que los adultos podrían ser mejores para aprender un idioma que los niños, siempre y cuando se satisfagan las condiciones adecuadas.
Una ventaja que tienen los adultos es el conocimiento preexistente del lenguaje: cómo construir un enunciado, los elementos de la gramática, la puntuación y ortografía, el entendimiento conceptual del lenguaje; todas estas habilidades apenas se están desarrollando en los niños.
Un área en la que los niños sobresalen es la pronunciación, ya que tienen mayor habilidad para identificar las diferencias sutiles del sonido. Por definición, un niño será más capaz de imitar los sonidos del nuevo idioma, mientras que un adulto tendrá dificultad para hablar el idioma sin su acento nativo.11
Sin embargo, la mala pronunciación no es un indicador de la fluidez y generalmente no será un obstáculo para la comunicación. Los niños también tienen un menor estándar en la fluidez que los adultos, quienes tienen un conocimiento más amplio del lenguaje para comunicarse acerca de una gama más extensa de temas.
Mientras tanto, los niños podrían aprender un idioma en el ambiente de la escuela o el hogar, lo que les brinda la facilidad de practicar extensamente. Cuando los adultos tienen una oportunidad similar, generalmente logran aprender el idioma.
Como reportó The Telegraph, “Los adultos que no logran tener éxito al aprender un idioma, generalmente son aquellos que estudian en casa con un software o aplicación educativa. Sin el apoyo de un maestro, o de compañeros para conversar constantemente, es fácil que el estudio pierda la estructura».12
La investigación publicada en Frontiers in Psychology continuó:13
“En términos del momento en el que se tiene la experiencia bilingüe, mientras que es cierto que es más probable, en general, alcanzar una competencia similar a la nativa cuando se aprende un segundo idioma (L2) a una edad temprana [esto es, el efecto de la edad de adquisición (EdA)…],… [Y]a se ha reconocido que es posible llegar a un nivel muy alto de competencia en la L2 incluso cuando ésta se aprende más adelante en la vida.
Incluso, es más alentadora la evidencia que indica que el cerebro muestra una increíble maleabilidad como resultado de la experiencia del aprendizaje de un idioma, así que pueden ocurrir cambios funcionales y neuroanatómicos a lo largo de la vida”.
Por lo tanto, si usted es un adulto que quisiera aprender un segundo idioma, no es demasiado tarde. Para lograrlo, lo ideal es considerar tomar una clase en un instituto donde pueda recibir apoyo regular y tener compañeros para conversar, en vez de aprenderlo usted solo.
¿Qué Más Puede Mejorar la Salud de Su Cerebro?
Algunos de los expertos han sugerido que los beneficios de aprender un idioma provienen justo de esto… de aprender. Ciertamente, aunque si no está interesado en aprender un nuevo idioma, realizar otras “actividades significativas y con un propósito” estimula el sistema neurológico, contrarresta los efectos de las enfermedades relacionadas con el estrés, reduce el riesgo de demencia y mejora la salud y el bienestar.14
El factor clave necesario para mejorar la función cerebral o revertir el deterioro funcional es la seriedad del propósito con el cual realice una tarea. En otras palabras, la tarea misma puede ser prácticamente cualquier cosa, siempre y cuando sea importante para usted, o sea significativa o interesante de alguna forma: debe capturar su atención.
Por ejemplo, un estudio reveló que las actividades manuales, como coser colchas o tejer, están relacionadas con una menor probabilidad de desarrollar una deficiencia cognitiva leve.15 Otro estudio encontró que participar en actividades “demandantes cognitivamente”, como aprender a coser colchas o tomar un curso de fotografía digital, mejora la función de la memoria en los adultos mayores16
La clave es encontrar una actividad que sea estimulante mentalmente para usted. Para algunas personas esto puede ser aprender un nuevo idioma, para otras podría ser algo completamente diferente.
Idealmente, esto debería ser algo que requiera su atención completa y le dé gran satisfacción… debe ser una actividad queespere con gusto, como tocar un instrumento musical, hacer jardinería, construir barcos a escala, hacer artesanías o muchas cosas más.
Si desea seriamente mejorar su memoria y su función cognitiva, también puede incorporar estas tres variables importantes para la salud cerebral.
Vitamina D
Los receptores activados de vitamina D aumentan el crecimiento de los nervios del cerebro y los investigadores también han localizado vías metabólicas para la vitamina D en el hipocampo y en el cerebelo del cerebro, áreas que están involucradas en la planeación, el procesamiento de información y la formación de nuevos recuerdos.
En los adultos mayores, las investigaciones han demostrado que los niveles bajos de vitamina D están relacionados con una función cerebral más baja y aumentar los niveles podría ayudar a mantener la buena forma de la mente de las personas de la tercera edad.
La exposición adecuada al sol es todo lo que necesita para mantener sus niveles donde deben estar para la función cerebral saludable. Si esto no es una opción, la segunda mejor alternativa es una cama de bronceado de alta calidad, seguida por un suplemento de vitamina D3.
Ayuno Intermitente
Al contrario de la creencia popular, el combustible ideal para el cerebro no es la glucosa, sino las cetonas, que son la grasa que el cuerpo mueve cuando deja de alimentarlo con carbohidratos e introduce el aceite de coco y otras fuentes de grasas saludables en su alimentación.
Un ayuno de un día puede ayudarle a su cuerpo a “resetearse” y a comenzar a quemar grasa en vez de azúcar. Además, le ayudará a reducir su consumo general de calorías, lo que promueve el crecimiento de las células cerebrales y su conectividad.
Sin embargo, como parte de un estilo de vida saludable, yo prefiero el programa del ayuno intermitente, que requiere simplemente que se reduzca cada día el periodo en el que consume alimentos. Al restringir sus comidas a un periodo de entre 6 a 8 horas (intente hacer solo dos comidas al día, como el desayuno y la comida o la comida y la cena) ayunará efectivamente entre 16 y 18 horas al día.
Salud Intestinal
Su intestino es su “segundo cerebro» y las bacterias intestinales transmiten la información a su cerebro a través del nervio vago, el décimo nervio craneal que corre desde el tallo cerebral hasta su sistema nervioso entérico (el sistema nervioso de su tracto gastrointestinal).
Hay una conexión cercana entre la flora intestinal anormal y el desarrollo anormal del cerebro, y así como tiene neuronas en cerebro, también las tiene en el intestino, entre las cuales se encuentran las neuronas que producen neurotransmisores, como la serotonina, la cual también se encuentra en el cerebro y está relacionada con su estado de ánimo.
Dicho de forma simple, su salud intestinal puede impactar la función de su cerebro, mente y comportamiento, ya que están interconectadas y son interdependientes de una variedad de formas. Además de evitar el azúcar, una de las mejores formas de apoyar la salud intestinal es consumir bacterias benéficas.
Puede utilizar suplementos probióticos, aunque a mí me gustan particularmente los vegetales fermentados, debido a que brindan niveles extraordinariamente altos de bacterias benéficas.
La mayoría de las personas no están al tanto de que con una saludable porción de chucrut, aproximadamente dos a tres onzas, obtiene el equivalente de casi 100 capsulas del probiótico de mayor potencia que podría comprar. Claramente, es una de las alternativas más rentables.