No cualquiera puede convertirse en el líder supremo de Corea del Norte.
Solo unos pocos elegidos pertenecientes a la llamada estirpe Paektu tienen esa suerte.
Según el relato oficial, Kim Jong-un es uno de ellos.
El selecto linaje, cuya sangre corre por las venas del máximo dirigente, hunde sus raíces en el monte Paektu, un volcán activo en la frontera entre China y Corea del Norte, del que tres generaciones de líderes de Pyongyang dijeron provenir.
El lugar ha sido considerado sagrado a lo largo de la historia y tiene un carácter espiritual tanto para los coreanos del norte como los del sur.
Tanto, que en la histórica cumbre de este viernes entre las dos Coreas, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, le dijo a Kim Jong-un que le gustaría poder visitarlo algún día.
«Me avergüenza la pobre infraestructura de tránsito», respondió Kim en una rara admisión de que el proyecto de modernización de los accesos no está yendo tan bien como preveía.
Conocida por los chinos como Changbai, se eleva hasta los 2.744 metros de altitud, lo que lo convierte en la montaña más alta de la península de Corea.
El Paektu tiene también gran importancia geológica. Bajo su inhóspita cima late un corazón volcánico que en los últimos años ha sido objeto de investigaciones sobre posibles futuras erupciones .
«Según la creencia popular es el lugar donde se originó el pueblo coreano, lo que lo convierte en un hito ancestral sobre sus orígenes para todos los coreanos», explica a BBC Mundo Michael Madden, director del Observatorio del Liderazgo Norcoreano del Instituto EE.UU.-Corea del Norte de Washington.
El Paektu aparece en el escudo de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) y el himno nacional de Corea del Sur lo menciona en su primera estrofa.
Madden asegura que el interés en conectar a Kim Jong-un y su familia con este accidente geográfico se debe a que tiene un «enorme simbolismo» .
«Desde la perspectiva de la mitología y el folklore, da un cierto grado de identidad nacional».
La conexión arranca con Kim Il-sung , abuelo del actual líder supremo y fundador del Estado comunista en Corea del Norte.
Madden cuenta que, en la década de 1930, Kim Il-sung llevó a cabo acciones de guerrilla en la zona del Paektu contra las fuerzas imperiales japonesas que entonces ocupaban Corea.
Ahí nació el mito que la propaganda norcoreana alimenta desde entonces, y que se acrecentaría en la época en la que Kim Jong-il dirigió el país (1994-2011), padre del actual líder norcoreano.
La biografía oficial del «Querido Líder», como se le conocía en su país, asegura que nació en un campamento clandestino de la resistencia coreana frente a los japoneses en el monte Paektu, aunque la mayoría de los expertos occidentales y surcoreanos no se creen esta historia.
Fuera de Corea del Norte se tiene por probado que Kim Jong-il vino al mundo en 1941 en una base militar soviética cerca de Jabarovsk, en Siberia, donde Kim Il-sung lideraba a los coreanos exiliados por la dominación japonesa.
Menos culto a la personalidad
Desde que Kim Jong-un sucedió a su padre en el poder en 2011, han cambiado algunas cosas, explica Madden.
«No se cuestiona que Kim Jong-un es el líder supremo de Corea del Norte, pero no se está construyendo en torno a él con la misma intensidad el culto a la personalidad que sí tuvieron su padre y su abuelo».
«En cualquier edificio de Pyongyang, las fotos que cuelgan de la pared son las de Kim Il-sung y Kim Jong-il; no hay una iconografía oficial en torno a la figura de Kim Jong-un».
Sin embargo, se mantiene la reivindicación de que el último de los Kim pertenece al linaje heroico que desciende del monte Paektu.
El relato oficial «no se refiere a la montaña en particular, sino a la familia de Kim Il-sung y las otras familias de Kim Jong-il», dice Madden.
El «Querido Líder» tuvo hijos con otras mujeres distintas a Ko Yong-hee, la madre de Kim Jong-un.
Uno de ellos, Kim Jong-nam, murió en febrero de 2017 en el aeropuerto de Kuala Lumpur, en Malasia, después de que dos mujeres le frotaran el rostro con un agente nervioso mortal, una acción que el Departamento de Estado de EE.UU. definió como un asesinato ordenado por el gobierno de Pyongyang.
Madden asegura que «más que de vincularlo con el lugar del Paektu en concreto, se trata de establecer que Kim Jong-un es el legítimo sucesor de Kim Il-sung y Kim Jong-il», por delante de Kim Jong-nam y de Kim Sul-song, hermana por parte de padre del actual líder supremo que, se cree, es 8 años mayor que él.
Pero aunque de Kim Jong-un se afirme que forma parte del linaje elegido, la veneración que se le profesa no ha llegado al extremo de lo que ocurría con sus antepasados.
De hecho, se le mantiene fuera del que se considera trío heroico fundamental de la república: «Uno de los elementos ideológicos fundamentales que se manejan en Corea del Norte son los ‘tres generales del Monte Paektu’, que son Kim Il-sung; su esposa, Kim Jong-suk, y Kim Jong-il».
«Se han publicado análisis fuera de Corea del Norte que aseguran que el nuevo tercer general del monte Paektu es Kim Jong-un, pero eso nunca lo han establecido los medios oficiales», dice Madden.
Lejos ya de la época en la que China y la joven República de Corea del Norte se disputaban el trazado de la frontera entre ambas, finalmente acordado en 1962, el lugar se ha convertido hoy en un destino turístico.
Los medios oficiales norcoreanos divulgaron imágenes de sendas visitas de Kim Jong-un al Paektu en 2013 y 2017.
En ellas puede verse al líder supremo exultante y abrigado, rodeado por las laderas nevadas que dominan el paisaje.
Los surcoreanos que pueden costearse el viaje y llegan hasta allí hoy día se toman fotografías similares.
Aunque ellos, obligados por la situación en su dividida península, tienen que dar un largo rodeo a través de China.
http://www.24horas.cl/noticiasbbc/kim-jong-un-y-el-mito-de-la-estirpe-paektu-por-que-corea-del-norte-dice-que-sus-lideres-provienen-de-un-volcan-sagrado-2700086
Bueno esta es una nación de película, que en pleno siglo 21 exista algo así es algo muy llamativo, ahora, su líder ya es una verdadera locura, por su rareza debería de ser una especie de patrimonio de la humanidad, aunque eso sería, como ahora lo es, a costa de sus propios habitantes.