Algunos representantes de la cultura hindú se han sentido ofendidos por un vídeo de Coldplay, donde podemos ver la recreación de la fiesta tradicional Holi y a Beyoncé vistiendo un traje tradicional indio muy adaptado. Califican esta imagen de «estereotipada» y de «apropiación cultural sin sabor».
La banda británica afirma que simplemente es una muestra de aprecio hacia esta cultura y no debe tomarse como una ofensa. Además, no es la primera vez que Coldplay hace un homenaje a otra cultura, como ocurrió en Princess Of China donde aparecía Rihanna haciendo la ‘Danza del Guanyin de las mil manos’, de China.
El debate está servido: ¿homenaje o apropiación cultural?
La apropiación de elementos culturales de la India no es nada nuevo dentro de la fashion system. El bindi, que es el punto que utilizan las hindúes sobre su frente, y representa el «ajna» o tercer ojo, el sexto chakra hogar de la sabiduría oculta, se utiliza a veces de manera banal como tendencia. Como un accesorio más.
Algunas marcas internacionales están aprovechando esta moda de «lo étnico» para sobresalir, cosificando elementos culturales, convirtiéndolos en productos descontextualizados y sin relato claro ni mucho menos reivindicativo. Todo esto, además, crea y refuerza estereotipos y prejuicios fijos y nocivos sobre otras culturas, muy alejados de la realidad.
Las más de las veces, ni siquiera se hace referencia a sus protagonistas, ni en términos generales ni individuales. Y cuando se les nombra, simplemente se convierten en objetos tan decorativos como los elementos culturales que se venden como tendencia, caricaturizándolos.
La mayoría de las veces se realiza con comunidades que tienen poco poder para el derecho a réplica y no disponen de las suficientes protecciones legales. Es decir, «La apropiación cultural ocurre cuando se toman elementos de una cultura no dominante y a la que no se pertenece y se utilizan en beneficio propio trivializándolos, despojándoles de todo su valor simbólico, para convertirlos en algo superficial y lucrativo».
«Esto es lo que no es apropiación cultural» explica la actriz Amandla Stenberg: «Niñas negras vistiendo pelucas rubias». “Los rasgos negros son hermosos. Las mujeres negras no. Las mujeres blancas son un símbolo de virtud y deseo. Las mujeres negras son objetos de fetichismo y brutalidad.” denuncia.
«Ya he tenido que oír comentarios como que mi hijo puede ir sin disfraz porque total ya va disfrazado, o como que ya se habían comprado pelucas como las suya», cuenta indignada una madre de Barcelona que denuncia en la página «Afroféminas» como el tema del próximocarnaval del colegio de su hijo es la danza africana, y el disfraz debe ser: falda de paja , peluca rizada y la cara pintada de marrón.
«Seguro que en los colegios de África no se les ocurre disfrazarse de » europeos» o de «blancos»» ironiza otra madre.
La cultura que se considera por defecto, la normal, el patrón a seguir, es la cultura de los blancos, y de «blanco» nadie se disfraza. En este caso, las demás culturas son las que se sienten obligadas a adoptar estándares de belleza eurocéntricos con el fin de adaptarse y prosperar en esta sociedad. No es comparable la apropiación cultural con la asimilación cultural forzada.
«Las personas que utilizan elementos de otra cultura no dominante no tienen que enfrentar las críticas, la deshumanización, ni la criminalización que viven las personas que pertenecen a esa cultura» explican Dani y Maureen en la página «Proyecto-kahlo». «Las personas que hacen apropiación generalmente son las mismas que perpetúan el racismo. La apropiación cultural subestima a las culturas no occidentales, perpetúa el pensamiento de que son secundarias, que no son relevantes en el desarrollo de la sociedad y en la identidad de las personas que forman parte de ella. Las convierte en un producto para consumo y elimina a los grupos de color protagonistas.
Cuando las personas blancas cogen elementos de otra cultura, los medios y la sociedad las alaban, en cambio las personas que son parte de esa cultura son sistemáticamente oprimidas y rechazadas por usarlos. La apropiación es una forma de colonización, de control y menosprecio a otras culturas, pues la cultura dominante las define y las altera a su antojo.»
