Detalles del libro:
Título: PREGUNTAS A UN MAESTRO ZENTítulo Original: Questions a un Maitre Zen
Autor: Taisen Deshimaru
Nº de páginas: 152
Editorial: Kairós
Año de edición: Julio 2008
ISBN: 978-84-7245-246-6
Traducción de: Dokushô Villalba
Descripción:
¿Qué es el ego?, ¿el karma?, ¿la raíz del sufrimiento?, ¿la conciencia?, ¿la muerte?, ¿el satori?, ¿la compasión?, ¿la sabiduría?, ¿la postura za-zen?, ¿cuál es la importancia de la tradición?, ¿cuál es la relación entre el Maestro y sus discípulos?
A todas estas y otras muchas preguntas responde el famoso Maestro Zen Taisen Deshimaru. Con un lenguaje vivo y rico, en este libro se reúne lo esencial de la enseñanza de Deshimaru en los catorce años de su misión en Europa. Interrogantes que han acudido al espíritu de todos se concretan con respuestas que constituyen una excelente introducción a la práctica y la filosofía del Zen, y una llamada a vivir plenamente la totalidad de nuestro ser.
Prólogo
El Maestro Taisen Deshimaru nació el 29 de noviembre de 1914 en el Japón, en la provincia de Saga. Siendo aún niño conoció al monje Kodo Sawaki, intrépido reformador del Zen, que estudió desde sus raíces. Taisen Deshimaru estudió en la universidad de Yokohama, ocupando más tarde un puesto de responsabilidad en las actividades mineras de una sociedad industrial. Durante la guerra fue enviado a Indonesia, mas no por ello abandonó la enseñanza de Kodo Sawaki y la práctica del zazen. A su vuelta al Japón fundó el Instituto Cultural Asiático.
Antes de morir, el Maestro Kodo Sawaki le hizo su sucesor y le entregó la transmisión (shiho).
El Maestro Deshimaru llegó a París a finales del año 1967, enviado por el Soto Zen para toda Europa y sostenido por todas las escuelas Zen del Japón. En París estableció un dojo, elevado al rango de templo Zen en 1975, y un monasterio Zen cerca de la ciudad de Blois. Convertido en Roshi, el Maestro Deshimaru es actualmente Superior general del Zen Soto en Europa y África. Más de cien dojos, tanto en Francia como en todo Occidente, dependen de él. Iwamoto Zenji, Superior de todo el Soto Zen y presidente de la Federación Budista Japonesa, ha dicho de él que es «el Bodhidharma de los tiempos modernos».
El secreto del Zen consiste en sentarse, simplemente, sin objeto ni espíritu de provecho, en una postura de gran concentración. Esta manera desinteresada de sentarse se llama zazen. Za significa sentarse, y Zen meditación, concentración. La enseñanza de la postura, que es la transmisión de la esencia del Zen, tiene lugar en un dojo (lugar en el que se practica la Vía) y es efectuada por un Maestro iniciado tradicionalmente en la línea de los patriarcas y de Buda. La práctica de zazen es muy eficaz para la salud del cuerpo y del espíritu, a los que conduce a su condición normal. El Zen no puede ser encerrado en un concepto ni comprendido por el pensamiento. Requiere ser practicado. Es, esencialmente, una experiencia.
La expresión filosófica del budismo Zen no es un sistema de pensamiento estrecho y rígido, sino una transmisión de conceptos forjados por una experiencia milenaria y a la vez siempre nueva, la del Despertar. Algunas fórmulas de fuerza, algunas palabras-clave polarizan y ordenan el campo de la experiencia vivida. Las palabras responden, comunican, sin alterar su continuidad, la inatrapable fluidez de la realidad, ayudando a ceñirla. Las palabras iluminan la existencia cotidiana captada en su raíz. En el Soto Zen, el Maestro no dispensa su enseñanza solamente a través de conferencias. Regularmente procede a un intercambio de preguntas y respuestas con sus discípulos.
El ambiente de un mondo (mon: pregunta; do: respuesta) es a la vez jovial y profundo, libre y grave. La respuesta del Maestro a la persona que pregunta va siempre más allá de la razón de la pregunta misma y a veces toma una forma enigmática y desconcertante a simple vista.
Hemos seleccionado los textos más significativos de una gran cantidad de documentos recogidos durante doce años de mondo. Hemos intentado conservar en estas recopilaciones el tono del diálogo, con todo lo que ello implica de simplicidad, de humor y a veces de brutalidad.
Deseamos que con esta obra el lector entre en la familiaridad de una enseñanza milenaria, más que nunca actual en los momentos de crisis planetaria que vivimos, tal y como es impartida por el primer patriarca Zen de Occidente.
Extracto
Pregunta: Se dice a menudo que el budismo es la vía de en medio, la del equilibrio, mientras que en Occidente la noción del justo medio corresponde a la moral burguesa. ¿Puede usted hablar del justo medio según el Zen?
Respuesta: La vía de en medio no es estar entre dos mujeres y besar a las dos. No, no es eso. En el budismo, la vía de en medio consiste en no oponer sujeto y objeto. En la civilización europea siempre hay dualismo. Por ejemplo, el materialismo se opone al espiritualismo. A los europeos les gustan mucho los «ismos». Budismo, cristianismo… Estos «ismos» son relativos. Esta es la razón por la que el materialismo y el comunismo se han levantado contra el cristianismo. Pero el comunismo no es completo, ya que sólo considera las cosas bajo el aspecto material. El cristianismo es igualmente incompleto, ya que sólo las considera bajo el aspecto espiritual. Algunos cristianos no son así, pero los cristianos tradicionales son solamente espiritualistas.
El espíritu y el cuerpo son una sola y misma cosa, como las dos caras de una hoja de papel. En la vida cotidiana no se pueden separar. Algunas personas prefieren lo espiritual, otras lo material. Si se quiere comprender hay que encontrar la vía de en medio. Lo espiritual es material y lo material se vuelve espiritual. El espíritu existe en cada una de nuestras células y, finalmente, el espíritu es el cuerpo, el cuerpo es el espíritu. Está también la actividad, la energía, que no son dualistas.
La vía de en medio lo integra todo. La dimensión más alta es mushotoku, la vía de en medio. El Zen es la vía de en medio. Pero no hay que equivocarse sobre esta palabra «en medio». No podemos elegir entre material y espiritual. Debemos abarcar los dos. Ambos son como el haz y el envés de una misma hoja. Esta es la razón por la que el Zen es tan difícil de comprender.
La vía de en medio es una vía que está más allá. Los razonamientos europeos se presentan siempre así: tesis, antítesis, síntesis. Lo material es la tesis, lo espiritual la antítesis. El Zen, la vía de en medio, es la síntesis.
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