Miles de manifestantes han irrumpido en el edificio del Parlamento de Kuwait después de que la policía reprimiese una manifestación que pedía la dimisión del primer ministro, el jeque Nasser Mohammad al-Ahamd Al-Sabah, ha anunciado un diputado de la oposición.
«Ahora vamos a entrar en el Parlamento», ha declarado el diputado Moussallam al-Barrack, que encabezaba la protesta junto a otros parlamentarios y opositores que exigían la disolución de la Cámara.
Los manifestantes han forzado las puertas del Parlamento y han irrumpido en la sala principal del recinto, donde han cantado el himno nacional antes de abandonar las instalaciones minutos más tarde. Una veintena de diputados de la oposición habían boicoteado previamente la sesión parlamentaria en señal de protesta.
Con anterioridad a estos hechos, la policía ha golpeado a los manifestantes con porras para evitar que llegaran hasta la residencia del primer ministro, adonde se ha dirigido la muchedumbre al grito de «El pueblo quiere la salida del primer ministro» y con inteción de acampar allí mismo. Testigos presenciales aseguran que cinco personas han resultado heridas y que se han practicado varias detenciones.
Violenta represión
Este episodio violento tiene lugar cuando un escándalo de corrupción sacude al Gobierno local desde hace varias semanas. Según informes desvelados por la prensa, los diputados progubernamentales han recibido cientos de millones de dólares. La revelación de este escándalo ha llevado a una importante movilización de la oposición contra el gobierno de al-Ahamd, a quien se considera responsable de la corrupción generalizada y del deterioro de los servicios en el país.
En diciembre de 2010, las fuerzas de seguridad de estado rico en petróleo habían reprimido violentamente otra manifestación de opositores y parlamentarios, si bien desde el pasado mes de marzo las protestas se han producido regularmente.
Nasser Mohammad al-Ahamd Al-Sabah, de 71 años, fue nombrado primer ministro en 2006 y es sobrino del emir de Kuwait. Ha sobrevivido a varios votos de censura en el Parlamento, que ha llegado a disolver hasta en tres ocasiones.
El pasado mes de junio un ciudadanos kuwaití fue juzgado por escribir comentarios difamatorios sobre el emir en la red social Twitter y como medida preventiva frente a las protestas que han derrocado a otros líderes de la región.
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