El desierto de Libia alberga numerosos secretos, entre ellos, esta cueva con decoración pictórica hecha, en apariencia por seres humanos. Sin embargo, recientes investigaciones han demostrado que las manos no pertenecen a ninún hombre ni primate.
La cueva de las bestias, en el sudoeste del desierto de Libia -que limita con Egipto- se encuentra una de las representaciones de arte rupueste más representativa del Neolítico. Sin embargo, los nuevos hallazgos podrían cambiar algo la historia de estas pinturas.
Varios grupos de hombres sobre manos esparcidas, seres humanos bailando alrededor de algunas bestias… son algunas de las imágenes prehistóricas que aquí se pueden contemplar -tal y como ocurre en las Cuevas de Altamira-.
Huellas de reptiles en cuevas prehistóricas
Un estudio, liderado por la arqueóloga británica Emmanuelle Honore del St John’s College, pon en tela de juicio las huellas dejadas por las manos de los humanos en estas cuevas. Las marcas, en principio, llamaban la atención por su forma y tamaño por lo que se pensaba que podría tratarse de marcas de bebés. Pero la realidad podría ser muy diferente…
Tras analizar diferentes manos en hospitales infantiles, los científicos lo tuvieron claro: las huellas en la pared pertenecen a algún animal, probablemente un reptil. Las conclusiones extraidas en‘First identification of non-human stencil hands at Wadi Sūra II (Egypt): A morphometric study for new insights into rock art symbolism’ suponen un antes y un después para el arte rupestre pues, hasta ahora, no se había encontrado nada parecido.
Las proporciones de las huellas estaban estrechamente alineados con las piernas de lagartos desierto o pies de cocodrilos pequeños. Se desconoce cómo los reptiles llegaron a pintar dichas paredes o si bien fueron los propios homínidos los que utilizaron estas partes de su cuerpo para pintar y ‘grabar’ la historia.
http://www.onemagazine.es/noticia/27079/Internacional/Nuevo-descubrimiento:-estas-huellas-de-7.000-anos-no-son-humanas.html