Miramos a los animales con altanería y arrogancia, pensando que los sentimientos como el amor, la tristeza y el dolor son exclusivamente humanos.

Lo cierto es que no, pues no paramos de encontrar ejemplos y vídeos donde se demuestra su carácter social y su bondad. La forma en que un orangután besa el vientre de una embarazada, la historia de la gata enfermera, o la insólita maternidad compartida de una gata y una perra, son algunos ejemplos de ello.

Cuanto más corta es la vida del animal y menos desarrollada su estructura social, más tendemos a ignorarla. Dando solo trato de favor en contadas ocasiones a los grandes mamíferos.

Los pájaros y sus necesidades suelen ser menospreciados de forma habitual, empezando por las crueles granjas de pollos y gallinas en las que se les cría en minúsculas jaulas para toda su vida.

Sin embargo, las aves también han demostrado ser capaces de comportamientos sorprendentes, con otros animales o entre ellas, como en el vídeo de hoy.

Momentos antes de grabar estas imágenes, dos pájaros volaban en el exterior de un restaurante cuando uno de ellos, confundido por la transparencia del escaparate,chocó violentamente contra el cristal cayendo al suelo inconsciente. Su compañero, no huye ni se marcha del lugar, sino que permanece a su lado tratando de reanimarlo.

Cuando todo parece perdido, de alguna forma, el pájaro consigue devolver el sentido a su compañero y salir juntos volando de nuevo.