Yasmina Chöpel Drölma, una ermitaña moderna.
La ermita de Sant Martí es de las más inóspitas y escondidas del macizo de Montserrat. Recientemente, una joven catalana de 22 años -Yasmina- arregló y decoró el habitáculo, subió una estufa y se decidió a experimentar la vida como ermitaña moderna. Para ella es fácil estar allí arriba dedicada a la vida contemplativa, rodeada de naturaleza y animales, aunque reconoce que el trabajo a hacer está aquí abajo, entre los humanos, por eso regresa de vez en cuando. Con alegría y buen humor, nos llevó hasta la ermita de Sant Martí -su hogar-, nos mostró el entorno y nos explicó cómo es vivir en una cueva en medio de la nada.