Al reiki se lo considera un método de sanación, el cual actúa canalizando y transmitiendo energía vital a través de la imposición de manos. Parte de la base de que todo lo existente es energía.

Una de las prácticas que más se está extendiendo en Occidente junto con el Yoga es el Reiki. Esta corriente pertenece a las llamadas “disciplinas de la Nueva era” y ya es algo que fue adquiriendo adeptos con mucha fuerza en la sociedad de hoy.

Las personas católicas no son ajenas a esta realidad, muchos de ellos por desconocimiento lo practican o lo han practicado alguna vez. La palabra “Reiki” es de origen sánscrita y su significado se divide en dos: REI significa energía universal y KI, energía vital.

Para los seguidores del Reiki cuando alguien se siente enfermo o deprimido, indica que su energía está “desequilibrada”. En consecuencia, es la función del practicante de Reiki canalizar la energía positiva hacia la persona, para traerla nuevamente a un estado de equilibrio y de integridad.

¿Qué problemas presenta el Reiki para la Iglesia?

Podemos hablar de dos tipos de problemas que tiene este método:

1) Problemas espirituales-teológicos.

El Reiki está relacionado con el panteísmo (doctrina y creencia según la cual todo cuanto existe participa de la naturaleza divina porque Dios es inmanente al mundo), con lo cual, enseña que el hombre es una simple emanación de la “energía divina cósmica. Todo cuanto existe participa de esta energía, todo es Dios.

Con lo cual para el Reiki, no hemos sido creados por Dios, sino que todo proviene de una energía cósmica, y haciendo desaparecer la idea de un Ser Divino Creador del mundo. La Biblia de manera contraria enseña que Dios creó todo cuanto existe.

Además, el Reiki afirma que el principio de vida de todos los hombres es el Ki, la energía de vida, cuando esta energía se va el hombre muere. Pero para los cristianos, el hombre está formado de alma y cuerpo, esta es una verdad bíblica confirmada también por el Catecismo. Por lo tanto hay un error teológico y es que Dios nunca se ha definido en la fe cristiana como energía.

Todo esto convierte al reiki en una práctica mágica ya sus seguidores en supersticiosos pues creen en algo que no tiene ninguna base científica.

¿Qué ha dicho la Iglesia sobre el Reiki?

En un documento llamado “Directrices para la Evaluación del Reiki como Terapia Alternativa”, publicado en marzo de 2009, la Conferencia Episcopal Norteamericana argumentó que la práctica de este método no se apoya en la ciencia ni en la fe y corrompe el culto a Dios. Además desde la institución resaltaron que “la Iglesia reconoce dos clases de curación: la curación por la gracia divina y la curación que utiliza los poderes de la naturaleza”, que “no se excluyen una a otra”.

2) Problemas médicos-científicos.

Para la ciencia, la “energía vital” del Reiki es indetectable, no hay prueba ninguna de que exista. Incluso si existiera, y si los reikistas la supieran “conducir”, no hay pruebas de que curen con ella.

Sin embargo, el uso de Reiki en hospitales, clínicas y centros de salud en todo el mundo es un hecho indiscutible y su reconocimiento como terapia complementaria confirma su eficacia como una herramienta real, yendo más allá que un simple placebo o terapia de sugestión.

Algunos científicos sostienen que si se pudiera hacer un “puente” entre la ciencia y la espiritualidad sería de gran ayuda para mejorar las vidas de todos nosotros.

Fuentes:
religionenlibertad.com