Juan Carlos Simón y Juanjo Mallén son dos agricultores de los de Toda la Vida y unos auténticos científicos rurales. Viven y cultivan en Aragón, epicentro del cultivo de transgénicos en España y en Europa. Aún así, han plantado cara a las multinacionales y han decidido apostar por la Agricultura convencional o ecológica, demostrando que se puede cultivar maíz no transgénico y salir airoso. Nos hablan de los mitos que se han creado entorno a los transgénicos: ni aumentan la productividad, ni van a acabar con el hambre en el mundo, ni resultan más rentables que los cultivos tradicionales. ¡5 millones de euros anuales pierde el sector maicero aragonés plantando semillas transgénicas! Y lo que es peor, producen un maíz insecticida y tóxico que no debería de usarse para la alimentación humana, ni tampoco para el consumo animal. Podemos añadir a la “lista de éxitos” de la transgenia el desarrollo de enfermedades, la desaparición de insectos, la toxicidad de aguas y tierras, la deforestación…
Entonces la pregunta es ¿quién sale ganando con ello? Incluso el Gobierno de Aragón ha invitado recientemente a una “profunda reflexión” en esteinforme técnico que demuestra que los transgénicos no son necesarios, porque las producciones son iguales o inferiores a las del maíz convencional y porque la plaga que pretende combatir el maíz transgénico (el taladro) no provoca tantos daños como se quiere hacer creer.
Juan Carlos Simón y Juanjo Mallén, agricultores
Hace unos quince años todos los gobiernos de los países industrializados apostaron por la biotecnología y los transgénicos. Hoy se sabe que los organismos modificados genéticamente son tóxicos para la salud humana, pero los mismos gobiernos -ahora- son incapaces de reconocerlo abiertamente. Por suerte, los agricultores lo están diciendo cada vez más alto, y poco a poco, están dejando de cultivarlos. La tierra tiene que servir para plantar maíz sano, no para alimentar mitos infundados de grandilocuencia biotecnológica. Juan Carlos Simón y Juanjo Mallén, científicos rurales, nos ofrecen su experiencia, sus investigaciones de campo y sus datos contrastados durante años a quien quiera escucharles: agricultores, escuelas, institutos, universidades, colectivos, etc. Más información en Aragonsintransgénicos.
Muy interesante. Gracias.