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Estamos viviendo un momento en el que las relaciones de pareja están sufriendo un rediseño importante, al menos en su concepto. Lo cierto es que el paradigma actual no está funcionando. Mucha gente está insatisfecha en el amor, muchas personas no saben qué hacer para que una relación funcione porque una buena parte del hilo tradicional que ordenaba las experiencias y sentimientos en este contexto ha caducado.
Pero, ¿hacia dónde enfocar ese cambio que necesitamos para tener una relación de pareja satisfactoria? Al igual que pasa con muchas otras cosas, cuando las normas tradicionales se descomponen, algo nuevo ocupa su lugar. En lo que se refiere a las relaciones, la nueva tendencia emergente es la relación consciente.
El problema de las relaciones tradicionales
¿Estás enamorado o solo emparejado? Con demasiada frecuencia, la segunda parte de la dicotomía es lo que ocurre en las relaciones tradicionales. La mayoría de nosotros, a base de verlo en las parejas que nos rodean, en las películas o en los realities, hemos aprendido que el amor es algo diseñado para la satisfacción personal y que hay que trabajar para que la relación se mantenga.
Generalmente, este trabajo de mantenimiento de la relación se hace a base de apaciguar al otro. Así, con el tiempo, se pierde el sentido de lo que somos debido a lo que hemos tenido que hacer para mantener la relación. En ese proceso muchas personas se convierten en alguien diferente, en demasiadas ocasiones en alguien que no quieren ser.
Por otra parte, en las relaciones tradicionales uno se preocupa tanto por complacer al otro que termina reprimiendo sus instintos, además de sus sentimientos, deseos y aspiraciones, e incluso temores y aprehensiones. En la misma medida, esperamos que el otro haga lo mismo, es decir, que viva para complacernos.
Hacia un nueva paradigma en el amor: la relación consciente
La inmensa mayoría de las relaciones de pareja recientes empiezan como una aventura, como una forma de divertirse. Durante el propio proceso, las partes se van conociendo y van avanzando en su relación. Sí, es cierto que tener relaciones solo para divertirse es algo que parece que se está poniendo de moda, pero, al final, tarde o temprano, la mayoría de las personas buscan algo más, deja de ser suficiente.
Lo que diferencia una relación tradicional de una relación consciente es el foco de trabajo. En una relación consciente, las dos partes se sienten comprometidas con un sentido de propósito. Ese propósito es el crecimiento, tanto el crecimiento individual como el crecimiento colectivo comopareja.
Muchas personas buscan mantener un relación de pareja para satisfacer sus propias necesidades personales. Esto puede prologarse en el tiempo, pero con el tiempo la relación falla y, como resultado, aparece la insatisfacción.
Pero cuando dos personas se unen con la intención de crecer juntas la relación se avanza hacia algo mucho mayor que la gratificación personal. Así, la relación se convierte en un viaje de evolución; un trayecto fascinante en el que las dos personas tienen la oportunidad de crecer de manera individual, muy lejos del ideario tradicional de “renunciar para adaptarse”.
Cómo evolucionar hacia una relación consciente
A pesar de todos los problemas que puedan surgir, la buena noticia es que en una pareja es posible evolucionar de una relación basada en el ideario tradicional a una relación consciente. De hecho, una relación consciente no surge sin más. Es necesario conocerse primero, incluso tener un amplia variedad de experiencias. No te puedes enamorar de alguien a quien no conoces, solamente lo puedes hacer de la idea del amor que intentas encajar en el otro.
Otra cosa muy diferente es vivir el momento presente y ser consciente de lo que esta sucediendo. Esta es una visión distinta y necesaria, no solo para poder vivir una relación de pareja enriquecedora, sino para aprovechar al máximo cada momento y crecer como persona.
La experiencia de crecimiento es lo importante
No estar atados a los resultados de la relación no significa que no importe lo que pase. Tampoco significa que no tengas expectativas sobre esa relación. De lo que se trata es de estar más comprometidos con la experiencia de crecimiento como motor de la relación.
Sobre la base de que las personas estamos aquí para crecer física, mental, emocional y espiritualmente, la relación de pareja debería ayudar a ese crecimiento, que debería realizarse de forma conjunta. Ese propósito de crecimiento debe ser conjunto, compartido, porque, si no, la relación de pareja no tiene sentido.
Cada miembro de la pareja tiene su parte individual de responsabilidad
En toda relación de pareja salen a la luz heridas del pasado, que se activan de una u otra forma. En las relaciones tradicionales se asume que el otro debe compensar carencias, llenar vacíos y traer lafelicidad y el amor que faltaba antes. Pero en las relaciones conscientes las cosas no funcionan así.
El objetivo de la relación de pareja no es hacernos felices, sino hacernos conscientes. El otro no está ahí para darte lo que te falta, sino para ayudarte a conseguirlo. El otro no está ahí para llenar tus vacíos a cambio de que tú llenes los suyos.
La pareja consciente está dispuesta a descubrir y asumir sus problemas pasados y actuales porque saben que pueden evolucionar hacia una nueva realidad. Pero para ello es necesario asumir la propia responsabilidad en cuanto a sentimientos y creencias, sin cargar al otro con un trabajo que no somos capaces de hacer por nosotros mismos.
La relación sirve para practicar el amor
El amor es la práctica de la aceptación, del perdón, del estar presente y del abrir el corazón incluso en sus zonas más vulnerables. Sin embargo, muchas veces tratamos amor como si fuera un destino. Esto implica no estar satisfechos con lo que la relación hasta que no se llega a ese punto. Pero el amor es un viaje y una exploración.
La pareja consciente está fuertemente comprometida a ser la encarnación del amor, a ponerlo en práctica. Así, el amor se manifiesta en su vida y en su relación en formas inimaginables de otra forma.