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«China, como siempre, con mucha clase».
Ese es el sarcástico mensaje que la Agencia de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos (DIA) compartió en su cuenta de Twitter este domingo.
Con el tuit, la unidad de espionaje del Departamento de Defensa hacía referencia a los choques diplomáticos protagonizados por los funcionarios y sus contrapartes estadounidenses a la llegada del presidente Barack Obama aHangzhou.
El mandatario arribó el sábado a la ciudad china para participar en la undécima cumbre de jefes de estado y de gobierno de los países del G-20, que comenzaba el domingo y termina este lunes.
Y aunque la DIA borró el tuit inmediatamente y pidió disculpas por haberlo publicado, ya era demasiado tarde: no hizo más que complicar las cosas.
Todo comenzó cuando Obama descendió del avión en el aeropuerto de Hangzhou y no se encontró con la característica alfombra roja con la que se recibe a los líderes en los actos oficiales.
Así comenzó una visita que dejó a la vista grandes tensiones y diferencias entre los funcionarios de ambos países que, según relató The New York Times, en algún momento hizo temer que terminara en un altercado físico.
Los periodistas estadounidenses que viajaron a la cumbre con Obama desde Hawái dijeron que los guardias de seguridad chinos no les permitieron observar al mandatario desembarcar desde la parte inferior del avión, una limitación a la que sólo son sometidos en viajes a lugares de mucho riesgo como Afganistán, porque no había una bienvenida con alfombra roja.
«Repentinamente nos topamos con una cinta de color azul brillante que era sostenida firmemente por los guardias de seguridad. En seis años cubriendo la Casa Blanca nunca había visto a un huésped extranjero impedir a los medios de comunicación ver desembarcar al presidente Obama», escribió Mark Landler en The New York Times.
De acuerdo con la versión de la prensa estadounidense, cuando un funcionario de la Casa Blanca reclamó por lo que consideraba una falla del protocolo a un funcionario de seguridad chino, éste le gritó: «Este es nuestro país».
Susan Rice, quien es asesora de Seguridad Nacional y uno de los miembros más experimentados del equipo de Obama, se unió a la disputa haciendo un reclamo ante los funcionarios chinos, según The New York Times.
En su edición del domingo, el diario The South China Morning Post citó a un funcionario que dijo que China ofrece la alfombra roja para todos los mandatarios extranjeros que llegan al país, «pero que el lado estadounidense…desestimó la propuesta e insistió en que no necesitaban la escalera que ofrecía el aeropuerto».
Se ven más las costuras
Más tensiones entre ambas partes surgieron en West Lake State House, donde Obama se reunió con el presidente chino Xi Jinping.
Los funcionarios de la Casa Blanca, los responsables del protocolo y los agentes del servicio secreto se vieron envueltos en una disputa con funcionarios chinos acerca de a cuántos estadounidenses se les debería permitir entrar al edificio antes de que Obama llegara.
La tensión fue tal que en un momento hubo temores de que la confrontación pudiera derivar en un enfrentamiento físico, reportó The New York Times.
En general, China impuso fuertes restricciones al trabajo de los medios durante gran parte de la cumbre.
Obama señaló que esta no era la primera vez que durante uno de sus viajes había tensiones entre los funcionarios de seguridad chinos y los medios de comunicación. «Pero esta vez, las costuras se están viendo un poco más de lo usual», dijo.
El mandatario estadounidense insistió en que la disputa no tenía relevancia en el marco de las amplias relaciones entre ambos países.
Indicó que parte de las razones por las que se produjeron las tensiones durante su arribo a China se debían a que Estados Unidos tiene una actitud distinta ante la prensa que otros países.
«Creemos que es muy importante que la prensa tenga acceso al trabajo que estamos haciendo, que deben tener la posibilidad de hacer preguntas», apuntó.
«No dejamos nuestros valores e ideales cuando hacemos estos viajes, (pero) eso puede causar alguna fricción», añadió.