En un post anterior citaba que el mejor boletín sobre medicamentos del mundo, la revista francesa Prescrire, lleva años desaconsejando el uso de los fármacos para el Alzheimer; sus daños son ingentes y los beneficios nulos. Pero no son los únicos fármacos que están en el mercado y son muy cuestionados. Prescrire ofrece una lista actualizada cada año en la que podemos encontrar los medicamentos que no debería estar en las farmacias.
La información la ofrece en castellano el Centro Andaluz de Documentación e Información de Medicamentos. Se trata de la relación de fármacos que podrían evitarse según la revista francesa sobre medicamentos Prescrire, que como cuento es considerada de las más rigurosas del mundo. Son fármacos a evitar por considerarlos con una relación beneficio-riesgo desfavorable o por existir alternativas terapéuticas más seguras.
Durante este año 2018, incluye un total de 90 fármacos desaconsejados en todas las indicaciones para las que han sido autorizados en Francia o en la Unión Europea. La evaluación beneficio-riesgo se realiza mediante una búsqueda documental metódica y reproducible, determinación de los criterios de eficacia, clasificación de los datos científicos según su nivel de evidencia (pruebas de su eficacia y seguridad), comparación con los tratamientos de referencia y consideración de los efectos adversos y puntos de incertidumbre.
Los motivos por los que se han clasificado como fármacos a evitar son:
-Exponer a un riesgo excesivo en comparación con sus beneficios.
-No ser de utilidad al existir alternativas más eficaces en la relación beneficio-riesgo.
-Por ser medicamentos muy nuevos, en los que la relación beneficio-riesgo es desconocida en comparación con otras alternativas porque la eficacia no está probada.
¿Cuales son algunos de los fármacos considerados “a evitar” por Prescrire disponibles en España? Algunos se utilizan con frecuencia mientras están calificados como “No supone un avance terapéutico” o “No aporta nada nuevo” cuando se comercializaron, sin que con el paso del tiempo existan argumentos que justifiquen cambiar estas valoraciones.
Entre los medicamentos para el dolor, los analgésicos, son cuestioandos desde hace muchos años los llamados coxibs (celecoxib, etoricoxib y parecoxib). Son fármacos que llegaron al mercado anunciados como los sustitutos de otros analgésicos muy conocidos como el ibuprofenopero que sufrieron un justificado batacazo tras el escándalo del Caso Vioxx.
Este medicamento, fabricado por Merck, resultó mortalpara decenas de miles de personas en todo el mundo. Era uno de estos analgésicos de última generación.
Prescrire también señala en su lista diclofenaco, aceclofenaco, ketoprofeno gel, piroxicam. Eldiclofenaco es el famoso Voltaren.
Para la osteoporosis se receta mucho otro medicamento desaconsejado, denosumab. De nombre comercial Prolia, se vende como alternativa a Fosamax y otros fármacos bifosfonatos que están causando muchos daños.
Un documento de la agencia estadounidense de medicamentos, conocida como FDA, demuestra que dicho organismo obligó ya en 2010 a incluir en la información del medicamento Fosamax (en los prospectos en España y en su Ficha técnica) que puede ocasionar fractura de fémur, entre otros problemas de huesos.
¡Un fármaco que se receta para la osteoporosis (degeneración de los huesos)! Bueno, pues la “alternativa” es Prolia. Y hay unos cuantos medicamentos más usados en reumatología o en las unidades de dolor que serían desechados por la prestigiosa publicación.
Entre esos 90 tratamientos cuestionados hay muchos que son usados para ladiabetes. Por destacar uno, pioglitazona, cuya marca es Actos.
Los laboratorios farmacéuticos Takeda Pharmaceuticals y Eli Lilly han ocultado los riesgos para la salud de su medicamento. Un tribunal de Estados Unidos (EE.UU.) les ha multado por ello con 9.000 millones de dólares (6.550 millones de euros).
Un número indeterminado de personas padecen ahora cáncer de vejiga por haber tomado el fármaco.
Gastroenterología tiene tres medicamentos que debería estar prohibidos. Uno de ellos es domperidona (la marca más conocida es Motilium). Debería retirarse o eso al menos concluyen una parte de los expertos de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) que han revisado los datos de sus reacciones adversas. Pero han decidido mantenerlo en el mercado pese a su riesgo cardíaco.
Ya que cito esos riesgos, en cardiología están cuestionados: Dronedarona, ranolazina, vernakalant, aliskireno, fenofibrato, ivabradina, olmesartan, trimetazidina.
La neumología y en concreto los tratamientos para las descongestiones orales y nasalestambién estarían fuera de las farmacias (efedrina, nafazolina, oximetazolina, fenilefrina, pseudoefedrina, tuaminoheptano), ambroxol, bromhexina, manitol inhalado, nintedanib, roflumilast y selexipag.
Entre los productos usados para la vista hay uno, la ciclosporina que llegan a utilizarlo, en formato colirio, las personas que han sufrido secuelas tras operaciones de los ojos con láser. En oncología hay hasta seis medicamentos que no deberían usarse. Y en psiquiatría existen ocho: Agomelatina, duloxetina, venlafaxina, citalopram, escitalopram, tianeptina, dapoxetina, bupropión. Algunos son muy populares y sus secuelas están relacionadas con graves enfermedades nerviosas.
El bupropión de la marca Zyban o Zyntabac se usa para dejar de fumar. El fumeteo mata pero estos fármacos, como recogen sus etiquetas, ofrecen reacciones adversas como psicosis, paranoia o ansiedad, entre otros problemas mentales.
Es muy aconsejable acceder al documento original (en francés) para consultar en cada caso los argumentos por los que un determinado fármaco ha sido incluido en la lista.
Los fármacos que la influyente revista Prescrire retiraría del mercado y siguen usándose