Tenemos que saber que los precios que en Europa se paga por la quinoa, alimento fundamental de los campesinos de américa del sur, estos campesinos no los pueden pagar. Les estamos dejando sin su alimento.
Tenemos en España suficientes productos para no recurrir al saqueo de la soberanía alimentaria de los hermanos americanos.
Hace poco un estadista de lo pocos q quedan, dijo claramente q las personas cuasi todo soportan menos el hambre, sumado a Francis conocedor del gen sud- hispanoamericano, no muy entendido, x el primer mundo dio la clave, estos tipos son capaces de vender hasta su madre, un modismo muy esclarecedor de lo q significa e implica la rapiña con su socia la avaricia. La dama Kerchner, en su guerra contra, los bruitres, recordo un libro «el mercader de Venecia», y el precio q pago, fue ser incluída en la lista global, de anti-semitas, cuando Fox pasa la pelicula x cable, y el libro se puede leer, en la red. Cosas de este mundo, los numeros hablan, la miseria paso el limite, y la angurria los delata. Saludos.
Tenemos que saber que los precios que en Europa se paga por la quinoa, alimento fundamental de los campesinos de américa del sur, estos campesinos no los pueden pagar. Les estamos dejando sin su alimento.
Tenemos en España suficientes productos para no recurrir al saqueo de la soberanía alimentaria de los hermanos americanos.
Un saludo
Hace poco un estadista de lo pocos q quedan, dijo claramente q las personas cuasi todo soportan menos el hambre, sumado a Francis conocedor del gen sud- hispanoamericano, no muy entendido, x el primer mundo dio la clave, estos tipos son capaces de vender hasta su madre, un modismo muy esclarecedor de lo q significa e implica la rapiña con su socia la avaricia. La dama Kerchner, en su guerra contra, los bruitres, recordo un libro «el mercader de Venecia», y el precio q pago, fue ser incluída en la lista global, de anti-semitas, cuando Fox pasa la pelicula x cable, y el libro se puede leer, en la red. Cosas de este mundo, los numeros hablan, la miseria paso el limite, y la angurria los delata. Saludos.