Se trata de una especie de aura sutil que envuelve el cuerpo físico. No es visible, pero aún está hecho de materia, Pellegrino nos dice en Anatomía Oculta que «puede ser asociado a un campo magnético que actúa como un filtro entre el cuerpo físico y el astral, y que atrae y filtra la fuerza vital proveniente de la suma de todas las energías que existen y se mueven en el cosmos.

Es la carcasa ovoide que encierra el cuerpo etérico y el físico. Se expande unos 40 o 50 centímetros sobre estos y asume diferentes colores. Cuenta Anatomía Oculta que es la estructura que permite la percepción y vivencia de las emociones, por eso, su color y su forma cambian en función de éstas.

No está conectado a la materia directamente y por eso se puede separar de él por medio de los viajes astrales y las experiencias oníricas. Los primeros en hablar de esta aura etérea son Porfirio y Jámblico. 

4. El cuerpo mental

Pellegrino nos cuenta que el cuerpo mental está más allá del cuerpo astral y que sus dimensiones son directamente proporcionales al grado de conocimiento de la persona, «es el lugar donde el pensamiento nace, crece y evoluciona». Define y manifiesta el ego, desarrolla la memoria y es donde se da la imaginación.

Encontramos cuerpo mental inferior y cuerpo mental superior. El primero  forma y combina las ideas abstractas gracias a la intuición; en el segundo se elaboran los pensamientos racionales.

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5. Cuerpo causal

Este es el asiento de la autoconciencia, permite tener conocimiento y conciencia del mundo exterior a uno mismo y, es el cuerpo responsable del proceso de tomar conciencia propia. Se identifica con el alma, la primera estación del ser que induce a la espiritualidad. «En el momento de la muerte no se vacía, permanece impregnado de recuerdos y rico en experiencias».

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