Hace unos días quedé atónito con un vídeo sobre la Mantis de Mar – también llamada Stomatopoda-, de la que desconocía su existencia. Resulta que una especie de este animalito posee una sofisticada arma para atacar a cangrejos y otros animales que es capaz de romper sus corazas, arrancar los brazos de los cangrejos, e incluso romper el cristal de los acuarios.
Un garrote letal
El garrote de las mantis trituradoras posee un evidente diseño para ser letal ante sus víctimas.
Trituradoras: tienen un brazo desarrollado como garrote y una púa rudimentaria (que sin embargo es fuerte y se utiliza en las luchas entre ejemplares de la propia clase). El brazo se utiliza para apalear y aplastar a las presas. La parte interna del dáctilo (la porción terminal) puede poseer un borde afilado, con el que puede cortar la presa mientras nada.(Wikipedia)
Las patas garrote pueden alcanzar una velocidad de 82,8% kilómetros por hora, y una fuerza de 1.500 newton, es decir si la mantis boxeadora tuviera el tamaño de un ser humano, podríamos afirmar sin miedo a equivocarnos que podría romper bloques de hormigón de al menos 1 cm de grosor, vamos que podría fácilmente derribar el tabique de una vivienda y saludar al vecino.
son capaces de infligir daños graves en víctimas significativamente mayores en tamaño que ellos. Las trituradoras emplean estas armas con rapidez cegadora, con una aceleración de 10.400 G (102.000 m/s2, o 335.000 pies/s2) y una velocidad de 23 m/s sin tener que trasladarse,6equivalente a la aceleración alcanzada por un proyectil calibre 22.7 8Debido a la rapidez del golpe se generan burbujas de cavitación entre el brazo y la superficie golpeada.6 El colapso de estas burbujas de cavitación produce fuerzas sobre su presa adicionales a las del golpe mismo, de 1.500 newton, lo cual significa que la presa es doblemente golpeada.9 Aunque el golpe inicial falle, la onda de choque resultante puede ser suficiente para aturdir o hasta matar a las presas.
Biomecánica que escapa a la selección natural.
La biomecánica de la mantis por otro lado muestra un diseño simplemente genial, que solo una conciencia como la de Dios pudo haber implementado, y no un accidente azaroso. Este mecanismo es una obra maestra de la mecánica que utiliza una especie de muelle biológico para realizar el golpeo,
1. Antes de golpear: La mantis de mar con su mecanismo en forma de muelle, localizado en el el espacio mostrado en naranja. Los músculos mostrados en rojo tiran del hueso marcado marcado por contracción. En este momento el músculo flexor ( No mostrado en el diagrama) evita que el apéndice se extienda.
2. El momento del golpe: Los clips se sueltan cuando los músculos flexores se liberan. Entonces el muelle se expande y los puntos de giro en la junta giran en direcciones distintas. Esto permite que el hueso marcado se mueva y dispare el apéndice hacia la presa. (Nature.com)
Es evidente que este artificio no se pudo generar por selección natural, ya que por ejemplo, si quitásemos el muelle a este mecanismo, sería completamente inútil y un lastre que habría provocado la extinción de este animal. Por otro lado, una mutación en este sofisticado mecanismo solo generaría una catástrofe que provocaría que dejase de funcionar. También es menester recordar que este mecanismo se corresponde con un sistema complejo, en el que existe un sistema nervioso que responde a las ordenes del cerebro y un sistema circulatorio, por lo que cualquier mutación (modificación aleatoria de un gen o genes) causaría un estrago. Este simple hecho fulmina la hipótesis de la evolución graduada y evidencia la Mano de dios detrás de todos los seres vivos.
No ha evolucionado.
La Mantis de mar es un fósil viviente, es decir es un animal que es en su estructura en nuestros días similar al que muestran los fósiles hallados desde un comienzo, es decir nunca dejo de pertenecer al orden de la Stomatopoda, Superorden de Hoplocarida y al filo de los artrópodos. Este artrópodo fue así de perfecto y con una biomecánica altamente sofisticada desde el comienzo conocido a través del registro fósil.
En la web de Harun Yahya se puede obtener información sobre uno de estos fósiles de 95 millones de años (datación evolucionista) del Cretácico.en Haqel, Líbano.
Ningún evolucionista podrá nunca poner una prueba de las especies intermedias de este animal mediante el registro fósil, donde aparezca con una forma menos evolucionada, sin embargo si existen fósiles que demuestran que este animal fue perfecto desde el comienzo, y eso que en este artículo solo se ha enfocado en las patas golpeadoras, sin nombrar el sofisticado mecanismo de visión o la astucia en las estrategias de caza de este perfecto asesino de los mares.
A continuación se puede apreciar otro fósil que los evolucionistas llaman su precursor entre dientes, ya que lo único que pueden hacer es rebuznar ante las evidencias científicas. Como vemos se trata de una Tyrannophontes theridion del Mississippian (Unos 320 M.a). Esta frase de la fuente lo dice todo: “The modern Mantis Shrimps are rapacious carnivores that employ a slash and grab lifestyle. Presumably this taxon shared that same modus operandi”. Especulan que el fósil de unos 320 M.a “presumiblemente” cazase de la misma manera que el actual.
En definitiva la mantis de mar fue, es y será hasta el fin de los días Mantis de Mar.
El garrote de la mantis de mar evidencia el diseño del Creador
Que tonteria.
» Ningún evolucionista podrá nunca poner una prueba de las especies intermedias de este animal mediante el registro fósil, »
La evolución no se basa en una concatenación de especies con rasgos ligeramente modificados hasta la aparición del rasgo distintivo completo. La evolución funciona a través de emergencias puntuales que resultan ser idóneas y superiores a las de los competidores.
Son mutaciones puntuales que se demuestran mejores y acaban imponiéndose. No lenta y paulatina transformación.
Seguro que dios perdia su tiempo diseñando el garrote de la mantis de mar.