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La lluvia de estrellas será más intensa este año debido a la influencia de Júpiter sobre el Swift-Tuttle
El cometa Swift-Tuttle provoca este año una lluvia más intensa de estrellas porque su órbita pasa cerca de Júpiter. Lo que mucha gente no sabe es que el cometa que produce el espectáculo celeste de agosto, que mide 26 Km de diámetro, podría impactar con la Tierra en los próximos dos milenios, por lo que es considerado «el más peligroso objeto conocido por la humanidad». Son las dos caras del Swift-Tuttle.
Perseidas en 2015. Foto:NASA/Bill Ingalls
Todos los años, entre finales de julio y finales de agosto, la Tierra atraviesa en su trayectoria en torno al Sol la estela del cometaSwift-Tuttle, lo que provoca que multitud de partículas, denominadas meteoroides, choquen contra la atmósfera. Conforme la Tierra se va adentrando en esta nube de meteoroides, la actividad de las perseidas aumenta.
En 2016 esa actividad alcanzará su máximo visible en Europa durante la noche del 11 al 12 de agosto y se espera más intensa que los años anteriores: podría superar los 500 meteoros a la hora en lugar de los cien habituales.
«El cometa Swift-Tuttle completa una órbita alrededor del Sol cada ciento treinta y tres años aproximadamente, y cada vez que se aproxima a nuestra estrella se calienta y emite chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que forman la cola del cometa», comenta Alejandro Sánchez, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), para explicar el origen de estas ‘estrellas’.
Este año viene acompañado de una particularidad: la órbita del Swift-Tuttle pasa cerca de Júpiter y su gravedad puede provocar que las partículas de polvo se concentren más en el camino que sigue la Tierra, lo que hará que nuestro planeta atraviese esas nubes más densas y que se llegue a multiplicar la cantidad de meteoros que suelen producirse habitualmente.
La mayoría de los meteoroides desprendidos del Swift-Tuttle son tan pequeños como un grano de arena, y cuando se cruzan con nuestro planeta impactan contra la atmósfera a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora, equivalente a recorrer nuestro país de norte a sur en menos de veinte segundos.
El choque produce, en estos fragmentos, un aumento de temperatura de hasta cinco mil grados en una fracción de segundo, lo que hace que se desintegren y emitan un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o estrella fugaz.
Esta desintegración ocurre a gran altura, normalmente entre los cien y los ochenta kilómetros sobre el nivel del suelo. Las partículas más grandes (del tamaño de un guisante o mayores) pueden producir estrellas fugaces mucho más brillantes que reciben el nombre de bólidos.
El cometa más peligroso
El cometa Swift-Tuttle no sólo es el que provoca la lluvia de meteoros conocida como Perseidas, sino que también ha sido descrito como «el más peligroso objeto conocido por la humanidad» por el astrónomo de la universidad de Memphis, Verschuur, Gerrit L, autor del libroImpact!: The Threat of Comets and Asteroids (Oxford University Press 1996).
Según un artículo en New Scientist la órbita del cometa podría llevarlo a impactar con la Tierra o la Luna, aunque de suceder el impacto posiblemente no tendría lugar durante los próximos dos milenios. Se predice su encuentro más cercano con la Tierra se aguarda para alrededor del 15 de septiembre de 4479, con una probabilidad de impacto del 0,0001%. Después del año 4479, la probabilidad de impactar la Tierra por órbita se estima en el 0,000002%
El Swift-Tuttle es el objeto conocido más grande cuya trayectoria concurre con la de la Tierra. Según la NASA, el cometa mide 26 km de diámetro (el asteroide que supuestamente acabó con los dinosaurios sólo medía 10 km).
Este año la Luna interferirá en la observación del fenómeno, que aparecerá en el cielo en fase creciente. Se recomienda observar la lluvia de estrellas la noche del 11 al 12 de agosto a partir de las dos de la madrugada, cuando está previsto el primer ciclo de actividad y la Luna tendrá menos efecto.
«Estas estrellas fugaces podrán aparecer en cualquier lugar del cielo. Por su trayectoria parecen proceder de un punto situado en la constelación de Perseo, y de ahí proviene el nombre de las perseidas», señala Marcos Villaverde, miembro de la empresa Azimuth que coordina las actividades de divulgación en el observatorio de Calar Alto. Sin embargo, no se recomienda observar directamente hacia esta constelación, sino a unos cuarenta grados de la misma (buenas constelaciones guía pueden ser Tauro, la Osa Menor o Andrómeda).
Para disfrutar de las perseidas no es necesario utilizar telescopios ni ningún otro tipo de instrumento óptico. Solo es necesario observar el cielo desde algún lugar lo más oscuro posible y lejos de la contaminación lumínica de las ciudades.