Ejemplos de apropiación cultural hay muchísimos:
Ralph Lauren, en su deseo por recrear el “estilo americano”, no tuvo reparos en convertir a los Nativos americanos en “modelos” de su catálogo de invierno.
Esas mochilas y bolsos de colores vivos y formas geométricas que están tan de moda las comercializó la diseñadora Stella Rittwagen. Las comercializó, repito, porque el diseño es Wayuu, de La Guajira, Colombia. Los hacen a ganchillo, con una hebra, ninguna se repite y tardan entre 15-20 días en hacer uno. Y llevan haciéndolos de generación en generación.
Y bueno, si las transnacionales copian los diseños wayuu… por qué ellos y ellas no pueden copiar las firmas transnacionales en sus waireñas?
La blusa de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, México, también fue apropiada y comercializada por Isabel Marant.
«Tlahuitoltepec es una entidad viviente, porque no es pasado, porque no es museo, porque no es folklor, sino portador de cultura que hace referencia a la biodiversidad de la región»
Un blog de belleza estadounidense anunció unos «mini-moños» inspirándose en los desfiles de moda Marc Jacobs, cuando las mujeres bantúeslos han lucido desde siempre.
El chamán inuit y bisabuelo de Salomé Awa imaginó el diseño a principios de 1920. Soñó que alguien le iba a ahogar. El patrón de las manos en el pecho y el pequeño hombre en medio de la parka eran salvavidas. “Es una parka de protección”, explica Awa. “Él mismo lo visualizó y quiso confeccionarlo para que salvara su vida”. La marca europea de alta costura Kokon Para Zai ha estado vendiendo este diseño sagrado como un suéter por $ 925. No se arregló ningún contrato con el diseñador de moda y la empresa no solicitó los derechos de uso del diseño.
”Lo que están usando son imágenes sagradas” subraya Awa. “Están rompiendo las leyes sagradas inuit sobre duplicar las prendas chamánicas de otra persona para beneficiarse.”
«Puedes tomar mi falafel y hummus, pero no toques mi keffiyeh» declaró Shadia Mansour en la introducción de un concierto de su canción «El Keffiyeh es árabe».
«Ahora estos perros lo están usando como tendencia. No importa cómo lo diseñen, no importa cómo le cambien el color, el keffiyeh es árabe y se quedará árabe… La bufanda, ellos la quieren. Nuestro intelecto, ellos lo quieren. Nuestra dignidad, ellos la quieren. Todo lo que es nuestro, ellos lo quieren. No nos quedaremos callados y no lo permitiremos”
Esta canción fue compuesta cuando descubrió que una empresa americana creó una versión del pañuelo en colores azules y blancos y con estrellas de David.
En la misma canción, Dead Prez denuncia también la vanalización de la bandana RBG. Mientras que este pañuelo representa la resistencia de las personas y los descendientes de africanos, la kuffiyeh es la resistencia de los pueblos de Oriente Medio. «Mi pañuelo no es un trapo. El simbolismo es resistencia. No es casualidad que puedas ver el RGB en ella»
«Entonces ata esto alrededor de tu cabeza y camina, ondéala en el aire y déjame saber de que lado estás»
No entendía bien lo de la apropiación cultural y este artículo me lo ha aclarado todo. Es increíble como los occidentales siempre han tomado elementos de culturas que han considerado como inferiores para convertirlos en algo «cool» o «exótico». Es increíblemente racista y ofensivo.
El caso es que siempre encontramos motivos para acabar enfrentados y peleando.
Sería el caso del grupo de rap Wu Tang Clan que usa símbolos y elementos chinos apropiación cultural?
No entendía bien lo de la apropiación cultural y este artículo me lo ha aclarado todo. Es increíble como los occidentales siempre han tomado elementos de culturas que han considerado como inferiores para convertirlos en algo «cool» o «exótico». Es increíblemente racista y ofensivo.