El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo que el tunecino Mohamed Boulhel, autor de la masacre que provocó en Niza 84 muertos «se radicalizó muy rápidamente» según los primeros indicios.
Al término de un consejo restringido de defensa y seguridad y de una reunión interministerial en el Palacio del Elíseo, Cazeneuve indicó que así se desprende de los testimonios de su entorno.
El ministro añadió que la forma en la que Boulhel perpetró su crimen es nueva, porque «aunque llevaba una pistola, no tenía armas ni explosivos» cuando arrolló a la gente con un camión en el paseo marítimo de esa ciudad durante la celebración de la Fiesta Nacional francesa, el pasado 14 de julio.
Su actuación, según Cazeneuve, muestra «la extrema dificultad de la lucha antiterrorista, porque estamos ante individuos sensibles a los mensajes del Estado Islámico» (EI), que perpetran «acciones extremadamente violentas sin necesariamente haber combatido, haber sido entrenados o disponer de armas destinadas a la comisión de crímenes masivos».
«Estamos ante un nuevo reto que nos debe llevar a tomar conciencia de la voluntad por quienes nos atacan de usar hasta el paroxismo los medios más terribles», dijo el ministro.
Una de las cinco personas que están siendo interrogadas para determinar si Bouhlel tuvo cómplices declaró que el autor de la matanza se había radicalizado muy recientemente.
Ese testigo aseguró que en
las últimas semanas había manifestado posiciones extremistas y se había dejado barba.
Entre esos cinco interrogados hay dos detenidos ayer -incluida la ex mujer del asesino- y otros tres arrestados hoy, a los que la policía llegó tras inspeccionar el teléfono móvil que se encontró en la cabina del camión.
Cazeneuve compareció ante los medios junto con el portavoz gubernamental y ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, y junto el responsable de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
Este último señaló que mentes como la del terrorista de Niza han sido «debilitadas» por los constantes mensajes lanzados por los jihadistas del Estado Islámico, que aunque no organiza ese tipo de crímenes, sí «insufla ese espíritu terrorista».
Desde hace varias semanas, según recordó Le Drian, la organización jihadista había repetido «que había que atacar directamente e incluso individualmente a franceses, principalmente, a estadounidenses, a través de cualquier medio», y allá donde se encuentren.
El titular de Defensa recalcó que, como ha sucedido en otras ocasiones, el Estado Islámico reivindicó posteriormente la autoría de la matanza.
En este último caso, la agencia de noticias Amaq, vinculada a los jihadistas, señaló que un «soldado» del Estado Islámico es el autor de ese atentado, el peor en Europa en 2016 y ocho meses después del que acabó en noviembre en París y Saint Denis con la vida de 130 personas. EFE