La población de jabalíes cerca de la planta nuclear de Fukushima se reproduce sin control desde el terremoto de 2011. (Mariomassone via Creative Commons)
La población de jabalíes cerca de la planta nuclear de Fukushima Daiichi se reproducen sin control desde el terremoto de 2011.
Los jabalíes radiactivos corren fuera de control en área que rodea a la zona del desastre nuclear de Fukushima en el norte de Japón, destruyendo la agricultura local y comiendo alimentos contaminados con energía nuclear cerca del lugar del accidente, según The Independent.
Desde el desastre, los daños a la agricultura realizados por los cerdos asciende a cientos de miles de dólares, informó el Times de Londres.
Estos animales también vagan en las calles y han herido a varias personas en los últimos años.
Los jabalíes no tienen depredadores naturales para mantener su población en orden. Desde 2011, los seres humanos no son capaces de vivir en la zona de Fukushima. Se organizaron grandes grupos de caza en todo Japón para sacrificar esta superpoblación de jabalíes.
Desde 2014, el número de jabalíes cazados se cuadruplicó pasando de 3.000 a 13.000, informó el Times.
Los cerdos salvajes están siendo asesinados demasiado rápido para poder enterrarlos. Tres fosas comunes que son lo suficientemente grandes para 600 cerdos están casi llenas en la ciudad de Nihonmatsu, situada a 56 kilómetros de la planta de Fukushima.
“Tarde o temprano, vamos a tener que pedir a las personas locales su tierra para usarla”, dijo Tsuneo Saito, un cazador local, citado por The Independent. “La ciudad no es dueña de la tierra que no está ocupada por casas”.
En un tiempo, la carne de jabalí era considerada un manjar en Japón, pero ya no es posible comerla debido a la contaminación nuclear de la zona.
Los científicos del Instituto de Radiactividad Ambiental de la Universidad de Fukushima, dijeron el diario japonés Mainichi en marzo: “El jabalí junto con el mapache estan tomando ventaja de la zona de evacuación, entrando en casas vacías en las zonas dañadas por la [catástrofe], y usándolas como lugar de cría o madrigueras”.
Esto no es nada nuevo. En los años siguientes al desastre nuclear de Chernobyl en Ucrania, la población de alces, lobos, osos y linces aumentaron cuando no había seres humanos en ese lugar.
“Que la vida silvestre comenzara a aumentar cuando los seres humanos abandonaron la zona en 1986 no es una noticia impactante”, Tom Hinton, un experto que ha estudiado las consecuencias de Chernobyl, dijo al Washington Post.
“Lo que es sorprendente aquí es la vida capaz de aumentar incluso en una zona que se encuentra entre las más contaminadas por la radiactividad en el mundo.”
La Gran Época