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Está demostrado que Einstein y Tesla, genios contemporáneos, no congeniaron. Tesla expresó de manera clara su opinión sobre el trabajo del físico alemán y su Teoría de la Relatividad, lo que no evitó que Einsteinun día le escribiera una carta poco conocida.
Sobre ambos se ha escrito y dicho de todo. Sobre Einstein podríamos decir que es considerado el científico más famoso del siglo XX, un hombre al que le debemos su Teoría de la Relatividad especial, un marco que dio paso como consecuencia lógica a la deducción de la ecuación de la física más conocida a nivel popular: la equivalencia masa-energía (E=mc 2) . Un genio que sentaría las bases para la física estadística y la mecánica cuántica.
Nikola Tesla no fue menos. El genio de origen serbio es conocido mundialmente por innumerables invenciones, destacando en el campo del electromagnetismo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El físico, sus patentes y en general todo su trabajo ayudó a sentar las bases de los sistemas modernos de potencia eléctrica por corriente alterna, donde además se incluía el sistema polifásico de distribución eléctrica y el motor de corriente alterna, lo que contribuyó de manera notable a lo que fue la Segunda Revolución Industrial.
Tesla vs Einstein: cartas dirigidas
Lo cierto es que Nikola Tesla mantuvo una mirada desafiante al trabajo de Einstein. Dijo alto y claro que no creía en la Teoría de la Relatividad (también negaba la divisibilidad del átomo en su tiempo) y como muestra existen muchísimos artículos de la época donde declaraba la “guerra” a la teoría de Einstein. Aún así, sus palabras hay que entenderlas en el contexto de la época (y sus avances) y de la propia personalidad del personaje. Un hombre considerado “cabezudo” en sus ideas, de gran personalidad y fuerte temperamento. Estas fueron algunas de sus declaraciones:
El 11 de septiembre de 1932 declaraba lo siguiente en el New York Herald Tribune:
… Sostengo que el espacio no puede ser curvo por la sencilla razón de que no puede tener propiedades. Bien podría decirse que Dios tiene propiedades, y no las tiene, los atributos son de nuestra propia creación. De propiedades sólo podemos hablar cuando se trata de la materia que llena el espacio. Decir que en presencia de grandes masas el espacio se convierte en curvo es equivalente a afirmar que algo puede actuar sobre la nada. Yo, por ejemplo, me niego a suscribir tal punto de vista.”
Tres años después, el 10 de julio de 1935, volvía a hablar sobre la relatividad en el New York Sun:
La Teoría de la Relatividad es una masa de error y engañosas ideas que se opone al sentido común. Ni una sola de las proposiciones de la relatividad ha sido probada.”
Un día después volvía a hablar sobre la teoría, esta vez desde el New York Times:
En mi opinión. La relatividad es como un mendigo, un mendigo envuelto en púrpura a quién la gente ignorante toma como un rey.”
En este último extracto en el NYT y tras hablar del trabajo de Einstein apoya sus declaraciones con una serie de experimentos que había llevado a cabo en 1896. Venía a decir que había conseguido medir velocidades hasta cincuenta veces mayores que la velocidad de la luz, lo que suponía demoler la teoría de Einstein, cuyo pilar en la estructura de la relatividad explicaba que no había velocidad mayor que la de la luz.
Queda claro por tanto que Tesla se oponía a los principios del trabajo del físico alemán. Pero, ¿y Einstein? Resulta curioso que dos de los más grandes genios que hemos tenido no fueran al menos “conocidos” (si no colegas) compartiendo tiempo en vida. En cualquier caso lo que sí ocurrió fue una carta de este a Tesla. La carta tuvo lugar en 1931 en el 75 cumpleaños de Tesla y fue publicada en la revista Time