Por RT
Tres documentos promovidos por EE.UU. aspiran a cambiar el entramado de relaciones entre estados y del mundo privado a nivel global.
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP) y el Acuerdo de Comercio de Servicios (TISA) son “los tres documentos sobre los que se asienta la estrategia de EE.UU.”, escriben los periodistas del diario ruso ‘Kommersant’ Leonid Krutakov y Alekséi Makushkin.
Los tres documentos están cambiando fundamentalmente el marco del derecho internacional y del mercado de capitales, “lo que sugiere un futuro sin la ONU, la OMC, el Banco Mundial y el FMI”, reza el artículo.
Los periodistas opinan que se trata de una respuesta de Washington a la nueva política de regionalización –por ejemplo la ASEAN o los BRICS–: “La humanidad ha entrado en una nueva era en la que compiten directamente megaproyectos de integración que la conciencia pública identifica como la lucha entre un mundo unipolar y otro multipolar”.
La preparación de los textos de estos acuerdos se desarrolla completamente de espaldas a la sociedad. El secretismo es garantizado estrictamente por los representantes de las grandes empresas estadounidenses y el gobierno del país.
Además, existe una serie de desacuerdos graves entre EE.UU. y la UE sobre el acuerdo TTIP, entre los cuales figuran las diferencias normativas en materia de productos farmacéuticos, medio ambiente, tecnologías de información, alimentos y protección laboral, explica el artículo.
Por ejemplo, para el Reino Unido lo más alarmante es la posibilidad de privatización de los sistemas nacionales de salud y de los servicios públicos por parte de las grandes corporaciones estadounidenses, mientras que a Alemania y a Francia les preocupa la diferencia de las leyes laborales con EE.UU., sostienen los periodistas.
El TPP y el TTIP no son solo herramientas para crear zonas de libre comercio, sino que “regulan todo el complejo de la relaciones (no solo comerciales) que surgen en el curso de las actividades humanas, incluidas la política monetaria, inversiones, práctica judicial, cuestiones de secreto comercial, servicios de información, educación, salud y seguridad nacional”. “El TPP y el TTIP cambian la cooperación interestatal”, concluyen.
Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP)
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) es un tratado de libre comercio multilateral fuertemente promovido por EE.UU. y negociado en secreto entre 12 naciones que bordean el océano Pacífico y que componen el 40% del PBI mundial: EEUU, México, Perú, Chile, Japón, Vietnam, Singapur, Brunei, Malasia, Australia y Nueva Zelanda.
De acuerdo con los documentos filtrados, los 12 países están tratando de eliminar todas las barreras al comercio, incluidas las leyes que garantizan la seguridad alimentaria, la protección de la agricultura y la privacidad de la información de los ciudadanos. El acuerdo no solo abarca temas comerciales, sino también aspectos sobre la libertad de Internet, los derechos de autor, la protección de patentes o la salud.
Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP)
La esencia de la asociación transatlántica es la eliminación de barreras aduaneras, ecológicas o sociales que impiden la libre circulación de mercancías y servicios en el territorio de EE.UU. y la UE.
Sus defensores argumentan que el acuerdo sería beneficioso para el crecimiento económico de los países europeos, fomentaría la creación de empleo y aumentaría la libertad económica. Sin embargo, quienes protestan contra el acuerdo afirman que con el tratado aumentaría el poder de las grandes empresas mientras se reducirían los niveles de protección social y medioambiental.
Acuerdo de Comercio de Servicios (TISA)
El acuerdo internacional sobre el comercio de servicios (TISA, por sus siglas en inglés) está siendo elaborado entre medio centenar de países, según reveló Wikileaks. Este tratado secreto “impondrá a todos los firmantes cláusulas que benefician a las grandes corporaciones multinacionales en detrimento de la soberanía y de los intereses públicos de cada país”, según se desprende de la filtración.
El tratado TISA pretende regular de manera supranacional servicios de salud, agua, financieros, telecomunicaciones y transporte, entre otros. Además, exige que haya “transparencia”, lo que, en realidad, se traduce en la obligación de los países de presentar proyectos de ley internos antes de que sean aprobados para determinar su viabilidad, informa el portal dedicado a las filtraciones. EE.UU. y la UE son los principales impulsores de este pacto que afecta a 50 países y a un 68,2% del comercio mundial de servicios.