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Para que la iniciativa funcione se requiere la contribución de al menos 30.000 personas, que podrán participar a través de un videojuego. / ICFO
El sentido común nos dice que la materia existe independientemente de nosotros, pero la física cuántica de Niels Bohr afirma que observar el mundo lo puede cambiar, una idea a la que se oponía con vehemencia su amigo Albert Einstein.
Una de las vías con la que los físicos investigan cuál de los dos grandes científicos tenía razón es el test de Bell, con el que tratan de descubrir si las partículas cuánticas realmente están entrelazadas de forma secreta y ‘conspiran’ cambiando su apariencia solo cuando las miramos.
El próximo 30 de noviembre cualquier persona tendrá ocasión de participar en el denominado Gran Test de Bell (The BIG Bell Test, en inglés), para demostrar, por primera vez, que las decisiones humanas pueden contribuir a la ciencia fundamental, y, a la vez, poder llevar a cabo pruebas científicas nunca antes realizadas.
Los participantes se enfrentarán al reto de crear una secuencia de ceros y unos los más aleatorios posible
Este proyecto está coordinado por el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), que con la ayuda de los bellsters, ese día llevará a cabo experimentos de física cuántica de forma simultánea en diferentes laboratorios de todo el mundo.
Para que la iniciativa funcione se requiere la contribución de al menos 30.000 personas, que podrán participar a través de un videojuego, creado específicamente para este proyecto en el sitio web www.thebigbelltest.org. La página ya está disponible para poder ir entrenando.
Todo aquel que se una a la iniciativa se enfrenta al reto de crear una secuencia de ceros y unos los más impredecibles o aleatorios posible. Estos bits se enviarán en tiempo real a los experimentos de física cuántica, donde van a determinar las ‘preguntas’ (es decir, las mediciones realizadas) de los objetos cuánticos, que incluyen átomos, fotones y superconductores.
Carlos Abellán, estudiante de doctorado en el ICFO e instigador del proyecto, además de ser el diseñador de la plataforma que redirigirá los datos a cada laboratorio, señala: «Lo más fascinante del BIG Bell Test es que el gran público y los científicos desempeñan un papel de igual importancia para el éxito del experimento. Es una oportunidad única para acercar la investigación de frontera en física cuántica a la gente».
El público y los científicos desempeñan un papel de igual importancia para el éxito del experimento
Este proyecto surgió a raíz de las contribuciones hechas por el ICFO a los experimentos de Bell realizados en el 2015, que implicaron una atención extraordinaria a la naturaleza de la aleatoriedad y su papel en experimentos de física. Este instituto contribuyó aportando un generador físico de números aleatorios que produce números aleatorios muy puros y a una velocidad muy rápida.
Aquellos experimentos fueron los que inspiraron la idea de realizar otro a gran escala controlado por seres humanos y utilizando las tecnologías de internet actuales.
Una paranoia apropiada
“La física esconde misterios muy profundos que solo pueden estudiarse mediante preguntas impredecibles de la naturaleza», comenta el profesor Morgan Mitchell del ICFO. «En términos generales, la idea recae en que si la naturaleza sabe lo que le vamos a preguntar, podría engañarnos con una respuesta preparada. Normalmente los científicos no son tan paranoicos, pero algunas de las predicciones hechas por la física cuántica son tan extrañas (partículas diminutas que se hablan la una a la otra separadas por enormes distancias, objetos que se comportan de manera diferente cuando no los estamos mirando), que llevan a pensar que la paranoia es completamente apropiada, incluso necesaria».
«En este contexto –añade el profesor–, los seres humanos toman decisiones independientes, las cuales son muy valiosas, y comprenden una forma única de hacer preguntas impredecibles, sin importar qué secretos nos podría estar escondiendo la naturaleza».
Nueve experimentos globales para The BIG Bell Test
El próximo 30 de noviembre habrá nueve experimentos del Gran Test de Bell llevándose a cabo de forma simultánea en instituciones científicas de todo el mundo:
CQC2T – Universidad de Griffith y EQUS – Universidad de Queensland (Brisbane, Australia)
CEFOP / Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Concepción (Concepción, Chile), nodo que incluye al Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Linköping, la Universidad de Sevilla y el Dipartimento di Fisica en la Sapienza Università di Roma.
CAS –Universidad de Ciencia y Tecnología de China (Hefei, China)
ICFO (Barcelona)
IQOQI / OEAW (Viena, Austria)
Universidad LMU-Ludwig-Maximilian (Múnich, Alemania)
CMLP – Université Nice/CNRS (Niza, Francia)
QUDEV- ETH Zurich (Zúrich, Suiza).
la mecánica cuántica me sugiere la idea de un ente consciente dentro de otro mayor que parece pretender siempre dirigirlo, de modo análogo a la célula y sus corpúsculos, al cuerpo y sus células, a la sociedad y sus individuos.